La Roma minimiza a la Real, que tendr¨¢ que apelar a la heroica

La Real Sociedad est¨¢ casi eliminada de la Europa League despu¨¦s de su derrota por 2-0 en el Ol¨ªmpico, en un partido en el que la Roma minimiz¨® sus virtudes y le acab¨® desesperando. El choque se jug¨® m¨¢s a lo que quiso Mourinho que a lo que propone Imanol, pero la clave realmente estuvo en las concesiones en su ¨¢rea de los donostiarras. Apenas llegaron dos veces los ¡®giallorossi¡¯ y marcaron, por culpa de dos regalos defensivos que te matan en Europa, especialmente el segundo. La plantilla transalpina no concedi¨® apenas y la Real se qued¨® sin marcar. De nada sirve que tengas m¨¢s posesi¨®n, y que en fases del partido te sientas mejor que el adversario. Las ¨¢reas definen los partidos, y a la Real la machacaron ah¨ª. Ahora tendr¨¢ que apelar a la heroica en el Reale Arena, no queda otra. No est¨¢ todo perdido, pero lo parece, sobre todo si no recupera el duende tanto en su ¨¢rea como en la del rival.

Las cosas se pusieron en su sitio desde muy pronto, desde el inicio. Porque la Real Sociedad se hizo due?a de la pelota, y la Roma de manera descarada rehu¨ªa esa posibilidad para jugar replegada y penalizar de manera constante los errores que pudiera cometer el equipo donostiarra. De inicio, era muy prudente, como si no quisiera exponerse demasiado, y el equipo de Mourinho era como si se limitase a esperar acontecimientos. Y los hubo. Al cuarto de hora Rico perdi¨® un bal¨®n en fase ofensiva, casi en el c¨®rner contrario, y se permiti¨® correr a Dybala, con demasiado campo por delante para ser feliz y generar mucho peligro. El argentino sirvi¨® entre l¨ªneas a Abraham, que, con un fino gesto t¨¦cnico, se quit¨® de encima a Zubeldia para poner un centro medido al segundo palo, al que llegaba libre de marca El Shaarawy. Ese gol lo cambiaba todo, porque el partido entraba en otro escenario.

Favorec¨ªa ese gol a una Roma que estaba encantada, porque su plan le permite jugar replegada para salir r¨¢pidamente a la contra. Se sent¨ªa c¨®modo el equipo de Mou, y la Real era presa de sus nervios y de sus dudas, a pesar de que l¨®gicamente la presencia de David Silva le daba m¨¢s personalidad con la pelota. No se descompuso del todo, con ocasiones para Kubo, el propio Silva y Gorosabel, pero estuvo m¨¢s cerca del segundo una Roma que penaliz¨® en exceso cada bal¨®n que perd¨ªan los donostiarras. No llegaba en mal momento el descanso para intentar recomponerse y coger con m¨¢s ¨ªmpetu la segunda parte.

Parec¨ªa que sal¨ªa con br¨ªos renovados el cuadro txuri-urdin tras su paso por vestuarios, porque dio un paso adelante con bal¨®n y oblig¨® a la Roma a meterse un poco m¨¢s atr¨¢s. Pero, aunque se mostraban ya superiores a los jugadores ¡®giallorossi¡¯, y el partido se jugaba por fin m¨¢s en campo del equipo italiano, las ocasiones brillaban por su ausencia, y eso desesperaba a los jugadores visitantes. Merino pudo empatar en una acci¨®n en la que lleg¨® desde la segunda l¨ªnea y remat¨® sobre la porter¨ªa de Rui Patricio. Tambi¨¦n tuvo otra Diego Rico, pero su disparo lo despej¨® el portero a c¨®rner.

Poco m¨¢s ocurri¨® en ataque. Porque llegaban a zona de ¨¢rea y se les fund¨ªan los plomos. Y mientras, Belloti era como un dolor de muelas para la defensa realista. Acompa?ado de Dybala, empezaban a girar el partido para que se jugara a lo que se quer¨ªa Mourinho. El 1-0 no era un buen resultado, pero ya el 2-0 del final les deja heridos de muerte. Otra vez por un gran centro de Dybala, y otra vez por un regalo defensivo. Kumbulla remat¨® un saque de esquina en el segundo palo absolutamente solo. As¨ª todo es m¨¢s complicado. Queda un halo de vida, pero despu¨¦s de lo visto en el Ol¨ªmpico, es complicado encontrarlo.