Roma no se hizo para la Real

La pesadilla de la Real Sociedad en Roma continu¨® con el partido en el Ol¨ªmpico contra el Lazio, con una derrota de las que duelen mucho por la manera y las sensaciones, y que le deja sin opciones de terminar entre los ocho primeros de la Europa League. Deber¨¢ consolarse, que tampoco es poco, con meterse en la ¨²ltima jornada en la clasificatoria de playoff. Y por lo menos depende de s¨ª misma. Pero el partido es para olvidar, especialmente una primera parte en la que todo le sali¨® mal y en la que le dio la puntilla la expulsi¨®n de Aihen Mu?oz, que le hizo demasiado da?o. Los biancoceleste olieron la sangre y le aniquilaron. Marcaron tres goles en 45 minutos, pero pudieron ser muchos m¨¢s. Viendo lo que pas¨® hace dos a?os, lo que ha ocurrido esta vez, y lo sucedido con los ultras por las calles, parece que Roma no se hizo para la Real Sociedad.

Todo lo que sucedi¨® en la primera parte fue negativo. Nada le fue a favor. Y eso, unido a su p¨¦sima puesta en escena, provoc¨® que se fuera al descanso con el partido visto para sentencia y con uno menos por la expulsi¨®n de Aihen Mu?oz. Pudo ser rigurosa, porque el de Etxauri s¨®lo hizo dos faltas, pero en la segunda ten¨ªa que haber medido mejor porque ya ten¨ªa una tarjeta. Fue la jugada clave del partido, porque lo condiciona absolutamente todo y desmorona totalmente a un equipo txuri-urdin desdibujado y desconocido. En los siguientes cinco minutos todo se fue al traste, porque la expulsi¨®n le deja noqueada a la Real, sin capacidad, de reacci¨®n, y recibe dos goles para ponerse 3-0 en el marcador que pr¨¢cticamente dejaba la historia vista para sentencia.

Los primeros quince minutos fueron del Lazio. El dinamismo, la velocidad y el f¨²tbol vertiginoso de los de Baroni super¨® por todos los lados a la defensa de la Real Sociedad. Su salida al campo fue muy deficiente, impropia de un equipo que quer¨ªa en el Ol¨ªmpico pelear por entrar en octavos de final de la Europa League. Fue un desastre. Tanto que recibi¨® a los cinco minutos el 1-0 con gol de Mario Gila. Y pudo recibir el 2-0, pero Brais M¨¦ndez despej¨® la pelota en boca de gol y tuvo suerte de que VAR corroborara que no hab¨ªa entrado del todo. Aquello parec¨ªa una bola extra para los realistas, que despertaban de su deficiente inicio para adelantar l¨ªneas, presionar m¨¢s arriba con valent¨ªa y tener m¨¢s pelota. Fueron los mejores minutos de los txuri-urdin. Los ¨²nicos realmente que merecieron la pena en Roma. El balance fue que Sucic tir¨® al palo y el empate estuvo cerca y que Becker se precipit¨® en una buena contra de los realistas. No empat¨®, y entonces lleg¨® la jugada que lo marca todo, que lo empa?a, que lo ensucia y emborrona.

Aihen Mu?oz es expulsado por una acci¨®n evitable y la Real se viene abajo. Incomprensiblemente. Porque quedarte con uno menos no te puede afectar tanto. Era la media hora del partido. Quedaba todav¨ªa mucho por jugar. O no. Porque en el siguiente minutos el Lazio marc¨® el 2-0, Zaccagni en otro desajuste defensivo clamoroso de los donostiarras. Y tres minutos m¨¢s tarde el Tati Castellanos marcaba el 3-0 en otra acci¨®n m¨¢s defendida por los realistas. Y ya todo se fue al garete. Era como una pesadilla de la que no eres capaz de despertar.

El descanso sirvi¨® para que Imanol diera descanso a sus principales espadas pensando en lo que viene y sabiendo que lo de Roma estaba visto para sentencia. Pero tambi¨¦n para hiciera un movimiento curioso, pero quiz¨¢ hasta l¨®gico. Tal y como estaba la din¨¢mica del partido que apuntaba a una goleada sonrojante, sali¨® con defensa de cinco y con cuatro centrocampistas por delante, renunciando totalmente al ataque. Hab¨ªa que pensar en el golaveraje tan importante en este sistema de competici¨®n. Al menos, a pesar de los cambios y la forma de afrontar la segunda mitad con el equipo pegando el culo a Remiro, tuvo los arrestos de mirar hacia arriba y en un intento de demostrar car¨¢cter y revelarte a lo que estaba pasando, marcar el 3-1, despu¨¦s de un remate De Aramburu, cuyo rechace caz¨® de cabeza Barrenetxea. Era el ep¨ªlogo de la noche triste en Roma de una Real que ya no podr¨¢ estar entre los ocho primeros, pero que como mal menor, dentro del desastre sin paliativos, depende de s¨ª misma ante el PAOK para clarificarse para la eliminatoria de playoff de dieciseisavos, y con factor cancha a favor. Algo es algo. Quien no se consuela es porque no quiere.