Santi Gim¨¦nez comanda un vendaval llamado Feyenoord

La fr¨ªa y h¨²meda noche de R¨®terdam y 45.000 espectadores acogieron este mi¨¦rcoles, un choque entre dos equipos necesitados de sumar para seguir vivos en este nuevo formato de Champions League, en el que ha sido el ¨²ltimo turno de partidos de esta sexta jornada. El partido, de forma sorprendente, comenz¨® volcado para la porter¨ªa local con dos ocasiones del Sparta de Praga en los primeros 3 minutos. Primero Solbakken y luego Birmancevic probaron los nervios del meta Wellenreuther.

Rodillo neerland¨¦s

Poco iba a durar el asedio del conjunto checo. El cambio de guardia lleg¨® a trav¨¦s del bal¨®n parado. En el minuto 8 de encuentro, Trauner anot¨® de cabeza muy solo tras un desv¨ªo del centro en el primer palo, que desajust¨® las marcas y que permiti¨® al central rematar pr¨¢cticamente sin elevarse del suelo. Ni el zaguero Vitik ni el cancerbero Vindahl consiguieron bloquear el testarazo picado que abri¨® el marcador.

Instantes despu¨¦s del saque de centro, Milambo recuper¨® el bal¨®n para el Feyenoord, encontrando un Sparta de Praga destartalado. Santi Gim¨¦nez, con un gran criterio, filtr¨® r¨¢pido para un Igor Paixao que, tras una breve conducci¨®n por el carril central, se perfil¨® para golpear con el interior de su pierna derecha y con una rosca preciosa, desatar la locura en De Kuip con el segundo gol en menos de un minuto. En el 18, Vitahl evit¨® el tercero del Feyenoord con una parada de absolutos reflejos. El meta sac¨® con su pierna derecha un remate de un Milambo omnipresente que defini¨® a bocajarro pero algo centrado.

Pasada la media hora de juego, Hadj Moussa dej¨® uno de los tantos de la jornada para redondear un primer tercio de partido de ensue?o en favor de los locales. El argelino, muy escorado en el costado derecho, sali¨® para su zurda y con un golpeo con una comba que desaf¨ªa a las leyes de la f¨ªsica, anot¨® muy ajustado ante la at¨®nita mirada de gran parte de la plantilla de un Sparta de Praga totalmente superado a muchos minutos a¨²n del descanso y que buscaba fuerzas en la flaqueza a trav¨¦s de una arenga improvisada de su capit¨¢n.

Un halo de esperanza

Al filo del descanso, llegar¨ªa la primera alegr¨ªa visitante entre tantos disgustos. Tras un saque de banda directo al ¨¢rea, Sorensen pein¨® al primer palo, y Hwang, en un intento por despejar, prolong¨® a¨²n mas para que Rrahmani anotase reba?ando desde el suelo, dejando as¨ª la puerta abierta a un atisbo de remontada. El alem¨¢n Stieler se demor¨® unos cinco minutos m¨¢s que permitieron alguna t¨ªmida ocasi¨®n en ambos lados del campo antes de decretar el final del primer tiempo.

El gol visitante en un momento clave, dej¨® un cambio en el guion del partido que puso a ambos equipos en disposici¨®n de subir una marcha m¨¢s. Este incremento de la intensidad se tradujo en dos tarjetas muy r¨¢pidas, una en cada conjunto (Vitik y Gim¨¦nez), adem¨¢s de una m¨¢s que vital parada de Wellenreuther a un disparo de Sadilek que iba buscando la cepa del poste izquierdo.

Los errores se pagan

Iron¨ªas de la vida, Sadilek fue verdugo de su propio equipo minutos despu¨¦s de estar a punto de poner a tiro el empate. El mediocampista checo err¨® el despeje de un centro algo defectuoso y provoc¨® una carambola que dej¨® vendidos a sus compa?eros ante un Santi Gim¨¦nez m¨¢s r¨¢pido y listo, que con un ligero toque de puntera volv¨ªa a ampliar la ventaja del Feyenoord, dejando as¨ª corta la palabra ¡®milagro¡¯ para los visitantes.

Tras el cuarto y sentenciador gol de Gim¨¦nez, ambos entrenadores decidieron realizar varios cambios con el fin de rotar, pensando en el ajetreado calendario de los equipos europeos antes de final de a?o. Ocho sustituciones repartidas que cambiaban pr¨¢cticamente la mitad de los protagonistas del encuentro. A 10 minutos del final y con un tono diferente, Thomas Beelen devolv¨ªa el favor previo de Sadilek, desviando un centro raso a su propia porter¨ªa y dejando un m¨¢s que maquillado 4-2 en el marcador.

Los ¨²ltimos minutos fueron de pl¨¢cido tr¨¢mite. La distancia cosechada en aquel primer arre¨®n fue suficiente para que el Feyenoord tuviera un final libre de sobresaltos y poder as¨ª, disfrutar de la cosecha de 3 puntos vitales que colocan al conjunto neerland¨¦s en una buena posici¨®n para convertirse en equipo de dieciseisavos y mantener vivo el sue?o.

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