¡°Lo que vi en Marsella no lo hab¨ªa visto en mi vida¡±

Casi un mes despu¨¦s de haber anunciado su salida del Olympique de Marsella debido a la situaci¨®n insostenible con los ultras que exist¨ªa en el club, Marcelino Garc¨ªa Toral concedi¨® una entrevista al diario L¡¯?quipe en la que repas¨® c¨®mo se produjo su renuncia, el poder de los radicales dentro de la ciudad del sur de Francia y, adem¨¢s, la in¨¦dita situaci¨®n que vivi¨® durante los dos meses en los que fue entrenador del hist¨®rico equipo franc¨¦s. El asturiano, en declaraciones al peri¨®dico, confes¨® que en ¡°veinte a?os jam¨¢s hab¨ªa visto algo igual¡± y, a su vez, asegur¨® que el Marsella es un club en el que ¡°crear un proyecto es imposible¡±.

Su salida del Marsella tras el empate contra el Toulouse: ¡°El lunes entrenamos con normalidad. Luego, por la noche, Pablo (Longoria, el presidente) me llam¨® y me cont¨® lo que acababa de ocurrir en la sede del club. ?l y los dem¨¢s directivos hab¨ªan recibido amenazas, y pr¨¢cticamente les estaban obligando a dejar sus puestos de trabajo. Longoria estaba triste, sorprendido y tambi¨¦n conmocionado porque le hab¨ªan amenazado. Le invadi¨® la frustraci¨®n. Hay cosas que no se pueden aceptar. En la vida y, por supuesto, en el f¨²tbol. No es un comportamiento normal. El lunes por la noche no tuvimos una discusi¨®n muy larga, porque sab¨ªamos que nos ver¨ªamos el martes por la ma?ana¡±.

C¨®mo se sintieron tras los episodios con los ultras: ¡°Muy enfadados, decepcionados y tristes. Hab¨ªamos puesto todo nuestro entusiasmo en desarrollar un proyecto muy atractivo en un gran club. En cualquier caso, pens¨¢bamos que era un gran club en todos los sentidos de la palabra, pero estos deplorables acontecimientos demuestran que no es un club tan grande como nos gustar¨ªa. Algunos hinchas radicales que quieren influir constantemente en los acontecimientos est¨¢n impidiendo que sea un gran club¡±.

Situaci¨®n in¨¦dita en sus 20 a?os de entrenador: ¡°Estuve veinte a?os como entrenador, y casi veinte como jugador profesional antes de eso, y nunca hab¨ªa visto nada igual en mi vida. Y no creo que vuelva a verlo. Al menos eso espero. Es una forma de hacer las cosas que est¨¢ muy lejos de lo que deber¨ªa ser la realidad en 2023 en un pa¨ªs civilizado. El f¨²tbol es pasi¨®n, de acuerdo, pero hay l¨ªmites¡±.

Si el Marsella es un club en el que no se puede trabajar serenamente: ¡°Mi brev¨ªsima experiencia me lleva a pensar que ¨¦ste es un club en el que crear un proyecto es absolutamente imposible. Porque un club tan grande no puede ser manipulado por unos pocos. Los clubes serios se dirigen de arriba abajo, y cada problema, cada situaci¨®n se gestiona y se sanciona si es necesario. Los aficionados son aficionados, transmiten pasi¨®n y son necesarios. Vivir los partidos en casa en el Vel¨®drome es m¨¢gico, de verdad, es diferente a todo lo que he vivido. As¨ª que los aficionados animan, los directivos trabajan y, al final de la temporada, hacemos balance. Pero no despu¨¦s de dos meses. Eso parece significar que todo se ha orquestado con mucha antelaci¨®n. Los clubes tienen que evolucionar, no retroceder. Y el OM, como demuestran los resultados desde hace tiempo, es un club que, en lugar de evolucionar, retrocede¡±.

C¨®mo se encuentra actualmente: ¡°Estoy mejor que hace tres semanas, pero mi personal y yo seguimos enfadados porque no nos dejaron trabajar. Era una situaci¨®n irreal y asfixiante. Estos hinchas radicales tienen tanta influencia, y estoy convencida de que la mayor¨ªa de los hinchas piensan de otra manera, que incluso se oponen totalmente a esta forma de actuar. Pero es algo que hemos permitido durante a?os. Y hoy es dif¨ªcil erradicarlo. No s¨¦ si se est¨¢ haciendo todo lo posible para erradicarlo¡±.

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