ARGENTINA
Menotti: el primer rom芍ntico del banquillo
Campe車n del mundo como entrenador con Argentina en 1978, su figura trascendi車 a los resultados. Se le reconoce por una idea, las idas y venidas con Maradona y la &guerra* con Bilardo.
※El gol debe ser un pase a la red§. Seguramente sea imposible resumir mejor en una sola frase toda una filosof赤a de entender el f迆tbol. Una simple idea para desmenuzar una compleja personalidad. Un discurso que aboga por la felicidad y la belleza. Un hombre concienzudo, estudioso y de lengua, casi siempre, cabal. C谷sar Luis Menotti (Rosario, Argentina, 22 de octubre de 1938- Buenos Aires, Argentina, 5 de mayo de 2024) contaba casi con los mismos incondicionales que detractores por su forma tan personal de implicarse en todo lo que hac赤a y dec赤a. No dejaba indiferente a nadie. Tanto fue su predicamento que hay quien sostiene que existe una corriente futbol赤stica basada en su concepto del juego: el menottismo. ?l rechazaba tal extremo: ※Es un disparate, una boludez§. Lo que es indudable es el peso de su figura en la historia del f迆tbol. Guste o no guste, Menotti, fumador incansable de esos cigarrillos de tabaco negro que tanto le gustaban, era un personaje cargado de matices y absorbido por una identidad excepcional.
La pelota gobern車 toda su vida. Cito, como le conoc赤an en Fisherton, barrio rosarino en el que creci車, era un obsesivo del f迆tbol desde chico. Le encantaba jugar y analizar cada acci車n. Ten赤a ya alma de entrenador. Las canchas de Uni車n Americana, el club social y deportivo donde empez車 todo, fueron su primer lugar de aprendizaje. Fan芍tico de Rosario Central por est赤mulo de sus viejos, en su adolescencia idolatraba a Tato Mur, estrella en aquel momento de los Canallas, que tuvo posteriormente un paso fugaz por el Barcelona en la d谷cada de los 50.
Menotti comenz車 a destacar en las Ligas con Argentino de Marcos Ju芍rez, club de la provincia de C車rdoba. Ganaba cerca de 1.000 pesos al mes. Luego lleg車 el salto a Rosario Central. Ingres車 en los reservas del conjunto rosarino y pronto pas車 al primer equipo. Debut車 ante Boca en 1960 marcando uno de los goles del triunfo de su equipo (3-1). Era un mediapunta h芍bil, con gran golpeo de bal車n y visi車n de juego. ※Puede que sea muy vanidoso, pero si me dan a elegir me parec赤a a Riquelme§, se?al車 en una profunda y atractiva entrevista con El Gr芍fico en 2014. Menotti jug車 en Racing, Boca, en los New York Generals, en el Santos (fue compa?ero de Pel谷) y en la Juventus de Brasil. Adem芍s, visti車 11 veces la camiseta de la albiceleste. Pudo ser m芍s de lo que realmente fue. No casaba con la idea de f迆tbol aguerrido y de trazo grueso que imperaba en Argentina. ※Un f迆tbol de mierda§, seg迆n sus propias palabras. Las inquietudes t谷cnicas y creativas que abrumaban su ideario le hicieron tener m芍s de un encontronazo con sus entrenadores. Andaba loco por cruzar la &raya* y sentarse en el banco para cambiar la fisionom赤a del f迆tbol.
Central de C車rdoba le brind車 su primera oportunidad como ayudante del &Gitano* Su芍rez. Jam芍s pod赤a imaginar cu芍l ser赤a su siguiente parada. Newell*s, rival por antonomasia de Rosario Central, le plante車 ser su entrenador en 1970. Menotti declin車 la propuesta, pero s赤 acept車 asumir la construcci車n del equipo y llam車 al &Gitano* para que fuera el director t谷cnico. ?l ser赤a su segundo. Juntos fijaron los cimientos del conjunto que ser赤a campe車n en 1974 con futbolistas como Obberti, Chazarreta, Zanabria, Cabrero#
Vi谷ndose preparado, acept車 un a?o m芍s tarde la oferta de Hurac芍n. La leyenda de Menotti empez車 a labrarse al armar un equipo cuyo legado inmortal trastoc車 la pauta cl芍sica del f迆tbol argentino y supuso una evoluci車n est谷tica extraordinaria. El Flaco afianz車 una hoja de ruta donde el buen trato de bal車n y el juego colectivo y de posesi車n eran innegociables. La escultural puesta en escena de aquel conjunto alcanz車 merecido premio. Hurac芍n, un club vinculado a la alegr赤a del barrio obrero y del tango, conquist車 su 迆nico t赤tulo en la era del profesionalismo: el Campeonato Metropolitano de 1973. Su formaci車n pas車 a la historia: Roganti; Chabay, Buglione, Basile, Carrascosa; Brindisi, Russo, Babington; Houseman, Avallay y Larrosa. ※Hurac芍n aliment車 el imaginario de una primavera futbol赤stica y social§, escribi車 el soci車logo Roberto Di Giano. ※Hurac芍n salv車 el f迆tbol argentino§, lleg車 a afirmar el propio Menotti.
El 谷xito hist車rico de Hurac芍n vino acompa?ado de una ola de cambio pol赤tico en Argentina. El peronismo fue legalizado otra vez y volvi車 a ganar en las elecciones del 73 tras ocho a?os sin democracia. Aquel Hurac芍n fue algo m芍s que un equipo. Canaliz車 la ilusi車n de las clases desfavorecidas y ayud車 a empujar la llegada de un nuevo tiempo. Brindisi, Babington, Houseman, Russo, Basile, Carrascosa y el propio Menotti firmaron una carta reclamando ※un deporte para el pueblo§ y ※el retorno incondicional de Per車n§. El Flaco, sin embargo, acab車 desencantado con el peronismo. Una conversaci車n con su amigo Chacho Rena le hizo abrir los ojos: ※Mira d車nde se fue Per車n a Panam芍 con un dictador, y despu谷s a Paraguay con Stroessner, otro dictador, y a Espa?a con Franco, ?no te dice nada eso?§. Se afili車 al Partido Comunista.
Es indisociable las ideas pol赤ticas de su credo futbol赤stico. Menotti, un hombre comprometido con su propia conciencia, ti?車 de un toque personal a todos sus equipos, donde priorizaba la inspiraci車n individual en beneficio del esp赤ritu colectivo. ※?A qu谷 es igual sistema en f迆tbol?§, le preguntaron una vez. ※Todo lo sistem芍tico es un lugar de protecci車n para la mediocridad, o falta de creatividad o imaginaci車n. Yo creo m芍s en el arte§, respondi車. Cre赤a y cree en el talento y la inteligencia del futbolista por encima de todo.
Su obra en Hurac芍n le llev車 hasta la selecci車n argentina en 1974. El reto era gigante. Ganar la Copa del Mundo de 1978 en casa. Lo primero era recuperar el orgullo de una selecci車n desorientada. Menotti pretend赤a, adem芍s, consolidar un bloque que maravillase con un f迆tbol de alta escuela. Ambas cosas no pudieron ser. El golpe militar de 1976, que deriv車 en ocho a?os de dictadura, compuso un escenario espinoso. El Flaco pens車 varias veces en renunciar. Nunca lo hizo.
La dictadura militar, comandada por Videla, ansiaba un triunfo hist車rico. El Mundial era una cuesti車n de estado. Menotti nunca lo ha admitido, pero posiblemente traicion車 su propia doctrina. Dej車 a un lado a futbolistas fantasiosos como Brochini, Maradona o Brindisi, ninguno convocado, y dio brillo a jugadores de corte m芍s f赤sico como Kempes, Gallego o Ardiles. El envite result車 ganador, no exento de pol谷mica. Las sospechas de compra de partidos ante Polonia (2-0) y, sobre todo, Per迆 (6-0) siguen hoy vigentes. La albiceleste alcanz車 la final y someti車 a Holanda (3-1) con Kempes como principal baluarte. El m赤tico jugador del Valencia finaliz車 el Mundial como m芍ximo goleador. Argentina, oprimida por una dictadura, era campeona del mundo. Los cr赤ticos de Menotti le acusan de haber participado en aquel ※circo§ y ser ※c車mplice§ de un sistema abusivo. ※Nadie me va a quitar ser el entrenador de la selecci車n del 78. Era un equipo invencible, el equipo del pueblo. Mi relaci車n era con el f迆tbol, no con el Proceso. ?Esa miserable cobard赤a de meter el f迆tbol en la pol赤tica!§, replicaba siempre El Flaco. Si la controversia por aquel Mundial todav赤a genera debate, la no convocatoria de Maradona contin迆a en boca de toda Argentina.
La relaci車n de Menotti con El Pelusa siempre fue muy especial. Para lo bueno y para lo malo. Fue El Flaco quien realiz車 un informe secreto para el Barcelona sobre las caracter赤sticas de Maradona: ※Juvenil. Naci車 30-10-1960. Tiene unas cualidades t谷cnicas prodigiosas, regate f芍cil siempre en profundidad. Tiene una visi車n de l赤nea recta cara al gol, pero sabe desprenderse del bal車n en beneficio del compa?ero mejor situado. Reflejos extraordinarios. Protege el bal車n muy bien para jugarlo acto seguido con gran eficacia. Sus pases cortos y disparos son pura maravilla. Cambios de ritmo prodigiosos§. Adem芍s, Menotti calific車 con un 9,50 la velocidad, el arranque, la velocidad sin pelota y la agilidad del Diez. Le puso 9,10 a su rapidez con la pelota, un 8 a la potencia de salto y un 10 a su fuerza mental, poder de sufrimiento, concentraci車n y personalidad. El informe lo elabor車 tras un Boca-Argentinos disputado el 13 de agosto de 1978, justo despu谷s del Mundial.
※Ese d赤a, el m芍s triste de mi carrera, jur谷 que ir赤a por la revancha. Fue la desilusi車n m芍s grande de mi vida, lo que me marc車 para siempre, lo que me defini車§, recordaba Maradona sobre el momento en que conoci車 que no jugar赤a la Copa del Mundo del 78. Menotti tampoco lo olvid車: ※Dud谷 mucho y me doli車 mucho ?Yo ten赤a un enamoramiento con Diego!§. ※Sab赤a que iba a llegar lejos y a jugar otros Mundiales§, esgrim赤a como justificaci車n. ※Yo sent赤a en mis piernas, en mi coraz車n y en mi mente que yo les iba a demostrar que iba a jugar muchos Mundiales. Eso mismo me dec赤a Menotti, pero yo no entend赤a sus razones§, defend赤a el legendario &10∩. ※No me arrepent赤 porque fuimos campeones§, insist赤a El Flaco.
Menotti s赤 llam車 a Maradona para el Mundial de Espa?a de 1982. Argentina part赤a como favorita, pero cay車 ante Italia (※nos robaron, fue una verg邦enza, a Diego lo mataron§) y Brasil. Fue su despedida como seleccionador. Luego dirigi車 al Barcelona, Boca, Atl谷tico de Madrid, River Plate, Pe?arol, a la selecci車n de M谷xico, Independiente, Sampdoria, Rosario Central y Tecos. No pudo repetir victorias pasadas. S車lo con el Barcelona gan車 t赤tulos: la Copa del Rey, la Copa de la Liga y la Supercopa de Espa?a. Su estancia en el Atl谷tico fue la m芍s volc芍nica. ※Jam芍s he vivido una situaci車n de tanta tensi車n§, rememora sobre su relaci車n con Jes迆s Gil, que cuestionaba en p迆blico su labor profesional. Los resultados no acompa?aron a El Flaco.
Con todo, la autoestima de Menotti nunca se resquebraj車. ※A lo 迆nico que doy importancia en el f迆tbol es a poder quitarle un defecto o agregarle algo a un futbolista§, afirma. Su concepci車n rom芍ntica del f迆tbol colisionaba frontalmente con la corriente defendida por Bilardo, el otro gran entrenador argentino, que hizo campeona del mundo a la albiceleste en 1986 y subcampeona en 1990. El Narig車n antepon赤a el resultado sobre cualquier cuesti車n. Las disputas verbales y p迆blicas entre ambos fueron una constante durante las d谷cadas de los 80 y 90. ※El f迆tbol es tan generoso que evit車 que Bilardo se dedicara a la medicina§, lleg車 a decir con sorna Menotti. ※Con el 迆nico entrenador que podr赤a sentarme a hablar es con Beckenbauer, porque fue subcampe車n del mundo con Alemania en M谷xico (1986) y gan車 despu谷s la Copa del Mundo en Italia (1990), no en casa§, expuso Bilardo en clara referencia al t赤tulo que consigui車 谷l y al que logr車 Menotti, en Argentina, bajo la dictadura militar. El 3 de noviembre de 1996 se enfrentaron por primera vez en un terreno de juego. ※Menotti contra Bilardo§, se promocion車 el partido. El primero entrenaba a Independiente; el segundo, a Boca. En un partido tenso, sin continuidad, poco vistoso, ?gan車 Menotti! Un solitario gol de Guerrero dio el triunfo a Independiente. Aquel encuentro figura entre los incunables del f迆tbol argentino.
Menotti ha fallecido a los 85 a?os, no sin antes saborear el Mundial de Qatar como director de la AFA. Ya no fumaba. En 2011 fue internado por una afecci車n pulmonar. ※De vez en cuando prendo un cigarrillo y no trago el humo. Pero ya lo venc赤§, confesaba. Conservaba tambi谷n una memoria prodigiosa y su gusto futbol赤stico permaneci車 inamovible, declar芍ndose un gran admirador de Guardiola (※es el mejor entrenador de los 迆ltimos 30 a?os§) y orgulloso de su legado. ※No creo en la inmortalidad, pero mi nombre estar芍 siempre presente en la historia del f迆tbol argentino, porque le he dado la vida§.
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