La nueva vida de Carroll en Francia: ¡°Voy al pub y nadie me dice nada¡±

Francia ha sido un remanso de paz y alivio para Andy Carroll. El largu¨ªsimo delantero y su ic¨®nica coleta siguen recorriendo campos de f¨²tbol aunque por primera vez en toda su carrera fuera de Inglaterra. Tras acabar contrato con el Reading y a sus 34 a?os, el de Gateshead pidi¨® a su agente una experiencia nueva y el Amiens, en la Ligue 2, disfruta de un goleador contrastado (un gol en seis partidos). Carroll, a su vez, est¨¢ gozando de una nueva vida mucho m¨¢s tranquila en Francia.

¡°Quer¨ªa un desaf¨ªo. Un desaf¨ªo en un pa¨ªs completamente diferente. Un nuevo comienzo. Habl¨¦ con mi agente y le dije: ¡°Cons¨ªgueme un club en el extranjero¡±. Vine aqu¨ª y era el indicado. Es un viaje de una hora y media hasta Calais y puedo tomar el transporte de regreso a Epping¡±, reconoc¨ªa. Adem¨¢s de la cercan¨ªa a su casa y del reto futbol¨ªstico, Carroll reconoce en Daily Mail que ahora goza m¨¢s en su tiempo libre. ¡°Aqu¨ª puedo llevar a mis hijos al zool¨®gico y no me dicen: ¡°Vamos pap¨¢¡± porque la gente me pide fotos o aut¨®grafos. Hay un peque?o pub a la vuelta de la esquina donde un par de chicos y yo fuimos a ver al Newcastle vencer al PSG la otra semana. ?Qu¨¦ partido! Nadie me dijo una palabra¡±, explicaba.

¡°Aqu¨ª puedo entrar a la panader¨ªa y comprar un pan con chocolate y nadie me dice: ¡°?C¨®mo estuvo el juego? ?Puedo tomar una foto? Aqu¨ª me siento normal. S¨®lo quer¨ªa salir. Ser libre. Ser yo¡±, a?ade.

Liverpool: una etapa dif¨ªcil

Aterrizado en Anfield tras la venta de Fernando Torres al Chelsea y junto a Luis Su¨¢rez a cambio de 41 millones de euros, Andy Carroll vivi¨® una etapa muy complicada en el Liverpool. ¡°Acababa de comprar la casa de mis sue?os en Newcastle y no llegu¨¦ a vivir en ella. Estaba a punto de firmar un nuevo contrato... Realmente no quer¨ªa ir al Liverpool pero te dicen que tienes que ir¡±, explica.

Para el delantero, el cambio de Newcastle al nivel del Liverpool fue duro por las exigencias y la exposici¨®n p¨²blica. ¡°Fue un cambio en m¨¢s de un sentido. Te dir¨¦ esto... ahora comes con el equipo, pero en aquel entonces en Newcastle nos reun¨ªamos a la 13:30 para el inicio a las 15:00. Nunca lo olvidar¨¦, sol¨ªa ir a un peque?o pub a la vuelta de la esquina, The White Swan y me com¨ªa un asado completo. Cuando fui al Liverpool, todo cambi¨® profesionalmente. Fuimos a un hotel antes del partido, en casa y fuera, y comimos pasta y fruta. Hab¨ªa estado comiendo pudines de Yorkshire con salsa. Ahora todo el mundo te dice qu¨¦ comer y cu¨¢ndo comer. Fue mental. Traje y zapatos, en un hotel la noche anterior a un partido, comiendo bien con los muchachos. Un viernes por la noche en Newcastle sal¨ªa con mi madre y mi padre o con mis amigos¡±, reconoci¨®.

Tambi¨¦n, asegura, estuvo apartado por culpa de las lesiones. ¡°Cuando fich¨¦ por el Liverpool me lesion¨¦. Mi ritmo fue completamente diferente al de los muchachos que estaban entrenando. Durante las primeras seis semanas nunca pude entrenar con ellos ni socializar con ellos. Estoy decepcionado porque no entend¨ª realmente al Liverpool. En cierto modo lo di por sentado. Sal¨ª de la escuela, entr¨¦ en las reservas de Newcastle, entr¨¦ en el primer equipo, fich¨¦ por el Liverpool, jugu¨¦ en Inglaterra. Todo lo que toqu¨¦ se volvi¨® oro. Quiz¨¢s se me subi¨® un poco a la cabeza. No podr¨ªa hacer nada malo en ese tipo de cosas. Realmente no s¨¦ qu¨¦ sali¨® mal¡±, a?adi¨®.

Un dinero malgastado

Andy Carroll reconoce que en sus inicios, su gesti¨®n econ¨®mica era algo dif¨ªcil y que malgast¨® mucho dinero. ¡®Es dif¨ªcil, realmente dif¨ªcil. Simplemente entraba el dinero en mi banco y volv¨ªa a salir, a pesar de que mi mam¨¢ y mi pap¨¢ me dec¨ªan que no lo hiciera. Tienes 17 a?os y recibes mucho dinero. Todos tus amigos no tienen nada, as¨ª que te los llevas contigo¡±, explicaba.

El delantero tambi¨¦n explica varios de los caprichos en los que gast¨® dinero ¡°de manera est¨²pida¡± seg¨²n sus palabras. ¡°Iba a Harrods y gastaba cinco mil en basura. Se iba el dinero. En el vestuario, todo el mundo iba con Lamborghinis o ropa de marca. Ten¨ªa dinero y pensaba ¡°Si ellos lo hacen, yo tambi¨¦n¡±. Quer¨ªa un gato ex¨®tico. Encontr¨¦ el gato de Bengala (considerado casi un tigre dom¨¦stico) y lo consegu¨ª. Pagu¨¦ mil libras. Lo tuve durante dos semanas. Pensando en retrospectiva, es una locura¡±, explic¨®.

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