Un proyecto a la deriva
El PSG se encuentra en una situaci¨®n delicada otro a?o m¨¢s. Ni siquiera tiene garantizada la Ligue 1. El Parque de los Pr¨ªncipes es un polvor¨ªn contra la plantilla y est¨¢n hartos de promesas.
En mayo de 2022, el PSG pasaba de la decepci¨®n a la euforia. Nasser Al Khela?fi, con un Parque de los Pr¨ªncipes abarrotado, anunciaba la renovaci¨®n de Kylian Mbapp¨¦ por todo lo alto. Despu¨¦s de un a?o complicado, en el que ¨²nicamente se logr¨® el t¨ªtulo de la Ligue 1, mantener dos a?os, que podr¨ªan ser tres si el jugador ejecuta unilateralmente la opci¨®n suplementaria que dispone, a la pieza angular del proyecto, hacia ganar tiempo a un equipo que parec¨ªa abocado al ostracismo.
La llama de la felicidad fue poco a poco apag¨¢ndose. Aunque el PSG decidi¨® cambiar de entrenador y de director deportivo, anunciando las llegadas de Galtier y Luis Campos, un a?o despu¨¦s no s¨®lo se han repetido los errores, sino que la imagen del club se ha deteriorado todav¨ªa m¨¢s en un a?o para olvidar que, aunque no se ha cobrado sus primeras v¨ªctimas, podr¨ªa hacerlo en las pr¨®ximas semanas.
El tropiezo este domingo contra el Lorient, por 1-3, consumando la novena derrota del 2023, cinco m¨¢s que en todo el a?o pasado, no hizo m¨¢s que agudizar la crisis de un compendio de individualidades que ha tocado fondo definitivamente. Se estrell¨® contra la lona en marzo, despu¨¦s de caer con estr¨¦pito ante el Bayern en los octavos de Champions, dos semanas despu¨¦s de haber ca¨ªdo en manos del Marsella en los octavos de la Copa de Francia, pero el escenario podr¨ªa ser todav¨ªa m¨¢s pesimista. La victoria del conjunto marsell¨¦s este domingo le coloca a cinco puntos del PSG que, aunque dispone de un calendario muy favorable, los jugadores han tirado la toalla, esperando que acabe una temporada que est¨¢ siendo para olvidar.
El Parque de los Pr¨ªncipes, aun sin los ultras, sancionados por utilizaci¨®n de material pirot¨¦cnico, no titube¨® a la hora de dedicarle una sonora pitada a los jugadores. La afici¨®n est¨¢ harta de promesas vac¨ªas, de proyectos indefinidos, de futbolistas que no dan la talla con una masa salarial, que asciende a 729 millones de euros, in¨¦dita en el f¨²tbol. El Lorient fue otro de los equipos que oli¨® la sangre y la sabore¨® sin apenas resistencia.
Zidane, Mourinho o Motta, en la pole
El futuro del PSG es ominoso, desconocido, indescifrable. Empezando por el entrenador. Galtier, aunque repite sistem¨¢ticamente en las ruedas de prensa que ¡°est¨¢ legitimado¡± para entrenar al equipo la pr¨®xima temporada, est¨¢ acusando una falta de autoridad en el vestuario que podr¨ªa costarle el puesto. Los aficionados, incr¨¦dulos, piden su destituci¨®n desde hace meses. El club, entretanto, no quiere dar s¨ªntomas de puertas hacia fuera de debilidad y prefiere esperar hasta final de temporada para tomar una decisi¨®n. En el horizonte aparecen nombres como Zidane, Mourinho o Thiago Motta, pero analizando la situaci¨®n actual, es dif¨ªcil imaginar que un entrenador quiera entrar en uno de los vestuarios m¨¢s dif¨ªciles de gestionar de Europa, sino el que m¨¢s.
Los jugadores tampoco responden, en una clara evidencia de que el proyecto no da m¨¢s de s¨ª. Messi, contra el Lorient, se apag¨®. Verratti y Marquinhos, pesos pesados de la plantilla, encarnan el agotamiento mental y an¨ªmico de un equipo sin apenas alternativas en el banquillo. Y Ramos, que intenta apagar los incendios, se desvanece ante la falta de contundencia y liderazgo de sus compa?eros.
Dudas con Mbapp¨¦ y Messi; obst¨¢culo Neymar
El PSG gan¨® algo de tiempo con la renovaci¨®n de Mbapp¨¦, pero tendr¨¢ que lidiar la pr¨®xima temporada con la ampliaci¨®n de contrato, impredecible, del internacional franc¨¦s. El delantero pidi¨® garant¨ªas deportivas para seguir, algo que ni mucho menos le han garantizado Luis Campos, fichado precisamente por su cercan¨ªa al jugador, y Al Khelaifi, que teme perder a su estrella gratis la pr¨®xima temporada. Este verano, como viene siendo habitual, ser¨¢ decisivo para el proyecto. Si la direcci¨®n deportiva le ofrece certezas, la continuidad del crack de Bondy ser¨¢ posible. De lo contrario, existir¨¢ un culebr¨®n por el que ya pas¨® el club hace no mucho tiempo.
La salida de Messi parece ahora mismo ya una realidad. El argentino, fichado para ganar la Champions, ve c¨®mo el megaproyecto de estrellas forjado por Qatar se desvanece con la rapidez con la que cae un castillo de naipes. En diciembre lleg¨® a un principio de acuerdo con el PSG, pero el Mundial, la prematura eliminaci¨®n de Champions, los pitos del Parque de los Pr¨ªncipes y su deseo de volver al Barcelona, que tiene que cuadrar cuentas para acometer su vuelta, le alejan de la capital francesa. Si se consuma su salida, el conjunto parisino dispondr¨¢ de mayor margen econ¨®mico para el mercado de fichajes, cuyo objetivo es, sin duda, rodear de la mejor forma posible a Mbapp¨¦.
Con la posible renovaci¨®n de Ramos, sin oferta formal todav¨ªa, el PSG tambi¨¦n deber¨¢ lidiar con Neymar. Aunque Qatar quiere que salga en junio, su situaci¨®n contractual, con vinculaci¨®n hasta 2027 con la entidad de la capital francesa, hace casi imposible divisar un escenario en el que el brasile?o abandone el club. La ¨²ltima lesi¨®n que sufri¨®, en los ligamentos del tobillo izquierdo, le alejaron de los terrenos de juego en el momento m¨¢s decisivo de la temporada. Los aficionados, hartos, tambi¨¦n desean que salga. Pero Ney est¨¢ feliz en Par¨ªs y no piensa renunciar a un solo euro de su contrato.
El PSG vive en un bucle constante de decepciones. El pr¨®ximo mercado ser¨¢ trascendental, pero es el mismo mensaje que se lleva repitiendo a?os a orillas del R¨ªo Sena con pr¨¢cticamente el mismo desenlace, decepcionando continuamente. Si Qatar desea tener ¨¦xito en Europa, su gran obst¨¢culo desde hace diez a?os, deber¨¢ dar un giro de tuercas al proyecto, debilitado continuamente y con una amenaza real de terminar el a?o sin un solo t¨ªtulo, siempre y cuando el Marsella le recorte cinco puntos en los pr¨®ximos cinco partidos, misi¨®n casi imposible, aunque matem¨¢ticamente no se pueda decir lo contrario.