BRASIL
Lluvia de ¡®Mourinhos¡¯ en Brasil
Brasil se ha caracterizado por atraer a los entrenadores portugueses desde hace tiempo. Artur Jorge con Botafogo es el ¨²ltimo nombre de una larga lista.
Por cultura e idioma seguramente el paso no sea tan grande. Los entrenadores portugueses se ven atra¨ªdos desde hace tiempo por Brasil. El potencial econ¨®mico que han ido adquiriendo los clubes del Brasileirao puede invitar a proyectos ambiciosos que emulen lo que intentan conseguir en Europa, adem¨¢s de poder hacerse un nombre en un torneo que actualmente no tiene sombra en Sudam¨¦rica.
La llegada de Artur Jorge a Botafogo, que pag¨® al Sporting Braga 2 millones de euros para hacerse con el t¨¦cnico natural de la ciudad portuguesa, es el ¨²ltimo reflejo de este camino que est¨¢n haciendo los entrenadores desde el viejo continente hacia el pa¨ªs sudamericano para seguir sus carreras al frente de los banquillos. No obstante, es un nombre m¨¢s a la larga lista que ha ido acumulando Brasil al frente de sus equipos.
Jorge Jes¨²s se convirti¨® en uno de los m¨¢ximos exponentes en este sentido. Pese a que su periodo en Sudam¨¦rica fue corto, el actual entrenador del Al Hilal consigui¨® ganarlo todo con Flamengo. Su figura sobrepas¨® completamente lo temporal, estableciendo una exigencia que todav¨ªa hoy perdura en uno de los clubes m¨¢s potentes dentro de Brasil.
Abel Ferreira con Palmeiras tambi¨¦n se ha convertido en uno de esos nombres que marcan un antes y un despu¨¦s en el historial de entrenadores portugueses en la Serie A. A mayores son los ¨¦xitos, m¨¢s arriba se establece el baremo para compararlos. Todos los clubes que realizan estas apuestas buscan su nombre propio que coloque a los equipos en lo m¨¢s alto... Con un ¨¦xito que intenta llevar consigo la obtenci¨®n de trofeos.
A pesar de que los ejemplos de entrenadores portugueses que han conseguido elevarse a lo m¨¢s alto son claros, la losa de los que no lo consiguen tambi¨¦n supone un punto importante para el pa¨ªs europeo. Paulo Sousa, Vitor Pereira, Lu¨ªs Castro, Renato Paiva, Bruno Lage o Ivo Vieira son algunos de los ejemplos que demuestran que la gloria no est¨¢ garantizada, y que obtener cierta notoriedad no es una tarea sencilla.
Los clubes brasile?os han acostumbrado a demostrar que la paciencia no es una de las cualidades con sus entrenadores. Los cambios est¨¢n a la orden del d¨ªa, y uno de los mejores ejemplos m¨¢s recientes se encuentra en el propio Botafogo. El club de R¨ªo de Janeiro tuvo un 2023 convulso en el que ganar el Brasileirao se acab¨® convirtiendo en una pesadilla dif¨ªcil de explicar, con uno de los cierres de campeonato m¨¢s inestables que se recuerdan, llevando por medio varios cambios de t¨¦cnicos -hasta cuatro en total- ante la ca¨ªda en picado que sufri¨®.
Esta internacionalizaci¨®n de los entrenadores portugueses tambi¨¦n viene marcada con letra gruesa por uno de los t¨¦cnicos que m¨¢s logros obtuvo una vez dej¨® atr¨¢s Portugal. Jos¨¦ Mourinho se convirti¨® en el ¡®creador¡¯ de una escuela que todav¨ªa hoy perdura. Siendo santo y se?a del potencial que hab¨ªa en el pa¨ªs de la Pen¨ªnsula Ib¨¦rica tras la l¨ªnea de cal, y demostrando que la apuesta por sus compatriotas puede ser segura.
En 2024 cuatro ser¨¢n los entrenadores portugueses que iniciaran las cosas en el Brasileirao. Abel Ferreira con Palmeiras, Pedro Caixinha con Red Bull Bragantino, Toni Oliveira con Corinthians y el reci¨¦n aterrizado Artur Jorge con Botafogo. En lo que dura toda la temporada, habr¨¢ que hacer recuento una vez acaben las cosas en la primera divisi¨®n brasile?a.
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