Isi devuelve la sonrisa a Vallecas 266 d¨ªas despu¨¦s

Vallecas ten¨ªa ganas de celebrar y lo hizo con una bals¨¢mica victoria de los suyos ante un Valencia, que se las promet¨ªa vendaval y termin¨® arrastrado por la tormenta rayista. Isi y Nico, en propia puerta, endulzaron el centenario a Iraola, que volvi¨® a ver ganar a los suyos en casa y en Liga 266 d¨ªas despu¨¦s, encima frente a un peso pesado. Lo bueno se hizo esperar. La Franja despleg¨® sus encantos y record¨® a su mejor versi¨®n de la campa?a pasada, con aquellas virtudes que enamoraron y esta vez se tornaron en la pesadilla de unos che, que maquillaron el resultado con un gol de Diakhaby en el ¨²ltimo suspiro.

No tard¨® Vallecas en afinar la garganta, ni el Rayo en propinar su primer zarpazo al Valencia. Iraola apost¨® por la presi¨®n alta para ahogar a los che, Camello hizo el toque de corneta con un t¨ªmido lanzamiento y fue Isi quien desperez¨® el partido a los cuatro minutos. De nuevo un gol de estrategia, como ya sucediera en El Sadar. El origen estuvo en una falta de Correia sobre ?lvaro. El capit¨¢n Trejo se la sirvi¨® a la zurda del extremo murciano, que bati¨® a Mamardashvili y lo celebr¨® haciendo un gesto que evoca a sus or¨ªgenes, a ese trabajo en el campo que forj¨® su car¨¢cter. El del pichichi de la Franja.

Precisamente el Rayo sac¨® su car¨¢cter y no cej¨® en su empe?o. Amenaz¨® a su amenaza. Isi volvi¨® a probar a la zaga enemiga con un misilazo desde la frontal y Mamardashvili se erigi¨® en un muro para desbaratar una doble ocasi¨®n de los de Iraola. Primero detuvo un mano a mano a Trejo, quien previamente se hab¨ªa sacado de la chistera un recorte a Paulista, y despu¨¦s intercept¨® el tiro de un ?lvaro que llegaba en carrera. Los locales estaban lanzados, hundiendo su pie en el acelerador y los t¨ªmidos acercamientos de Lino ¡ªel m¨¢s activo de los valencianistas¡ª no parec¨ªan m¨¢s que manchas en la carretera. De esas que pasan con velocidad sin inquietar demasiado porque los madrile?os conduc¨ªan sus mejores minutos de la temporada.

Los franjirrojos segu¨ªan a su aire, derrochando intensidad... Camello volvi¨® a probar al guardameta georgiano, siempre serio y bien colocado, que se estir¨® mandando a c¨®rner su disparo. Agua. El mismo destino que tuvo un centro de Gay¨¤, la principal novedad del once de Gattuso, brujuleando a Hugo Duro. Agua. Hubo de todo en una primera parte trepidante, hasta un posible penalti. Correia se llev¨® por delante a Trejo, tratando de cortar otra arremetida m¨¢s de los rayistas. Nico pis¨® el ¨¢rea de Dimitrievski, pero de espuela mand¨® la pelota a las nubes. El destino del primer acto parec¨ªa claro, a pesar de los intentos de Comesa?a, quien traz¨® una par¨¢bola casi perfecta a la escuadra, y Hugo Duro, con una volea tras el rechace a un remate de Nico.

La segunda parte arranc¨® con un arre¨®n del Valencia. Nico casi atraganta el bocata a la parroquia vallecana, con un trallazo, a pase de Musah, que se perdi¨® alto. Instantes despu¨¦s, disparar¨ªa de nuevo las pulsaciones de la grada, anotando en propia puerta el 2-0. Una vez m¨¢s, un gol m¨¢s, con origen en el bal¨®n parado. Los protagonistas del primer tanto volvieron a irrumpir en escena. Isi bot¨® el c¨®rner y se la puso a Trejo, que la pein¨® hacia el ¨¢rea, donde Nico err¨® y mand¨® el esf¨¦rico dentro de su porter¨ªa. No par¨® el recital rayista, con Camello buscando tambi¨¦n su premio, pero Mamardashvili no estaba por la labor. Tampoco consigui¨® su bot¨ªn ?lvaro. Y mientras, vol¨® Dimi para abortar una falta de Gay¨¤. A partir de ese momento hubo m¨¢s tarjetas y cambios que ocasiones, con ovaciones para Isi y Trejo y alternativa para Kluivert.

La recta final trajo una t¨ªmida reacci¨®n valencianista, con Lino y Kluivert a la cabeza, aunque fue su compa?ero Diakhaby, con un gol en una falta botada por Almeida, en el 93¡¯, quien recort¨® distancias. El pitido no termin¨® con la fiesta rayista, que tiene en el bal¨®n parado a un invitado de lujo. Se ha colado en cuatro de sus cinco goles y promete... como la Franja, a imagen y semejanza de lo que fue y de los preceptos del centenario Iraola.