Del alir¨®n a la salvaci¨®n

Del alir¨®n a la salvaci¨®n. O casi. Si hay derrota del Linares (recibe al Atleti B a las 20:00 horas), hay permanencia. Si no, habr¨¢ que esperar a la visita del colista, Granaba B, al Di St¨¦fano. Sea cuesti¨®n de horas o d¨ªas, La F¨¢brica ya no hiperventila. Las celebraciones van en diferido esta temporada en el Madrid. Ya sean t¨ªtulos o alivios. La victoria en San Fernando ya colg¨® el cartel virtual al asunto, el empate en Can Misses le puso al etiqueta de oficioso. Y el Ibiza da la bienvenida a On¨¦simo con un duelo achampanado. De comienzo espumoso y final sin burbujas.

Un partido marcado por ese debut. On¨¦simo ve¨ªa el f¨²tbol de manera diferente. Ni ¨¦l mismo sab¨ªa qu¨¦ har¨ªa en cada momento, ¡°?c¨®mo lo iba a saber el defensa!¡±, exclamaba en marzo en JotDown, repasando su ba¨²l de recuerdos. El rey del regate, le llamaban. Ahora, como entrenador, tambi¨¦n le importa el c¨®mo, pero ha llegado a Ibiza por el qu¨¦. Y eso no es otra cosa que coger el ascensor a Segunda. As¨ª se explica la destituci¨®n de Fern¨¢ndez Romo, con los pitiusos en tercera posici¨®n. Dos victorias en 12 partidos abrieron una puerta por la que entra el vallisoletano. Puerta que puede cerrar Ra¨²l en el banquillo contrario, la del Castilla despu¨¦s de cinco temporadas. O no, es una decisi¨®n a tomar una vez clausure una temporada de demasiados vaivenes.

La idea no era otra que sellar la permanencia en Can Misses, aunque el proyecto de Amadeo Salvo est¨¢ concebido para subir. Ello, junto al ¡®efecto On¨¦simo¡¯, marc¨® los primeros 45 minutos de dominio perenne local. Mucha posesi¨®n y Gallar como violinista. Suyo fue el pase a Camara en la mejor ocasi¨®n del primer tiempo. Pero se hizo enorme Lucas Ca?izares para no desdibujar la ma?ana. El propio Gallar pudo romper el c¨¢ntaro con un zapatazo que lami¨® el travesa?o. C¨®rneres, varias llegadas por banda, con un chutazo de ?lvaro Rodr¨ªguez desde la frontal como oasis en el desierto isle?o. Asedio sin premio, con Carrillo, Asencio y Marvel imperiales. Los cimientos de un empate que pod¨ªa ser suficiente para decir ¡®hasta nunca¡¯ al infierno.

En el descanso los jugadores no tomaron bebidas energ¨¦ticas. No salieron con alas al menos. El ritmo baj¨®. Subi¨® la precauci¨®n, el respeto. Bajaron los decibelios, las ocasiones. La posesi¨®n segu¨ªa siendo celeste, pero sin filo. Y el Castilla se estiraba con cabalgadas de un Obrador que buscaba ser profeta cerca de su tierra (naci¨® en Campos, en Mallorca, isla vecina). Mario Mart¨ªn barr¨ªa, Nico Paz buscaba aparecer con pases filtrados. Pero era Omoigui el que obligaba a Ca?izares a desenfundar los guantes de nuevo. Y por partida doble.

Los de Siqueira a¨²n segu¨ªan impolutos, aunque en el tramo final era el Castilla el que afilaba las u?as. Nico probaba suerte, sin suerte, con una falta lejana y encontraba la cabeza de Mario Mart¨ªn en otra lateral. Obrador y Vinicius Tobias eran martillos percutores en los laterales. Los mejores minutos blancos llegaban cuando el reloj se quedaba sin arena. Quiz¨¢s demasiado tarde. Resistieron y despu¨¦s tutearon a un grande de la categor¨ªa. Ese era el objetivo primigenio, ser uno de los nobles de Primera RFEF, pero en la nueva realidad castillista han logrado el mal menor. Ya caminan c¨®modos en mitad de tabla. Y los ojos en Linares para ponerle verdaderamente el punto final a la temporada. Un tr¨¢mite.

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