¡®Los Bryan¡¯ son una fiesta

Fue una noche redonda, como ped¨ªamos todos, incluidos los cuerpos m¨¦dicos de los clubes involucrados en la pel¨ªcula. Espa?a cerraba su caminar por la fase de grupos de la Nations League con el liderato y la ventaja de campo en cuartos de final ya en el bolsillo. Solo quedaba ponerle el lacito a esa trayectoria con victoria ante Suiza, que no se jugaba nada. La Roja gan¨® por 3-2, con el arre¨®n final de los dos Bryan, Gil y Zaragoza, autores de los ¨²ltimos goles. Debutaron Paredes, Samu y Barrios, y nadie se lesion¨®. La ola final de la grada del Heliodoro Rodr¨ªguez L¨®pez demostraba que el aficionado hab¨ªa disfrutado de lo lindo. Ahora solo falta que no pasen otros veintiocho a?os hasta que La Roja vuelva por all¨ª.

Hab¨ªa ganas de ver a la Selecci¨®n, as¨ª que el primer quiebro de Nico Williams despert¨® el griter¨ªo de admiraci¨®n de toda la grada. El delantero del Athletic era una de las once novedades que ofrec¨ªa el equipo titular respecto a la victoria del pasado viernes en Copenhague. Fondo de armario se le llama a eso, una cantidad de recursos que Luis de la Fuente ha manejado ejemplarmente hasta la fecha. Murat Yakin hac¨ªa lo propio en Suiza, donde tan solo el doble pivote, ocupado por Freuler y Xhaka, resultaba reconocible. El hecho de haber descendido a la Liga B de la Nations League permite probar al seleccionador helv¨¦tico otras fichas con las que armar de nuevo el puzle.

El gran peligro es que, sin nada en juego, el partido se convirtiera en unas papas arrugadas sin mojo pic¨®n, algo digno de hoja de reclamaciones jug¨¢ndose donde se jugaba. La primera media hora solo dej¨® un tiro a puerta de La Roja por ninguno del rival, pero justo en ese momento Espa?a encontr¨® la luz de un buen ataque. Fue Mingueza quien se aventur¨® con un pase en largo que rompi¨® de un plumazo un par de l¨ªneas defensivas del rival. Morata lo ley¨® a la perfecci¨®n, corri¨® ante C?mert, le hizo un sombrero y ante la presi¨®n de Ricardo Rodr¨ªguez ech¨® el ancla como solo Roberto Carlos sab¨ªa hacer: justo cuando el rival te llega por detr¨¢s para intentar recuperar la posici¨®n, frenas en seco. No falla, te lleva por delante. El resultado fue un penalti cuyo lanzamiento cedi¨® Morata a Pedri ante el alboroto de la afici¨®n. Chut¨® el azulgrana, despej¨® Mvogo, volvi¨® a rematar Nico y el siguiente rechace fue aprovechado por Yeremy Pino para fusilar de diestra. Un canario iniciaba esa jugada-carambola y otro la finalizaba.

Susto de Pedri

Pedri se reh¨ªzo del fallo aunque acto seguido protagoniz¨® una acci¨®n con la que imagino que Hansi Flick a punto estuvo de caerse de la silla del susto. Un resbal¨®n y el posterior pisot¨®n de un rival hicieron que el centrocampista se retorciera de dolor sobre el c¨¦sped, llev¨¢ndose la mano a la cara. Afortunadamente todo qued¨® en nada, aunque me cuentan que Flick decidi¨® ver el resto del partido c¨®modamente hundido en el sof¨¢.

Las ganas que ten¨ªa la afici¨®n de ver caras nuevas llev¨® a De la Fuente a dar entrada en la reanudaci¨®n a Robert S¨¢nchez por Remiro y a Samu por Morata. Diez minutos despu¨¦s fue Bryan Gil quien entr¨® en escena, con el previsible carrusel de giros y regates por la misma banda que hasta entonces hab¨ªa ocupado Nico Williams. Pero el primero en golpear no fue otro que Joel Monteiro, que hab¨ªa entrado en juego en el descanso. El delantero suizo del Young Boys super¨® en velocidad a Grimaldo y posteriormente gan¨® a Paredes en el cuerpo a cuerpo para batir a Robert S¨¢nchez de disparo raso.

Eso s¨ª, faltaba que Bryan Gil demostrara el hambre que tiene, su trabajo incansable en defensa y su colmillo en ataque. El de Barbate fue el m¨¢s listo del patio y se invent¨® un gol donde solo hab¨ªa tedio, la indecisi¨®n de los defensas suizos ante un bal¨®n sin due?o dentro del ¨¢rea. Bryan dio un paso adelante y frente a la oposici¨®n de C?mert solt¨® un zurdazo que dej¨® a Mvogo con el molde. L¨¢stima que poco despu¨¦s asisti¨¦ramos al torpe penalti cometido por Fabi¨¢n sobre Sierro. Lo lanz¨® y lo marc¨® Zeqiri enga?ando a Robert S¨¢nchez. Pero faltaba el redoble final, de nuevo con sonido de penalti. Fue ya en la prolongaci¨®n, en el minuto 92¡ä, cuando Bryan Zaragoza regal¨® un par de regates que acabaron en pena m¨¢xima. ?l mismo la lanz¨®. Ah¨ª estaba el 3-2. Fue la ¨²ltima foto de una noche a la que le ped¨ªamos salud y fiesta. Ambas cosas se cumplieron.

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