La cara B suena fatal
Ojal¨¢ que la derrota del s¨¢bado en Vitoria evite tres de las de 1-0. Ya dijo Jos¨¦ Alberto, cuando todo eran palmaditas en la espalda, que sab¨ªa que alg¨²n d¨ªa llegar¨ªan las curvas y que le preocupar¨ªa menos ser goleado un d¨ªa que acostumbrarse a perder. Vale, pues ya lleg¨® la goleada. Y duele. No tanto por los tres goles, que tambi¨¦n, como por lo mal que entr¨® en el partido, por los regalos en el ¨¢rea propia, por la falta de punch en la otra y por la falta de entidad que tuvo el equipo en la segunda mitad, incluso cuando tuvo superioridad num¨¦rica. En Mendizorroza pareci¨® un equipuco.
No me qued¨® nada claro
Lo que m¨¢s ilusion¨® la presentaci¨®n de Jos¨¦ Alberto en Cartagena, o en la actitud tras encajar en Las Palmas o en el primer tiempo contra el Sporting, fue que el Racing pareci¨® un equipo valiente, m¨¢s que antes, agresivo, m¨¢s que antes, profundo, m¨¢s que antes, y con las ideas claras, eso igual que antes, pero con ideas diferentes, m¨¢s atractivas. En Mendizorroza no fue valiente, ni agresivo, ni profundo, ni tuvo ideas claras. El m¨ªster dijo que no le gust¨® el arranque ni la segunda mitad (que no es poco), pero que la ¨²ltima media hora del primer tiempo s¨ª le dej¨® satisfecho. Yo lo dejo en un cuarto de hora..., y sin llegar a los mejores momentos del josealbertismo. Hasta el regalo incomprensible de Germ¨¢n a Luis Rioja (le va a caer al mejor, precisamente) tampoco estaba muy claro, como dir¨ªa Shakira, si el plan era de Rolex o de Casios. Un viaje me parec¨ªa que esperaban en bloque medio y al siguiente a lo Romo. De la presi¨®n a pecho descubierto de las semanas anteriores, ni asomo. Yo no me enteraba. Y lo grave no es que no me enteraba yo, que al fin y al cabo soy periodista y, por tanto, sospechoso de no tener ni idea de f¨²tbol, es que sus jugadores tambi¨¦n daban la sensaci¨®n de andar confundidos. Luego s¨ª es verdad que, a lomos de varios chispazos del talento de Pombo, el Racing asust¨® y tuvo ocasiones para haber empatado. Sin brillo, a tirones, pero estaba en el partido.
Lo de la segunda parte no tuvo un pase. El equipo no compiti¨®, los jugadores estuvieron superados y el entrenador nada fino con los movimientos que intent¨®. Acab¨® el partido, con uno m¨¢s que el rival, con una especie de 3-4-1-2, o as¨ª. Con tres centrales, Arturo e ??igo Vicente de pivotes, Dani Fern¨¢ndez y Yeray (s¨ª, Yeray) de carrileros, Pombo, agotado y a su bola, m¨¢s o menos, entre l¨ªneas, y Matheus y Cedric juntos arriba. Ni ten¨ªa sentido, ni parec¨ªan encontr¨¢rselo los afectados. Est¨¢ bien, cuando te vas a pique, intentar cosas, pero si no salen, como es el caso, hay que decirlo. Espero que el dios del f¨²tbol convalide efectivamente el palo de Vitoria por tres derrotas injustas. Y menos mal que los otros resultados ayudaron a pasar el trago.