Joselu cita a Espa?a con Modric

Los domingos son d¨ªa de fiesta y m¨¢s a¨²n si uno los disfruta jugando al f¨²tbol con Luka Modric. As¨ª ser¨¢. Su Croacia espera en R¨®terdam a Espa?a, que fue capaz de dejar en el camino a Italia y plantarse en su segunda final de la Nations League consecutiva. Cost¨® lo que deb¨ªa costar, el camino azzurro siempre est¨¢ lleno de piedras, pero la victoria permite a la Selecci¨®n ganar ox¨ªgeno en su viaje hacia metas m¨¢s altas, ya saben... El gol de Joselu en el 88¡ä, cuando la pr¨®rroga ya se pon¨ªa la chaqueta, sirvi¨® para cerrar una victoria que se hab¨ªa abierto con el tempranero tanto de Yeremy Pino tras un error del rival de esos que sirven para dar al traste con horas y horas de pizarra, v¨ªdeo y entrenamientos.

Uno puede llevar 120 partidos con su selecci¨®n, haber librado mil y una batallas en el tapete internacional de clubes, creerse un central de toque y chistera porque es lo que ha visto hacer en YouTube (Beckenbauer o Baresi, por ejemplo) o en directo (Ramos), pero lo primero que se le pide a un defensa es que no avive el incendio cuando ni siquiera hay incendio. Es lo que hizo Bonucci en el minuto dos del partido. Cierto que el pase de Donnarumma no era el mejor de los favores, pero el de la Juve decidi¨® mal y se enred¨® ante la presi¨®n de Gavi, el bal¨®n qued¨® en botas de Yeremy Pino y este resolvi¨® con la tranquilidad que solo tienen los canarios. Rosquita al fondo de la red y viento a favor para una semifinal que, pese a ello, sab¨ªamos que ser¨ªa larga, muy larga. Lo que ocurre es que sin apenas tiempo para alterar el guion, Italia se vio con un penalti a favor tras mano indiscutible de Le Normand, cuyo debut con La Roja no pod¨ªa resultar m¨¢s amargo. Siete minutos hab¨ªan pasado entre el gol espa?ol y esa pena m¨¢xima. Immobile enga?¨® a Unai en el lanzamiento y con el 1-1, el partido repart¨ªa de nuevo sus cartas.

A un lado del espejo, Immobile se descolgaba unos metros para entrar en juego y mover la defensa espa?ola; al otro, Morata hac¨ªa lo mismo, lo que alimentaba segundas jugadas de Rodrigo Moreno y especialmente de Gavi, que dispon¨ªa de espacio para hacer da?o como tan bien sabe hacerlo. En esas est¨¢bamos cuando Frattesi marc¨® tras aprovechar un error de Jordi Alba a la hora de intentar despejar un pase en profundidad. El VAR, sin embargo, sali¨® en auxilio de La Roja y el fuera de juego anul¨® la ventaja italiana en el marcador.

A partir de ah¨ª el duelo oscil¨® entre el dominio infructuoso de Espa?a, algo que se ha convertido ya en una especie de mantra por m¨¢s que pasen los a?os, y las contras de Italia, que cada vez que met¨ªa un bal¨®n en largo sorprend¨ªa a Le Normand y Laporte con el paso cambiado. Frattesi entraba en juego, Zaniolo lo hac¨ªa cada vez menos por banda derecha, Gavi ganaba peso en la ofensiva espa?ola y Yeremy sufr¨ªa cierto apag¨®n. Los minutos pasaban y las ocasiones de gol escaseaban hasta tal punto que hubo que esperar al minuto 44 para asistir a la m¨¢s clara, un disparo desde fuera del ¨¢rea de Tol¨®i en el que el bal¨®n se march¨® un metro por encima del larguero de Unai.

De la Fuente y Mancini ten¨ªan claro qu¨¦ botones tocar. Asensio supli¨® a Rodrigo Moreno, desdibujado junto a la banda, mientras que en Italia dejaban el c¨¦sped Bonucci y Spinazzola en favor de Darmian y Dimarco, pareja que hace menos de una semana luchaba por la Champions con la camiseta del Inter. Espa?a entr¨® mejor en esa segunda parte, tal y como lo hab¨ªa hecho en la primera, y fruto de ello lleg¨® la ocasi¨®n m¨¢s clara, en este caso por partida doble: en el primer remate, el zurdazo de Merino lo salv¨® milagrosamente la manopla de Donnarumma, mientras que en el segundo, el bal¨®n de Morata se escap¨® rozando el palo. Pero sucedi¨® como tantas veces sucede en el f¨²tbol, que un par de uys bastan para que un equipo se lo crea y el bal¨®n ya no queme en sus botas.

Mancini ech¨® m¨¢s le?a al fuego, Cristante y Chiesa, el dominio de Espa?a que en ocasiones anestesia al rival no gustaba al seleccionador azzurro. El duelo se aproximaba a eso que desde hace casi un siglo se conoce como zona Cesarini, el momento de la verdad; con ese nombre y esos rivales enfrente, tan italianos como el propio Cesarini, Espa?a deb¨ªa cuidar muy mucho el bal¨®n y no cometer ni un desliz. Lo hizo con los que estaban sobre el c¨¦sped, sobre todo con el plet¨®rico Rodrigo, y alguno m¨¢s que se sum¨® en los instantes finales a la causa, como Fabi¨¢n, Canales, Ansu Fati o Joselu. Sobre todo Joselu. El a¨²n delantero del Espanyol (tic, tac, tic, tac...) volvi¨® a demostrar su idilio con el gol como ya hiciera en marzo ante Noruega. Entonces fue un doblete. Ante Italia ha sido un gol en el 88¡ä que volvi¨® a dibujarnos la sonrisa cuando no sab¨ªamos c¨®mo acomodarnos en la silla camino a la pr¨®rroga. A partir de ahora, habr¨¢ que llamarla zona Joselu. No suena igual, pero...