La Real sigue siendo endeble contra los equipos grandes

La Real Sociedad perdi¨® contra el Barcelona. Eso ya no es noticia. Tristemente. As¨ª lleva sucediendo los ¨²ltimos a?os. Son ya siete concretamente las temporadas que no le gana el equipo cul¨¦ en el Reale Arena. Lo relevante de la derrota en este caso es que llega despu¨¦s de haber competido de t¨² a t¨² durante una hora notable de juego. Pero despu¨¦s se cay¨®. En dos minutos. En dos minutos de locura futbol¨ªstica de Ansu Fati; pero tambi¨¦n en dos minutos de apag¨®n generalizado en los donostiarras. Todo pas¨® muy r¨¢pido. Se pas¨® del 2-1 con el gol anulado a Brais M¨¦ndez al 1-3 en un abrir y cerrar de ojos. Y el partido estaba visto para sentencia. Parece mentira. Pero la Real compiti¨® de manera fant¨¢stica durante el tiempo que le dur¨® la gasolina contra un equipo como el Bar?a, que impuso un ritmo endiablado, un ritmo de equipo de Champions, lo que quiere ser la Real, pero que a d¨ªa de hoy la cruel realidad es que no est¨¢ preparado para serlo. El tiempo dir¨¢ si evoluciona para conseguirlo. De momento, la pel¨ªcula se repite, y eso es lo preocupante.

La temporada pasada se hablaba mucho de lo endeble que era el equipo de Imanol Alguacil desde el punto de vista f¨ªsico, incapaz de aguantar los ritmos de equipos poderosos en esa faceta, como le pas¨® contra el Leipzig, por ejemplo. Este verano se han gastado 31 millones de euros en fichajes, la mayor inversi¨®n de su historia en el mercado. Pero no ha servido para paliar esa carencia tan importante. La Real sigue cay¨¦ndose cuando los partidos se plantean a un nivel f¨ªsico tan exigente como el que han querido imprimir ambos equipos. As¨ª que dio la talla hasta que las fuerzas le acompa?aron. Habr¨¢ que pensar que se trata de un d¨¦ficit de principios de temporada, y que se va a corregir con el transcurso de la competici¨®n. Porque esa ser¨¢ la clave para que los donostiarras puedan dar ese paso adelante que tanto reclaman los aficionados a esta Real en partidos grandes como ¨¦ste contra el Barcelona.

Porque es una pena, da mucha rabia, tirar por la borda un trabajo tan sobresaliente como el que llevaron a cabo durante esa hora de juego en la que, incluso, mereci¨® ponerse por delante en el marcador, m¨¢s all¨¢ del golazo de Alexander Isak. La gasolina tiene que durar hasta el pitido final del colegiado, porque para eso se preparan a conciencia en Zubieta. Pero m¨¢s all¨¢ de todo este asunto, la realidad es que la Real no mereci¨® tampoco recibir cuatro goles. Hizo m¨¦ritos m¨¢s que de sobra para estar m¨¢s cerca del Bar?a. Y sin mencionar la actuaci¨®n arbitral, que una vez m¨¢s contra el Barcelona le vuelve a perjudicar. Demb¨¦l¨¦, autor del 1-2, debi¨® estar en la calle en la primera parte, por un codazo a Aihen Mu?oz con el bal¨®n en juego que era merecedor de una tarjeta roja directa. En la Real siguen sin entender como no fue expulsado. Eso influy¨® en el desarrollo del partido, porque el franc¨¦s deb¨ªa estar fuera del terreo de juego cuando marc¨®. Por supuesto que se pudo ganar al Barcelona, pero todos los detalles fueron en contra. No queda otra que levantarse y aprender. De nada sirve lamentarse. Esto no ha hecho m¨¢s que comenzar.

Este problema con el que se encontr¨® la Real Sociedad se enmarca dentro de otro que tiene desde que Imanol Alguacil es entrenador del primer equipo, aunque la realidad es que luego no le ha supuesto ning¨²n h¨¢ndicap a la hora de pelear, y conseguir, por entrar en competici¨®n europea, algo que lleva haciendo tres temporadas consecutivas. El caso es que Real no gana en Anoeta a un equipo de la parte alta de la tabla desde septiembre de 2019, cuando se impuso por 2-0 al Atl¨¦tico de Madrid. Desde entonces, ha cosechado siete empates y diez derrotas. Un registro con el que seguramente se explique que no haya terminado de dar el salto para pasar a pelear por entrar en Champions League y que deber¨¢ corregir esta temporada si quiere dar ese paso adelante para so?ar con terminar entre los cuatro primeros clasificados.