Las meigas de Arsenio
El Zorro de Arteixo vivi¨® en el banquillo el incendio de Riazor en el ascenso de 1991, el penalti de Djukic y la inundaci¨®n del Bernab¨¦u en la final de Copa de 1995.


La carrera de Arsenio estuvo llena de d¨ªas grandes, tardes nefastas, alegr¨ªas, tristezas y¡ meigas. Tres de los sucesos m¨¢s llamativos en la historia del Deportivo ocurrieron en la d¨¦cada de los 90 con el Zorro de Arteixo en el banquillo.
Incendio de Riazor
El 9 de junio de 1991 no cab¨ªa un alfiler en Riazor. El Deportivo, que no pisaba Primera desde 1972, se jugaba en la ¨²ltima jornada el ascenso en un todo o nada con el Murcia. Los rojillos eran l¨ªderes con dos puntos de ventaja sobre los coru?eses, que ten¨ªan garantizado subir si ganaban el partido por el golaverage. A los dos minutos del inicio, Gonz¨¢lez Lecue tuvo que detener el partido ante la humareda que sal¨ªa de la cubierta de la grada de Preferencia. El humo se convirti¨® en fuego y los aficionados tuvieron que bajar al c¨¦sped para ponerse a salvo. Casi una hora despu¨¦s se reanud¨® el encuentro. En el segundo tiempo dos goles de Stojadinovic dieron la victoria (2-0) que significaban el regreso a Primera del Depor. En el banquillo, el mismo entrenador que hab¨ªa logrado el ¨²ltimo ascenso en 1971: Arsenio Iglesias. Las meigas, en forma de llamas, fueron propicias esta vez.
El penalti de Djukic
El 14 de mayo de 1994 es posiblemente la fecha m¨¢s recordado en la historia del Deportivo. No fue el del t¨ªtulo de Liga, ni la Copa, ni una noche m¨¢gica de Champions, ni un ascenso. Fue el d¨ªa en el que la Liga vol¨® de Riazor de la forma m¨¢s cruel. Los de Arsenio Iglesias, l¨ªderes desde la jornada 14?, se jugaban el t¨ªtulo en casa ante el Valencia. La victoria certificaba la Liga. El empate, si ganaba el Barcelona, al tener el golaverage en contra, lo condenaba. Con el tiempo pr¨¢cticamente cumplido Serer hizo penalti sobre Nando y L¨®pez Nieto no dud¨®. El Bar?a hab¨ªa terminado su partido ante el Sevilla con un contundente 5-2 y la Liga se decid¨ªa desde los once metros. Bebeto hab¨ªa dejado de lanzarlos por un fallo anterior y el encargado de tirarlo, Donato, hab¨ªa sido sustituido. Djukic asumi¨® la responsabilidad. El serbio hinch¨® el pecho del aire que le faltaba y su nervioso y flojo lanzamiento fue detenido por Gonz¨¢lez. Adi¨®s a la Liga, adi¨®s a la gloria, adi¨®s al merecido broche que se merec¨ªa el Superdepor. Ese d¨ªa, ni los ajos de Riazor pudieron con las meigas.
El diluvio en la Copa de 1995
S¨®lo un a?o despu¨¦s las meigas se volvieron a cruzar en la vida de Arsenio, esta vez para sonre¨ªrle. Fue en la final de la Copa del Rey, que en un nuevo capricho del destino, uno m¨¢s, enfrent¨® al Deportivo con el Valencia, el equipo que le priv¨® del t¨ªtulo de Liga. El encuentro se disput¨® el 24 de junio de 1995, pero no fue hasta tres d¨ªas despu¨¦s cuando Jos¨¦ Ram¨®n alz¨® la Copa al cielo. Un enorme diluvio aneg¨® el Santiago Bernab¨¦u, los vestuarios y todos los bajos del estadio madrile?o. Garcia Aranda decret¨® la suspensi¨®n del partido, al que le quedaban diez minutos, con 1-1 en el marcador tras los goles de Manjar¨ªn y Mijatovic. El martes 27 se reanud¨® y el Superdepor tard¨® tres minutos en conquistar el primer t¨ªtulo en la historia del club. Un centro tocadito de Manjar¨ªn super¨® a la defensa che y Alfredo Santaelena, con su 1,69, le gan¨® la partida a Zubizarreta de cabeza en el minuto 83. Luego lleg¨® la celebraci¨®n. El abrazo del Zorro de Arteixo con Claudio Barrag¨¢n, su charla con el Rey y la explosi¨®n de la afici¨®n coru?esa. Fue el primer t¨ªtulo del Deportivo y el ¨²ltimo partido de Arsenio en el banquillo blanquiazul y las meigas, como era de esperar, no quisieron perd¨¦rselo.