La fortuna da la espalda al Athletic

El Athletic deseaba tanto regresar a los puestos de la Champions que ese intenso anhelo le estall¨® en la cara. El triunfo ante Osasuna le devolv¨ªa a esa zona noble, empatado con el Betis, pero con mejor saldo de goles. Busc¨® el triunfo con todo el ah¨ªnco del mundo, pero se estamp¨® con el muro rojillo, un equipo que ha perdido el brillo de 2022, pero que al menos complet¨® un buen ejercicio de supervivencia y mostr¨® un perfil m¨¢s competitivo que en la reciente visita al Reale Arena. El turr¨®n no ha sentado bien a una plantilla a la baja. Chimy ni sali¨® y hay oportunidades para jugadores que hace nada estaban en Primera Federaci¨®n para buscar algo de ¨¢nimo. Se echa en falta m¨¢s atrevimiento, cierto protagonismo con el cuero, ser intr¨¦pidos. Supieron al menos encontrar el empate, porque se vieron inutilizados para el triunfo. Puede decirse que sali¨® ileso de un asedio, o tal vez le perdonaron la vida. Los leones llegaron much¨ªsimo a zonas de ataque, se aburrieron de tanto viaje, pero erraron en los centros finales, en la b¨²squeda del pase preciso atr¨¢s. Regresan los viejos fantasmas de la falta de eficacia que tanto agobi¨® en la etapa de Marcelino. Mucho ruido y pocas nueces. Todos los goles que ca¨ªan llovidos del cielo en Copa ante el Eldense esta vez se tornaron en sequ¨ªa. De nada vale jugar tanto tiempo en campo contrario si no se le saca provecho. El pulso se fue cerrando y acab¨® atascado. Fue intenso, pero no brillante, se amontonan los Athletic-Osasuna de ese estilo. La memoria de San Mam¨¦s refresc¨® el legado de Rojo I tras el fallecimiento, pero no hubo goles para brindar por ¨¦l.

Tras la emoci¨®n por el genio que se fue, diez minutos de mucho equilibrio, en los que Osasuna parec¨ªa m¨¢s c¨®modo, logr¨® estar bien plantado y que no le dominaran en los duelos. Tir¨® balones largos a Budimir a la espera de segundas jugadas. A partir de ese corto espacio de tiempo, el Athletic empez¨® a imponer su ley. Apret¨® las clavijas y encontr¨® dos agujeros rojillos por las bandas, sobre todo la izquierda. Por el otro costado, a Moreno le toc¨® un debut en Liga que nunca olvidar¨¢. Primero le encar¨® la centella Nico y despu¨¦s intercambiaron posiciones los Williams y le vino I?aki. Arrasate fortaleci¨® ese costado derecho defensivamente con Moncayola, pero era sacrificar uno de sus hombres claves para tener algo de argumento por dentro. En la izquierda, Abde apenas bajaba a defender y echar una mano a Cruz, y cuando lo hac¨ªa el marroqu¨ª era para provocar desperfectos por encontrarse fuera de contexto. Como despejes al centro que creaban peligro por parte rojiblanca al recogerlos o una entrada sobre Sancet en el minuto 24 que pudo ser penalti.

Los leones fueron elevando el ritmo de forma abrasiva. El volumen de llegadas y ocasiones aumentaba hasta abrumar, aunque no se traduc¨ªa en ocasiones muy claras. Sancet y Zarraga recuperaban muchos balones y combinaban con el frente de ataque. El segundo fue creciendo de forma paulatina, con anticipaciones agresivas gracias a una excelente presi¨®n y conducciones hasta el balc¨®n del ¨¢rea salvando l¨ªneas. Para rematar la faena, los Williams amenazaban con sus estampidas.

Osasuna necesitaba otro plan, porque amenazaba ruina. Lograba recuperar alg¨²n bal¨®n, pero estaba tan recluido en el ¨¢rea propia que no le daba para amenazar. No pod¨ªa descansar y pensar con el esf¨¦rico en los pies sencillamente porque no lo ten¨ªa. Budimir estaba de adorno, no recib¨ªa ni una para qued¨¢rsela y dar ox¨ªgeno. Y no digamos ya para tener algo de peligro ante Sim¨®n. La media hora previa al descanso se jug¨® en campo rojillo, la hierba de la otra parte del campo ni se pis¨®. Los navarros se habituaron a transitar por posiciones de riesgo. Moi G¨®mez y Abde no ten¨ªan la tensi¨®n que demandaba un choque con mucho voltaje y el Athletic estaba muy fuerte en la presi¨®n alta. Solo le faltaba la punter¨ªa, precisar sus disparos. Y Aridane ya no se sabe si es que en ocasiones se duerme ante una jugada que exige nervio radical o que en este instante de su carrera no tiene la velocidad de antes, pero en una de sus malas poses le rob¨® la cartera Sancet y casi la l¨ªa pero muy gorda. En otra de esas jugadas que cortan la respiraci¨®n a Arrasate cedi¨® a Aitor de cabeza con un avispero de atacantes a medio metro. La mejor ocasi¨®n del primer tiempo estuvo en las botas de Sancet, en el minuto 37. Golpe¨® con violencia con la derecha y se la par¨® abajo como un gato Aitor Fern¨¢ndez.

La segunda parte prolong¨® el mon¨®logo bilba¨ªno, con Osasuna acastillado atr¨¢s con su defensa plagada de bajas. Cambios para dibujar un panorama calcado. T¨¦rminos opuestos pero que convergen en el f¨²tbol en ocasiones. Guruzeta anot¨® en el 62 un gol que fue anulado por fuera de juego claro. La filosof¨ªa de juego, de todos modos, s¨ª se mud¨®. Muniain tom¨® el sitio de Sancet y el juego local gir¨® hacia sus botas, se empez¨® a generar a partir de ah¨ª, sin esperar m¨¢s ca?ones. Y Osasuna, preso de la impotencia, intent¨® tener algo la pelota con Oroz y buscar arriba la referencia de Kike Garc¨ªa. Los Williams tuvieron dos ocasiones inmejorables, pero la noche les negaba el gol. Nico es un jugador de otra galaxia, un futbolista de Playstation, pero a veces deber¨ªa reeducar su f¨²tbol, aparcar tanta serpentina e ir a lo pr¨¢ctico. El Txingurri puso al final a Ra¨²l Garc¨ªa y Villalibre para meter toda la p¨®lvora en el verde. Curiosamente la ¨²ltima gran oportunidad, la ¨²nica propia, la protagoniz¨® Osasuna, con un pase al ¨¢rea que resolvi¨® Sim¨®n ante la presencia atosigante de Kike y Manu S¨¢nchez.