Xabi se abona a la ¨¦pica

El Bayer Leverkusen de Xabi Alonso no pierde de vista al Bayern de M¨²nich en lo m¨¢s alto de la tabla en Alemania. Un d¨ªa despu¨¦s de que los muniqueses certificaran el liderato endos¨¢ndole una manita al Bremen, el conjunto de las aspirinas le remont¨® el choque al Wolfsburgo hasta en dos ocasiones para terminar imponi¨¦ndose por 4-3 y sumar su tercer triunfo de cuatro (cay¨® derrotado ante el Leipzig) en lo que va de Bundesliga. Y, una vez m¨¢s, tuvo que ser tirando de ¨¦pica. El tanto de la victoria, obra de Boniface, se produjo en el 93¡ä de partido, dando a los suyos la en¨¦sima victoria sobre la bocina. No es suerte. Es el Leverkusen de Xabi.

Comenz¨® el duelo de la peor manera posible para el campe¨®n. A los cinco minutos de partido, Mukiele intent¨® evitar que Tom¨¢s rematara un centro de Amoura y envi¨® el esf¨¦rico con su muslo hacia el fondo de su propia porter¨ªa. Eso s¨ª, la mala cara no le dur¨® demasiado a Xabi porque, tan solo diez minutos despu¨¦s, apareci¨® su chico de oro para volver a nivelar el marcador del BayArena. Xhaka vio a Wirtz en el borde del ¨¢rea y le sirvi¨® un bal¨®n raso que el crack remat¨® con su diestra para colocarlo pegadito al palo del marco protegido por Grabara. Golazo.

Se creci¨® el Leverkusen, Wirtz y Schick perdonaron el segundo, pero apareci¨® Tah despu¨¦s de un c¨®rner ejecutado por Grimaldo para poner por delante al Leverkusen y darle comienzo a un final de la primera parte de infarto. Lo fue porque, justo despu¨¦s de que el internacional alem¨¢n pusiera por delante a los suyos, los de Hasenh¨¹ttl volvieron a venirse arriba para remontar el duelo en cuesti¨®n de ocho minutos. Un cabezazo de Bornauw y un latigazo desde la frontal de Svanberg volvieron a enmudecer al estadio. El rostro de Xabi al encarar el t¨²nel de vestuarios era un poema.

Pero no tard¨® en volver a sonre¨ªr. Nada m¨¢s regresar al terreno de juego, los visitantes se olvidaron de Hincapi¨¦ en un c¨®rner y el ecuatoriano volvi¨® a poner las tablas por medio de un testarazo. Fue a por m¨¢s el campe¨®n y tuvo el gol de la victoria en las botas de Schick y Boniface, pero se le termin¨® resistiendo hasta que lleg¨® la fase que m¨¢s le gusta al Leverkusen: el tiempo a?adido. En el 90, el Wolfsburgo se qued¨® con diez despu¨¦s de que Gerhardt viera roja directa por pisar a Frimpong y, tres minutos despu¨¦s, el cuero le cay¨® a Boniface cerca del ¨¢rea chica y el nigeriano, media vuelta inclu¨ªda, finaliz¨® con la zurda para hacer estallar de nuevo al BayArena. En el ¨²ltimo suspiro. Una vez m¨¢s.

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