ITALIA
Muere Vialli, leyenda del Calcio
El ex delantero de Sampdoria, Juventus y Chelsea, entre otros, ha fallecido a los 58 a?os tras una larga enfermedad.
El f¨²tbol vive otro terrible luto. Tras el de Sinisa Mihajlovic y de Pel¨¦, el Calcio llora el fallecimiento de Gianluca Vialli. El exdelantero de Cremonese, Sampdoria, Juventus y Chelsea, ten¨ªa 58 a?os y en el pasado mes de diciembre hab¨ªa anunciado la suspensi¨®n de sus compromisos con la selecci¨®n italiana debido al complicarse de su situaci¨®n de salud. Vialli llevaba desde 2018 luchando con un c¨¢ncer de p¨¢ncreas y deja su mujer Cathryn, con la que se cas¨® en 2003, y sus hijas Olivia y Sofia.
Como futbolista, Vialli fue un excepcional delantero, autor de 259 goles en 673 partidos en sus clubes y, adem¨¢s, 16 tantos en 59 presencias como azzurro. Gan¨® cuatro Copas de Italia, dos Scudetti (uno de ellos, legendario, con la Sampdoria), dos Supercopas de Italia, una FA Cup, una Copa de Liga inglesa, dos Recopas de Europa, una Copa de la UEFA, una Champions y una Supercopa europea. Tambi¨¦n vivi¨® un breve periplo como entrenador en los banquillos de Chelsea (entre 1998 y 2000, siendo tambi¨¦n futbolista durante seis meses) con el que gan¨® una Copa de la Liga, una FA Cup y un Charity Shield, y Watford (2001/02). Desde 2019, trabajaba como jefe de la delegaci¨®n italiana al lado de su amigo Roberto Mancini: la imagen de ambos abraz¨¢ndose entre l¨¢grimas en Wembley, cuando Italia se coron¨® campeona de Europa en 2021, es leyenda.
La Eurocopa vivida al lado de su ¡°gemelo del gol¡±, Roberto Mancini sirvi¨® para cerrar las cuentas pendientes con Wembley. Ambos, en la Sampdoria, adem¨¢s de ganar el scudetto llegaron a jugar hasta una final de Champions ante el Bar?a, en 1992, justo en el estadio ingl¨¦s, donde 19 a?os despu¨¦s fueron campeones de Europa. Vialli vivi¨® esta haza?a en condiciones f¨ªsicas precarias, pero con la fuerza de siempre, como afirm¨® ¨¦l mismo antes de la Eurocopa: ¡°No estoy luchando contra el c¨¢ncer, porque no creo que podr¨ªa ganar esa batalla. Es un rival mucho m¨¢s fuerte que yo. Es un compa?ero de viaje indeseado, pero no puedo hacer nada en contra de ¨¦l. Se subi¨® al tren conmigo y yo debo seguir el viaje con la cabeza agachada, sin rendirme nunca y esperando que este compa?ero indeseado se canse y me deje vivir tranquilamente muchos a?os m¨¢s, porque hay muchas cosas que quiero hacer¡±. Su historia se acab¨® en Londres, donde estaba ingresado. All¨ª, una ¨²ltima vez.
