La mafia del juego sacude a Brasil
En los ¨²ltimos d¨ªas se ha conocido que varios jugadores de la primera y segunda divisi¨®n del f¨²tbol brasile?o han colaborado para que diversas apuestas salgan adelante en sus partidos.
En las ¨²ltimas jornadas ha estallado en Brasil un esc¨¢ndalo en el que se encuentran involucrados diversos jugadores de la primera y segunda divisi¨®n del pa¨ªs. Han salido a la luz diferentes conversaciones a trav¨¦s de Whatsapp en las que se indican las acciones que dichos jugadores deber¨ªan realizar en partidos concretos para que millonarias apuestas saliesen adelante. La operaci¨®n policial que ha recibido el nombre de ¡®Penalidade M¨¢xima¡¯ no para crecer y salpicar nuevos nombres.
Con el paso de las horas m¨¢s y m¨¢s jugadores han aparecido en esta trama de la que se conoce el inicio pero no las cotas que pueda alcanzar. Por el momento, el jugador m¨¢s importante que ha aparecido relacionado es Bauermann, defensor de Santos y una de las grandes figuras en lo que va campa?a. ?l fue grabado en una conversaci¨®n con uno de los apostadores y acord¨® ver una amarilla en el partido ante Ava¨ª en la jornada 36 del pasado Brasileirao. No fue amonestado y recibi¨® amenazas por parte de la persona que cerr¨® el trato. La ganancia de la apuesta, seg¨²n esas conversaciones de Whatsapp, era de m¨¢s de 9.000 euros para el jugador y casi 15.000 para el propio apostador.
En esa misma apuesta estaba involucrado Kevin Lomonaco, futbolista de Bragantino. ?l s¨ª que cumpli¨® con su parte acordada con los apostadores y se estima que pudo perder hasta m¨¢s de 7.000 euros porque la apuesta m¨²ltiple no se complet¨®. Otros jugadores que tomaron parte en esta trama son Mauricio (Internacional), Nathan (Gremio), Richard (Cruzeiro), Alef Manga (Coritiba), V¨ªctor Ramos (Chapecoense), Paulo Miranda (ex Juventude), Igor Caius (Sport), Moraes (Atl¨¦tico Goianiense), Pedrinho (Athletico Paranaense), Nino Paraiba (Am¨¦rica Mineiro) y varios m¨¢s.
La mayor¨ªa de clubes han decidido apartar a los jugadores de la actividad hasta que el caso se resuelva o hasta que al menos se investigue si sus figuras estuvieron involucradas en esta trama de manipulaci¨®n de partidos. Llama la atenci¨®n el caso de Pedrinho, joven promesa de Paranaense que en esta campa?a se hab¨ªa ganado el puesto de titular tras la salida de Abner (fichado por el Betis). Seg¨²n han informado fuentes cercanas al club el futbolista se encontraba en el hotel de concentraci¨®n muy afectado y ni siquiera hab¨ªa respondido a las llamadas de sus familiares.
La mayor¨ªa de apuestas supon¨ªan unas ganancias para los futbolistas de varios miles de euros. El caso m¨¢s importante que ha salido a la luz afecta a Fernando Neto, jugador de Operario. Fue tentado con 92.000 euros, de los cuales recibir¨ªa 7.000 antes del partido si aceptaba ver la tarjeta roja en el partido ante Sport, algo que finalmente no ocurri¨®.
Espa?a como ejemplo
En una entrevista publicada por Globoesporte, Tiago Horta, miembro del Comit¨¦ de Defensa del Juego Limpio, puso como ejemplo a Alemania y Espa?a en la lucha contra esta manipulaci¨®n: ¡°Alemania y Espa?a. No solo en lo que se refiere a la lucha, sino tambi¨¦n en cuanto a la prevenci¨®n del problema. Estos dos pa¨ªses han pasado por situaciones bastante traum¨¢ticas a¨²n en la d¨¦cada de 2000, pero desde entonces se han esforzado mucho por consolidar sus sistemas de integridad. Desarrollan trabajos permanentes en el ¨¢rea de educaci¨®n de atletas, ¨¢rbitros y dirigentes¡±.
Por otro lado, Horta se mostr¨® pesimista con esta situaci¨®n: ¡°Desafortunadamente, todav¨ªa tendremos que lidiar con muchos esc¨¢ndalos, algunos de proporciones incluso mayores que el actual, para poder cambiar el escenario en el que nos encontramos¡±. Adem¨¢s, explica los motivos por los que un futbolista de ¨¦lite podr¨ªa aceptar este tipo de acuerdos que pueden estar penados con hasta seis a?os de prisi¨®n: ¡°Pero m¨¢s all¨¢ de esas diferencias salariales, debemos comprender que la realidad de vida de los atletas tambi¨¦n es muy diferente. En general, los que estamos fuera no poseemos ning¨²n conocimiento sobre la historia de vida de estas personas o sobre qui¨¦nes frecuentan su entorno. De hecho, muchas veces ni los gestores de los clubes, entrenadores o sus propios compa?eros poseen este conocimiento¡±.