Jorge Mendon?a: ¡°Aquel Braga ve¨ªa muy lejos al Real Madrid¡±

Jorge Alberto de Mendon?a Paulino (Luanda, ?frica Occidental Portuguesa, 19 de septiembre de 1938). Naci¨® all¨ª porque su padre, meteor¨®logo de profesi¨®n, fue a trabajar al observatorio.

-?Qu¨¦ recuerda de su infancia?

-Que jug¨¢bamos al f¨²tbol en cualquier parte donde hubiese un poco de terreno. Pon¨ªamos dos piedras como porter¨ªas y ?a jugar!

-Comenz¨® a jugar en el Sporting de Luanda...

-S¨ª, recuerdo que todo era muy humilde. El club lo fund¨® mi padre y jug¨¢bamos los hermanos. All¨ª fue donde me hice la lesi¨®n de la rodilla derecha. Un d¨ªa, hice una travesura y mi madre se enfad¨®. Sali¨® detr¨¢s de m¨ª con la zapatilla, sal¨ª corriendo y, al saltar por encima de la cama, me di con la rodilla en el borde y me ca¨ª. Me produje una lesi¨®n, osteocondritis, que poco a poco se fue agravando.

-Su familia regres¨® despu¨¦s a Portugal.

-En Lisboa viv¨ªamos en una zona entre el campo del Sporting y del Benfica. Todos los d¨ªas, mi padre ve¨ªa que yo sal¨ªa de casa bien pero que regresaba cojeando, y decidi¨® que hab¨ªa que consultar a un especialista. Como dos de mis hermanos estaban en el Sporting de Portugal, fuimos al m¨¦dico del equipo. El Sporting quer¨ªa que me operasen y que yo pasase a pertenecer al club, que ellos me pagaban la operaci¨®n. Cuando me operaron yo tendr¨ªa 13 a?os. El m¨¦dico que me intervino me dijo que deb¨ªa estar un a?o con un tratamiento y sin jugar al futbol. Me dijo ¡®Jorge, el bal¨®n es tu enemigo. Me recuper¨¦ y empec¨¦ a jugar con una rodillera. A partir de ah¨ª siempre jugu¨¦ con una rodillera. La gente pensaba que era por superstici¨®n, pero no.

-?C¨®mo llegan a Braga?

-Ten¨ªamos la carta de libertad. Mi padre era nuestro agente. Nuestra idea era jugar los hermanos juntos, y como ten¨ªamos un conocido en Braga, all¨ª que fuimos. Tuve que esperar a cumplir los 18 a?os para poder ser profesional. Me faltaban dos meses. All¨ª coincidimos jugando los tres hermanos. Fernando, Juan y yo.

-?C¨®mo era aquel Sporting de Braga?

Nada que ver con ahora. El Braga estaba en Segunda Divisi¨®n. El material del que dispon¨ªamos era todo muy modesto. Las botas eran r¨ªgidas, sin apenas flexibilidad. Y los balones, cuando llov¨ªa, te apartabas para no darles con la cabeza porque no sabes lo que dol¨ªa. Jug¨¢bamos en el estadio Primero de Mayo, que es donde juega ahora el Sporting de Braga B. Se trataba de subir a Primera y lo conseguimos.

-?Qu¨¦ noticias ten¨ªan del Real Madrid entonces?

-El Braga ve¨ªa al Madrid muy lejos. Nosotros en Segunda y ellos ganando todas las primeras Copas de Europa. Imag¨ªnese. Di St¨¦fano, Gento, Kopa, Rial, Puskas...

-Al acabar la temporada le ficha el Deportivo.

-Fue para las ¨²ltimas seis jornadas. El Depor estaba en Segunda, a punto de bajar. Ganamos cinco partidos y empatamos el ¨²ltimo. El Depor se salv¨®. En aquella ¨¦poca es cuando conoc¨ª a Amancio, que estaba en el Fabril, el filial del Deportivo. El mismo gallego que nos pidi¨® ir a jugar al Deportivo nos dijo: ¡°Venir que tenemos a un chico que tiene un futuro enorme. Fuimos a verle y era Amancio. Nos conocimos antes de que nos fichara el Madrid y el Atleti. Tendr¨ªamos 17 o 18 a?os. Despu¨¦s tuvimos muy buena amistad en Madrid.

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-Y llega el Atl¨¦tico.

-Estando en el Deportivo apareci¨® el entrenador del Atl¨¦tico, Fernando Daucik, para verme jugar. Daucik ten¨ªa el pelo muy blanco y para que no le reconociesen se puso un sombrero hasta las orejas. A¨²n as¨ª le reconocieron. Ah¨ª empezaron las negociaciones.

-En el Atleti, ya s¨ª, se enfrenta a Di St¨¦fano, Gento, Puskas, Marquitos...

-El Madrid ten¨ªa un equipazo. Es curioso, porque con el tiempo llegamos a jugar juntos Di St¨¦fano, Puskas y yo en un torneo que se hac¨ªa de comunidades. Jugamos con la Selecci¨®n de Madrid. Llegamos a la final contra la Selecci¨®n Andaluza y les dimos un repaso tremendo. Al d¨ªa siguiente sali¨® una foto en los peri¨®dicos que dec¨ªa: ?Cu¨¢nto valdr¨ªa este tar¨ªo?

-Grandes derbis aquellos, porque el Atleti tambi¨¦n ten¨ªa un equipo fenomenal¡­

S¨ª, estaban Collar, Ufarte, Adelardo, Peir¨®, Luis Aragon¨¦s¡­ Buenos derbis, s¨ª.

-De aquellos derbis, ?qu¨¦ le impresionaba m¨¢s?

-La defensa del Madrid era muy buena. Ten¨ªan a Santamar¨ªa, que era un baluarte. Era muy inteligente. ?l no me marcaba directamente, mandaba a otro que me marcase y ¨¦l se quedaba esperando para cuando yo sal¨ªa del regate.

-?Y Di St¨¦fano?

-Para m¨ª nunca fue tan bueno como Pel¨¦. Era muy bueno, s¨ª, pero le dieron mucha publicidad.

-An¨¦cdotas de los derbis¡­

-Recuerdo que Puskas ten¨ªa un pie peque?o, parec¨ªa el de un ni?o. Pegaba al bal¨®n con cualquier superficie del pie y lo enviaba a donde ¨¦l quer¨ªa. Otra an¨¦cdota fue cuando fall¨¦ un penalti en el Bernab¨¦u. El portero era Juan Alonso y cuando nos cruz¨¢bamos luego por la Gran V¨ªa ¨¦l se quedaba mir¨¢ndome ri¨¦ndose y yo le dec¨ªa, ¡°el siguiente te lo marco, no fallo¡±. ?ramos rivales, pero nos llev¨¢bamos bien. ?La cantidad de veces que yo habr¨¦ ido al Bernab¨¦u al bar de los veteranos del Real Madrid! Ten¨ªa all¨ª muchos amigos.

-Pocas personas, como usted, han jugado contra Pel¨¦ y Di St¨¦fano, ha visto jugar a Cruyff, a Maradona, a Messi. ?Cu¨¢l es el mejor jugador que vio en un campo de f¨²tbol?

Pel¨¦. Sin duda. Era el m¨¢s completo de todos. Y despu¨¦s Bobby Charlton. Bobby era un fuera de serie.

-La ¨²ltima gran aparici¨®n en LaLiga es la de Bellingham...

-Es muy inteligente. Juega bien, pero es muy inteligente y tiene un sexto sentido para el gol. Cuando un bal¨®n est¨¢ perdido en el ¨¢rea aparece ¨¦l y la mete. Puede jugar donde quiera. Lleva el dorsal 5, pero juega de 10, de 9... Sus compa?eros, hasta Vinicius, cuando tienen el bal¨®n est¨¢n buscando a Bellingham.

-?Qu¨¦ le parece Vinicius?

Es muy bueno. Muy peligroso para el rival.

-?Qu¨¦ opina de la problem¨¢tica con Vinicius? ?Es perseguido por ser negro?

-Yo tambi¨¦n sufr¨ª esos problemas. Y m¨¢s graves. Tambi¨¦n me llamaban negro, pero no hac¨ªa caso. Eso va en el men¨². Lo mejor es no hacer caso, pero Vinicius enseguida se enfrent¨® al p¨²blico y lo que no se debe hacer nunca es enfrentarse a la afici¨®n, la pones en tu contra. Ese es el error. Un jugador no se puede encarar al p¨²blico, te tienes que aguantar. T¨² eres futbolista y los insultos van en el men¨².

-?Es Espa?a un pa¨ªs racista?

-No lo creo.

-A lo largo de su carrera usted vivi¨® episodios discriminatorios de todo tipo, por nacionalidad, por el color de su piel y por religi¨®n.

-Por nacionalidad porque no me dejaron jugar la Copa en mi primer a?o en el Atleti, y la gan¨® el equipo. Entonces a los extranjeros no se les permit¨ªa jugar la Copa del General¨ªsimo. Si pod¨ªamos jugar en Liga, pero no en Copa.

-Tambi¨¦n por ser negro...

-No me insultaba s¨®lo el p¨²blico, sino tambi¨¦n los propios jugadores. Para desmoralizarme me dec¨ªan, ¡°anda, vete de aqu¨ª que eres negro¡±. Yo me re¨ªa y cuando les marcaba un gol me tocaba el brazo y les dec¨ªa, ¡°mira, mira mi piel¡±.

-Y por motivos religiosos, porque usted era Testigo de Jehov¨¢ y tuvo problemas en el Bar?a y en el Mallorca...

-S¨ª, era otra historia. Yo me hice Testigo de Jehov¨¢ en Barcelona. Al poco, en 1968, entr¨® un nuevo presidente, Narc¨ªs de Carreras, que era ¨ªntimo amigo del obispo de la Seu de Urgell, que ten¨ªa mucha influencia en el Barcelona. Prohibieron al entrenador, Artigas, que me alineara si yo no renunciaba a ser Testigo de Jehov¨¢. Lo ve¨ªan intolerable. Nunca ced¨ª al chantaje. Ser Testigo de Jehov¨¢ es lo mejor que me ha pasado en mi vida. Entonces, Narc¨ªs de Carreras lleg¨® a un acuerdo con su amigo Guillermo Ginard, presidente del Mallorca, y me traspas¨® gratis.

-?Y en Mallorca tambi¨¦n sufri¨® esa persecuci¨®n?

-S¨ª, s¨ª. En una ocasi¨®n me quisieron disparar y en otra me llevaron detenido.

-Cuente, cuente.

-Fue en Algaida. Hab¨ªamos ido a predicar. ?bamos entregando el mensaje por las casas y, en una ocasi¨®n, me abri¨® la puerta una se?ora y enseguida vino el marido con una escopeta y me dijo: ¡°Tienes tres segundos para irte o te pego un tiro¡±. Sal¨ª disparado y uno de mis compa?eros me dec¨ªa: ¡°?Jorge, Jorge! ?D¨®nde vas Jorge?¡±. No corr¨ª m¨¢s r¨¢pido ni cuando jugaba al f¨²tbol. Luego fuimos a otra casa y est¨¢bamos igualmente entregando el mensaje a una mujer, cuando de repente un Guardia Civil se puso a mi lado. Me llevaron al cuartel. Cuando est¨¢bamos en el puesto de guardia y ten¨ªan que rellenar mi ficha, el que escrib¨ªa me pregunt¨® el nombre. ¡°Jorge Mendon?a¡±, le dije. ¡°?C¨®mo! ?C¨®mo dice que se llama! Jorge Mendon?a. ?Es usted el futbolista?¡±, me dijo. El guardia civil dej¨® de tomar nota y de repente improvisamos una tertulia hablando todos de f¨²tbol...

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