La maldici¨®n y el ¡®bisho¡¯ rubio
Erling Haaland, Aquiles en El Pireo, se convierte en el gran obst¨¢culo para que el Sevilla gane por segunda vez la Supercopa de Europa, que ha perdido cinco veces seguidas.
¡°A m¨ª el ¨²nico que me da miedo es el bisho rubio¡±. La frase, pronunciada con ese tono tan sevillano entre la amargura y el desahogo, proviene de uno de los aficionados que acompa?aban al Sevilla a Atenas en busca de su segunda Supercopa. Ser¨¢ para los nervionenses el s¨¦ptimo partido de esta ¨ªndole: gan¨® el primero, al Barcelona en 2006, pero ha perdido los cinco siguientes, los tres ¨²ltimos tras sucumbir con la asfixiante crueldad de una pr¨®rroga. Esta noche espera el todopoderoso Manchester City de Guardiola y nada, ni siquiera bajas tan importantes para los citizens como las de De Bruyne, Bernardo Silva y Rub¨¦n Dias, hace presagiar que el destino vaya a sonre¨ªr esta vez al equipo nervionense.
Y menos contra Haaland, demonio habitual que ante el Sevilla sube incluso su nivel: tres dobletes en tres partidos le ha hecho a su rival de hoy el futbolista noruego. Gigante de melena amarilla, Erling es Aquiles en El Pireo, puerto de historias ¨¦picas del que los sevillistas veteranos guardan un bonito recuerdo. En 1995, un gol de falta de Davor Suker clasificaba a su equipo a, ojo, los octavos de la anta?o Copa de la UEFA.
Hoy y ahora, llegar a esa ronda de Europa League o incluso de Champions es un d¨ªa m¨¢s en la oficina para el club de Nervi¨®n, malacostumbrado a ganar, ganar y ganar y al que derrotas como la que sufri¨® el viernes pasado en el estreno liguero dejan un poso amargo que tiende a exagerarse pero del que, como hacen los grandes, suele renacer. La Supercopa de Europa parece el mejor momento para otra peque?a resurrecci¨®n sevillista con el que significar¨ªa el 9? t¨ªtulo continental de este siglo, 6? en menos de 10 a?os. Mendilibar afrontar¨¢ en principio el choque con una baja de ¨²ltima hora, el pivote brasile?o Fernando, que se qued¨® en la capital andaluza por unos problemas estomacales.
Tampoco sabe el t¨¦cnico vasco si puede o debe alinear a su guardameta m¨¢s titular, h¨¦roe habitual de las ¨²ltimas noches europeas. Bono est¨¢ en la recta de salida, con Arabia como probable destino. Mendi espera que su equipo haya digerido el mal inicio oficial de la campa?a y deje atr¨¢s antiguos vicios de jugar hacia atr¨¢s que renacieron ante los chavales del Valencia. No le gusta nada al entrenador del Sevilla que se rumie la pelota, quiere m¨¢xima verticalidad, y en eso se parece poco a su rival. Salga quien salga, y tendr¨¢ que reformar su once debido a las bajas, Guardiola no negocia el estilo de posici¨®n. Aunque al final en este juego todo dependa de lo mismo: el gol. Y eso es algo que le sobra a un bisho al que ni siquiera Pep es capaz de dejar en el banquillo por mucho que discuta con ¨¦l: Erling Haaland.