Josh Homme se adue?a del Mad Cool
Queens Of The Stone Age elevan al cielo una jornada del viernes en la que maravill¨® Tash Sultana y a The Black Keys les falt¨® ¡®punch¡¯.
Demos gracias de vivir en la misma era que Josh Homme. El l¨ªder de Queens Of The Stone Age e inquieto coautor en proyectos como Eagles of Death Metal y Them Crooked Vultures (junto a Dave Grohl y John Paul Jones, casi nada) es uno de esos artistas que por talento, carisma y canciones se adue?a de un escenario y ejerce un poder magn¨¦tico sobre la audiencia. Llev¨® al Mad Cool 2023 a otra dimensi¨®n.
A falta de ver qu¨¦ da de s¨ª la tercera y ¨²ltima jornada, QOTSA opositan a mejor concierto de esta edici¨®n de festival madrile?o. La organizaci¨®n ide¨® un cambio de tercio para la jornada intermedia. Turno para agarrar (simb¨®licamente, que el calor volvi¨® a no hacer prisioneros) la chupa de cuero. Hab¨ªa ganas de reencontrarse con Josh Homme y los Queens Of the Stone Age tras su abrasador y reivindicativo concierto de 2018, el clavo en el ata¨²d de aquella pol¨¦mica zona vip a pie de escenario. La banda del pelirrojo e inquieto m¨²sico californiano regresaba a Madrid con nuevo trabajo, un tour de force por una etapa muy dolorosa de su vida en la que adem¨¢s tuvo que lidiar con un c¨¢ncer. Y se le vio, botas polvorientas y colmillo de oro, en plena forma. Un arranque demoledor con ¡®No one knows¡¯ y ¡®My god is the sun¡¯ agarr¨® por las solapas a la audiencia en el escenario Madrid is Life y ya no la solt¨®.
No menos inter¨¦s generaba ver qu¨¦ tra¨ªan bajo el brazo The Black Keys, elegidos para el slot final de la jornada. Su f¨®rmula, de tan cl¨¢sica en ese revival de rock cl¨¢sico con tintes blueseros como es, suena compacta, pero aunque ahora Dan Auerbach y Patrick Carney se rodean de m¨¢s m¨²sicos en escena, su concierto en Madrid adoleci¨® del punch de anta?o cuando les bastaba con ser un binomio y -quiz¨¢- de un retoque en los decibelios. Eso s¨ª, hasta quien estaba reposando en el c¨¦sped artificial se levant¨® para bailarse el cierre final con ¡®Lonely Boy¡¯.
Tash Sultana, a tus pies
Antes del despliegue de los cabezas de cartel, una de esas inclusiones en los carteles que siempre despiertan la curiosidad, Puscifer. Todo lo que toque Maynard James Keenan es especial. Aunque no sea con su principal encarnaci¨®n (TOOL) es uno de esos m¨²sicos esot¨¦ricos que se mueven casi en las sombras pero, cuando aparecen, es por algo. Puscifer da rienda suelta a algunas de sus pulsiones m¨¢s profundas (esencialmente sexuales) y la voz de Carina Round a su lado le sienta de lujo. Ataviados como una suerte de Men in Black, se dedicaron a perseguir a dos alien¨ªgenas por el escenario mientras desplegaban temas como ¡®Momma Sed¡¯ y ¡®Bullet Train to Iowa¡¯.
Pero quiz¨¢ la otra gran triunfadora de la jornada del viernes fue la australiana Tash Sultana, otra habitual del Mad Cool. Un prodigio que toca cerca de la veintena de instrumentos y que enfoca de hecho la mitad de su set (¡¯Mystik¡¯, ¡®Cigarettes¡¯...) en solitario. Un combo perfecto a la ca¨ªda del sol que le fue ¡®robando¡¯ espectadores a Sam Smith, uno de los grandes nombres del festival, hasta sobrepasar las dimensiones del tercer escenario y que el alcanz¨® el c¨¦nit buenrrollero con ¡®Jungle¡¯.
El viernes cont¨® tambi¨¦n con la s¨®lida presencia de Mumford and Sons, que tienen muy bien estructurado su folk ingl¨¦s y con una de esas apariciones en escenarios peque?os llamativas, como Himalayas, que entre guitarrazo y guitarrazo se atrevieron a versionar el ¡®Gangsta Paradise¡¯ de Coolio.
Una jornada puente hacia el cierre de este s¨¢bado en la que se intentaron subsanar algunas de las deficiencias estructurales (los accesos a los ¨²nicos ba?os de todo el recinto) aunque se volvi¨® a vivir una salida ciertamente conflictiva. Un mal end¨¦mico, por lo que se ve, de los macro festivales en Madrid.