Ipurua se apunta al playoff

Mientras la tendencia a domicilio del Eibar contin¨²a en declive, ¨¦ste se agarra a Ipurua para subirse al playoff. En su tercera victoria consecutiva en casa, los armeros pudieron castigar hasta por partida doble a la adelantada zaga del Real Zaragoza y ya se encuentran a tan solo tres posiciones de las eliminatorias de ascenso. Un punto por detr¨¢s, permanece un conjunto aragon¨¦s que no pudo sobreponerse a las dianas de Puertas, a 20¡ä de arrancar, y Mada, en la segunda mitad. A diez minutos del final, el joven Liso redujo distancias, pero no fue suficiente. La hinchada zaragocista, desplazada hasta Ipurua, carg¨® contra su equipo por la incapacidad manifiesta para reaccionar, pese al suspense final. Sexto partido sin ganar, s¨¦ptimo si se cuenta la Copa.

En cuanto a los onces, Joseba Etxeberria sorprendi¨® dando la alternativa a Toni Villa en la mediapunta y a Chema como central. Adem¨¢s de la esperada entrada de Matheus en la medular. V¨ªctor Fern¨¢ndez, en cambio, apost¨® por un once m¨¢s predecible con su novedoso 5-4-1, donde la variaci¨®n m¨¢s llamativa estuvo en el banquillo, a causa de la convocatoria del goleador Mario Sober¨®n, que reapareci¨® en una lista dos meses despu¨¦s. En la citaci¨®n de los armeros, el guardameta Dani Fuzato caus¨® baja de ¨²ltima hora al acusar un proceso gripal. El tiempo de los ¨²ltimos d¨ªas en tierras eibarresas no acompa?¨®, y el brasile?o bien hizo en resguardarse ante la fr¨ªa y lluviosa tarde de Ipurua.

El diluvio durante los 90 minutos reglamentarios se transform¨® en el rect¨¢ngulo de juego en forma de ocasiones. Aunque sin demasiado peligro, a decir verdad. Las m¨¢s llamativas corrieron a cargo de Toni Villa y Mada. Mientras, el conjunto zaragocista empujaba una y otra vez, gracias al ¨ªmpetu de su hinchada desplazada hasta el municipio guipuzcoano. Tras el empuje inicial, el Eibar comenz¨® a manejar los tiempos del partido. A los mandos de Matheus, nuevamente titular, Toni Villa y Puertas desordenaron el costado derecho visitante con una doble altura, para que los azulgranas encontraran una v¨ªa de ataque por banda contraria. En medio de una gran jugada colectiva, Pascual le cogi¨® la espalda a la defensa enemiga y despu¨¦s de ver por el rabillo del ojo c¨®mo llegaba su paisano, este se la dej¨® en bandeja. Puertas no perdon¨® y la herida ya estaba abierta.

A partir de que el atacante almeriense abriera la lata, el Real Zaragoza se rebel¨® sobre el verde. Lo prob¨® a trav¨¦s de la zurda de Aketxe y con un cabezazo de Luna, que se esfum¨® tras tocar previamente en el larguero. La reacci¨®n no dur¨® con el tiempo. El Eibar se hizo nuevamente con el bal¨®n y el encuentro bajo en revoluciones. As¨ª como en acercamientos. Salvo un centro aislado de Corpas, que no encontr¨® rematador, tanto Jonmi como Femen¨ªas apenas tuvieron que esforzarse en los ¨²ltimos compases del primer acto. Hasta que la pausa del entretiempo devolvi¨® la energ¨ªa al choque. Los de V¨ªctor Fern¨¢ndez adelantaron metros en la presi¨®n y los locales supieron aprovecharlo. Despu¨¦s de varias transiciones de peligro, el cuadro azulgrana castig¨® los metros que concedieron los aragoneses y para antes de entrar en la hora de encuentro, el Eibar ya hab¨ªa ampliado su renta.

En uno de dichos contragolpes, el esf¨¦rico lleg¨® hasta los pies de Cristian Guti¨¦rrez que con gran astucia intuy¨® la llegada de Mada desde segunda l¨ªnea. El canterano, conocido por una gran capacidad para pisar ¨¢rea desde atr¨¢s, aprovech¨® la cesi¨®n del marbell¨ª y con un zapatazo vigoroso se estren¨® como goleador en la categor¨ªa de plata. Era el segundo de los armeros y, a diferencia del primero, supuso un duro golpe para los que hoy vest¨ªan de verde. El t¨¦cnico zaragozano busc¨® una r¨¢pida respuesta desde el banquillo. Para eso llam¨® a filas a los delanteros Sober¨®n, Liso y Pau Sans. Sustituciones en detrimento, de un poco inspirado Aketxe. El mediapunta, que regresaba a la que fue su casa, no entr¨® demasiado en contacto con el bal¨®n, y fue sustituido a las primeras de cambio entre alg¨²n pitido de la grada. Pero la reacci¨®n no terminaba de producirse. Hasta el punto de que la propia hinchada zaragocista presente en Ipurua carg¨® contra su equipo, a gritos de ¡°Queremos un tiro a porter¨ªa¡±, pues no hab¨ªan sido capaces de probar a Jonmi en toda la segunda mitad.

Hasta que Liso obedeci¨® a su afici¨®n. En el primer remate a puerta de los segundos 45¡ä, el canterano redujo distancias gracias a un certero disparo desde la frontal y a?adi¨® picante al tramo final. Ipurua respondi¨® a base de c¨¢nticos. Era consciente de que los jugadores necesitaban un ¨²ltimo aliento para certificar la victoria y as¨ª se lo hicieron saber. El Real Zaragoza sigui¨® insistiendo. M¨¢s por ganas que por f¨²tbol. Pero la zaga eibarresa no cedi¨® un resquicio y, tras un descuento ins¨ªpido y lleno de incertidumbre, el trencilla acab¨® por cerrar lo que se daba. Alivio para los locales e impotencia para los visitantes.

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