Mbapp¨¦ y Messi hacen trizas al Marsella

Kylian Mbapp¨¦ y Leo Messi. Leo Messi y Kylian Mbapp¨¦. Los dos, imparables, decidieron el Cl¨¢sico contra el Olympique de Marsella, por 0-3, en una exhibici¨®n apote¨®sica de ambos. El franc¨¦s marc¨® un doblete, dio otra asistencia e igual¨® el r¨¦cord de 200 goles de Edinson Cavani en el PSG. El rosarino, por su parte, otorg¨® dos asistencias y marc¨® un gol gracias a una extraordinaria asistencia del talento de Bondy. Fue un mon¨®logo del PSG. No hubo partido, no hubo ni siquiera emoci¨®n, que es lo que caracteriza a este tipo de encuentros y el l¨ªder de la Ligue 1 sentenci¨® pr¨¢cticamente el campeonato.

Se daban todos los ingredientes para que el Cl¨¢sico se convirtiera en uno de los mejores de la ¨²ltima d¨¦cada. El Marsella, que ya hab¨ªa sido verdugo del PSG en los octavos de Copa, tambi¨¦n en el V¨¦lodrome, quer¨ªa so?ar con un t¨ªtulo impensable a principios de temporada. Los parisinos, por su parte, buscaban una inyecci¨®n definitiva antes de jugarse su temporada en el Allianz contra el Bayern, el 8 de marzo. La victoria contra el Lille, despu¨¦s una remontada apote¨®sica en el tramo final, cort¨® una racha de tres derrotas seguidas y fortaleci¨® la uni¨®n con la afici¨®n.

Galtier dej¨® claro con su once que para evitar una debacle como la de Copa hab¨ªa que reforzar la defensa, o lo que es lo mismo, acumular m¨¢s efectivos desde la primera l¨ªnea para invitar a presionar al Marsella. Tres centrales, dos carrileros, Mukiele en la derecha por la lesi¨®n de Achraf, y Messi y Mbapp¨¦ en ataque. Volv¨ªa a un sistema con el que el PSG mostr¨® a principios de temporada su mejor versi¨®n.

El primer tiempo fue una sangr¨ªa total del PSG. Igor Tudor hab¨ªa tenido ¨¦xito en Copa a trav¨¦s de sus infernales marcajes individuales por todo el campo, pero se olvid¨® de que enfrente estaba Mbapp¨¦, un Ferrari al espacio que no perdona ni un cent¨ªmetro si se lo das. Bailly, que jugaba de titular por el sancionado Mbemba, sufri¨® las consecuencias del exprimido sistema del t¨¦cnico croata. No pudo con ¨¦l en toda la primera parte y pidi¨® a gritos desde el principio el descanso.

El PSG perdi¨® a comienzos de mes tres partidos seguidos y en dos de ellos no estuvo Mbapp¨¦. No fue casualidad. El internacional franc¨¦s es, probablemente, el mejor jugador del mundo. Aprovechando un extraordinario pase de Messi, enga?¨® a Pau L¨®pez para hacer el 0-1 con una facilidad extraordinaria. Y, un minuto despu¨¦s, justo cuando el Marsella intentaba levantarse del mazazo, asisti¨® al argentino con un pase que perfectamente lo podr¨ªa haber firmado Messi. Los dos goles, justos, pudieron ser m¨¢s. El Marsella agonizaba, el PSG ol¨ªa la sangre. Messi, con la derecha, pudo sentenciar, pero su disparo se march¨® alto, en una de esas ocasiones que no acostumbra a fallar. Mbapp¨¦ tambi¨¦n perdon¨®. Le dejaba con vida el PSG a su m¨¢ximo rival, aunque la superioridad hab¨ªa sido aplastante.

Messi y Mbapp¨¦ perdonan una vez. Dos ya no. El Marsella no aprendi¨® la lecci¨®n, continu¨® con sus f¨¦rreos y exacerbados marcajes individuales por todo el campo y le cedi¨® el partido definitivamente. Bailly, que acab¨® sustituido porque no pudo con el delantero galo, volvi¨® a sucumbir con Mbapp¨¦, que aprovech¨®, otro m¨¢s, un gran pase de Messi para batir a Pau L¨®pez con la izquierda, igualando a Cavani como m¨¢ximo goleador hist¨®rico del club y sentenci¨®, si es que no lo estaba ya, un partido que confirma que el PSG est¨¢ de vuelta. El 0-3 fue m¨¢s que justo e incluso se qued¨® corto.