25 de Septiembre, el club y el barrio que nacieron de una riada
La DANA de Valencia conecta irremediablemente con la mayor cat¨¢strofe natural en la historia de Espa?a, en 1962, cuya fecha da nombre en la localidad barcelonesa de Rub¨ª a una comunidad que es pura familia y hospitalidad.
¡°Al ver lo de Valencia me vuelven a la memoria otra vez todos los recuerdos, se me pone la piel de gallina. Es muy duro para quienes lo perdimos todo¡±. Ella es Pilar Puig Villanueva, de 87 a?os y superviviente de las tristemente c¨¦lebres Riadas del Vall¨¦s, que en 1962 asolaron esta comarca del norte de Barcelona, dejando en cuesti¨®n de hora y media entre 600 y un millar de fallecidos, con especial afectaci¨®n a la localidad de Rub¨ª. Para quienes sufrieron la considerada mayor cat¨¢strofe natural de la historia de Espa?a, o la tienen muy presente por transmisi¨®n generacional, aquella tragedia conecta irremediablemente con la DANA que ha devastado el litoral valenciano. Sobre todo, en un punto neur¨¢lgico.
25 de septiembre fue la fecha de aquellas riadas, y para que jam¨¢s cayeran en el olvido tambi¨¦n el nombre del barrio que se construy¨® en Rub¨ª para reagrupar a quienes se hab¨ªan quedado sin hogar. Y, desde 1968, el Juventud 25 de Septiembre es el club de f¨²tbol -con equipo en Primera Catalana (la s¨¦ptima categor¨ªa nacional) y ahora tambi¨¦n con secci¨®n Special, de balonmano y de petanca- que abandera aquel esp¨ªritu de reconstrucci¨®n. Literal y figurada.
¡°Lo importante es no perder nunca la esperanza. Las p¨¦rdidas humanas quedar¨¢n siempre en el recuerdo, pero este barrio y este equipo demuestran que siempre hay que tirar hacia delante¡±, explica Jos¨¦ Antonio Urtiaga, vocal de la junta directiva e hijo de uno de los m¨¢s veteranos del lugar.
Desde 1976 lleva en la entidad, de la que ha llegado a ostentar la presidencia, Jos¨¦ Urtiaga, un jienense de Linares que aterriz¨® con 14 a?os en Rub¨ª, como tantos migrantes andaluces y extreme?os de los a?os 60. ¡°Cuando se cre¨® el barrio, y el club, todos nos ayudamos unos a otros. Esa primera generaci¨®n ha ido muriendo, o se ha ido marchando a otros sitios, y ahora muchas personas vienen del extranjero, pero por mucho que haya cambiado la procedencia sigue igual ese sentimiento de hospitalidad¡±, afirma.
Reside Jos¨¦ en un edificio muy pr¨®ximo al campo del ¡®Veinti¡¯, como se conoce al club, del que seis de los ocho pisos siguen habitados por quienes los estrenaron tras las riadas. Entre ellos, la propia Pilar, cuyo marido, Jos¨¦ Prior, tambi¨¦n fue presidente de la entidad y socio n¨²mero 3. Aquel 25 de septiembre de 1962, llevaban cuatro a?os casados y en Rub¨ª. ¡°Perd¨ª todo lo material, que es lo de menos, porque lo importante es que perd¨ª a cuatro personas: mis padres, mi hermana y mi cu?ado¡±, rememora ella, con la voz quebrada por mucho que haya pasado el tiempo.
¡°Tuvieron que hacer un agujero en el piso de arriba de donde viv¨ªamos para sacarnos a mi marido y a m¨ª, porque hab¨ªa m¨¢s de dos metros y medio de agua en mi habitaci¨®n, por la ola que se form¨® al reventar el puente (de Pelleria, donde un monumento homenajea a las v¨ªctimas)¡±, especifica, con una memoria privilegiada. Y abunda: ¡°Se hicieron unas casas de madera provisionales y despu¨¦s, los pisos. Todo el mundo se port¨® muy bien con nosotros¡±, agradece Pilar.
Ese halo especial, de pi?a, hermanamiento, se percibe en el ambiente. Y lo confirma un ilustre seguidor del Juventud 25 de Septiembre, el guionista, locutor, humorista y ganador del Ondas ?dgar Hita (¡®Si amanece nos vamos¡¯, ¡®Transmite la SER¡¯): ¡°Todo tiene mucho que ver con lo de 1962, porque a la que ocurre cualquier cosa, todo el mundo va a una en el barrio. Las personas que vivieron aquello han inculcado esa vivencia a sus hijos y nietos, y de ah¨ª su forma de ser¡±.
Sucede en el barrio y en el propio club. ¡°Es que es la pura esencia del extrarradio barcelon¨¦s¡±, se?ala Hita. ¡°Si a alguien le dijeran que dibujara un campo del extrarradio, seguramente dibujar¨ªa el del ¡®Veinti¡¯, porque es una familia: han jugado abuelos, padres, hijos y ahora, nietos. Y es un club acogedor para todo el que viene de fuera¡±, ratifica el tambi¨¦n seguidor del Espanyol, ¡°que ascendi¨® a Primera el mismo d¨ªa que el ¡®Veinti¡¯ a Primera Catalana, el 23 de junio¡ M¨¢s de uno se volvi¨® loco¡±, deja caer. Otro hilo entre ambos clubes es Santi Fern¨¢ndez, entrenador del Femenino perico que se proclam¨® campe¨®n de Liga y Copa de la Reina en 2006.
El car¨¢cter acogedor lo ponen de relieve los cerca de 520 jugadores y jugadoras de todas las edades que desfilan una tarde cualquiera de mi¨¦rcoles por el c¨¦sped, rodeado ahora de barracones por la reforma integral que se est¨¢ llevando a cabo. ¡°Se est¨¢ haciendo un campo muy bonito¡±, advierte Juan Le¨®n, el actual presidente, quien abunda en la singular idiosincrasia: ¡°Este club siempre ha atra¨ªdo a mucha gente del barrio. El sentimiento de pertenencia que se crea a este escudo se ha ido transmitiendo, y cada vez se ha ido haciendo m¨¢s grande y m¨¢s fuerte¡±, asegura.
Un m¨²sculo relevante en ese tejido lo conforma el grupo Supporters 1968, que se dedica ¡°a mucho m¨¢s que venir a animar a los partidos¡±, apunta Urtiaga hijo, ¡°porque trabajamos mucho la parte social, con recogidas de alimentos, en Navidad tambi¨¦n de juguetes¡¡±.
¡°Con la DANA de Valencia, el 29 de octubre, en cuesti¨®n de tres horas nos movilizamos a trav¨¦s de un grupo de Whatsapp para enviar all¨ª dos furgonetas con alimentos y productos de limpieza. Y en diciembre, que siempre hacemos un torneo en beneficio de alguna causa local entre los Supporters, este a?o lo destinaremos a Valencia¡±, informa el vocal del Juventud 25 de Septiembre, en una nueva conexi¨®n entre dos tragedias que, pese al profundo drama que entra?an, tambi¨¦n sacan lo mejor de muchas personas.
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