La Real retoma su camino donde lo dej¨®
A pesar del susto final, el equipo de Imanol Alguacil recuper¨® sensaciones tanto de juego como de efectividad. En Cornell¨¢ demostr¨® que su tercera plaza no es casualidad al aguantar la presi¨®n de sus perseguidores
Parece mentira que la Real Sociedad acabara pidiendo la hora en el RCD Stadium despu¨¦s del tremendo partido que hizo, siendo tan insultantemente superior al Espanyol y ganando 0-3 en el minuto 60 de partido. ?Pero si hasta hubo aficionados del equipo periquito que abandonaron a partir de la hora del partido el estadio incapaces de aguantar m¨¢s la inferioridad de su equipo y el bochorno de espect¨¢culo que estaban viendo de sus jugadores! Pero es que la Real hab¨ªa minimizado hasta l¨ªmites insospechados el caudal de juego del Espanyol, que era como una especie de juguete roto en sus manos. Los de Imanol hab¨ªan recuperado su mejor versi¨®n atacante, generando ocasiones por doquier y, lo m¨¢s importante, volviendo a aprovecharlas.
Hab¨ªa vuelto la Real en modo apisonadora que se vio frenada por los enfrentamientos contra los m¨¢s poderosos de nuestro f¨²tbol. Y qued¨® demostrado que la derrota contra el Valladolid de la semana anterior fue s¨®lo un accidente. Nada m¨¢s. Por eso es dif¨ªcil explicar lo que pas¨® en los ¨²ltimos diez minutos del partido en Cornell¨¢. La Real dio vida al Espanyol y estuvo cerca de echar por tierra todo su sobresaliente partido. Imanol se quejaba tras el partido de que deb¨ªan haberse puesto 0-5 y evitar as¨ª males mayores. Pero un 0-3 fuera de casa y con la sensaciones de tremenda superioridad que estaban mostrando deb¨ªa haber sido m¨¢s que suficiente como para finiquitar el partido.
De hecho, el gol de Darder parece m¨¢s circunstancial que debido a un despiste o un regalo. El problema es el 2-3, que llega despu¨¦s de un carrusel de cambios m¨¢s pensando en la gesti¨®n de cargas de un plantilla mermada f¨ªsicamente, con la vista puesta en la cita contra el Celta del s¨¢bado. Habr¨¢ que hacer el examen de conciencia desde ah¨ª, desde el mantener el mismo nivel de concentraci¨®n y juego est¨¦ quien est¨¦ sobre el terreno de juego. Pero a¨²n as¨ª es dif¨ªcil echar la culpa a la Real de que bajara un poco su nivel de intensidad y tensi¨®n cuando vas ganando fuera de casa... ?0-3! La distancia en el marcador era lo suficientemente amplia como para darse un respiro.
Pero es una lecci¨®n que deber¨¢ aprender. Igual es que no se puede. Porque sino puedes poner en riesgo lo que hasta entonces era probablemente su mejor partido fuera de casa en toda la temporada. Era un aut¨¦ntico rodillo. Y acab¨® sufriendo de manera inesperada, y puede que hasta injustamente viendo los m¨¦ritos de unos y otros. Pero as¨ª es el f¨²tbol. Y dentro de este nivel de pulcritud al que no est¨¢ acostumbrando la Real esta temporada, puede que sea una de las pocas lecciones que debe aprender. Porque sino, en otra ocasi¨®n y contra otro rival, lo puede pagar caro. Mientras tanto, deber¨¢ seguir disfrutando de las 14? victoria fuera de casa en los 18 partidos que ha jugado fuera de San Sebasti¨¢n. Es una locura, y es el dato que mejor explica su situaci¨®n en la tabla. Tercero con 42 puntos. Esto ya no es una broma.