Nadie traga con Jo?o F¨¦lix

La llegada de Jo?o F¨¦lix a Mil¨¢n hab¨ªa despertado una enorme ilusi¨®n. Su incorporaci¨®n, durante un par de semanas, hizo recordar la ¨¦poca de Berlusconi, cuando llegaban a San Siro los mejores talentos del mundo, incluso si no viv¨ªan su mejor momento, y volv¨ªan a brillar, encandilando al Meazza. Su estreno parec¨ªa confirmarlo todo. El 5 de febrero, en los cuartos de final de la Copa italiana contra la Roma, el portugu¨¦s salt¨® al campo en la ¨²ltima media hora y, con una deliciosa vaselina, sell¨® el triunfo (3-1) y la clasificaci¨®n. El problema es que ese fue su ¨²nico gol con la camiseta milanista desde entonces.

Jo?o F¨¦lix no supo ser decisivo ni en la Champions, durante el desastre vivido contra el Feyenoord, ni en la Serie A. Empezaron a llegar las cr¨ªticas y Concei??o las escuch¨®, quit¨¢ndolo del once titular en las ¨²ltimas tres jornadas contra Lazio, Lecce y Como.

Un gol y una asistencia en diez partidos no son suficientes para estar a la altura de las expectativas de un talento que, tambi¨¦n en Italia, no termina de despegar. Y su futuro vuelve a estar en el aire. El Milan se hizo con sus servicios mediante una cesi¨®n seca y, cuando intent¨® negociar con el Chelsea su traspaso, recibi¨® como respuesta un precio demasiado alto para considerarlo: m¨¢s de 40 millones de euros.

Teniendo en cuenta que Jo?o F¨¦lix fue una petici¨®n expresa del t¨¦cnico Concei??o, cuyo futuro es m¨¢s incierto que nunca (las remontadas contra Lecce y Como evitaron un despido que parec¨ªa cada vez m¨¢s probable), queda claro que, hoy por hoy, lo m¨¢s l¨®gico es que el ex del Atleti y Bar?a regrese a Londres. Algo que en Italia todos consideran ya una certeza.

Antonio Cassano resumi¨® bien la opini¨®n que se est¨¢ consolidando en torno a su situaci¨®n: ¡°Me encanta Jo?o F¨¦lix. Pero miro lo que pasa en el campo: sale del Benfica, que lo vende por m¨¢s de 100 millones. En el Atl¨¦tico de Madrid no encuentra la qu¨ªmica adecuada. Se va al Barcelona, hace un par de buenos meses, pero luego lo dejan ir y no lo rescatan. Luego va al Chelsea y, al poco tiempo, tambi¨¦n lo dejan marchar. Llega al Milan, empieza con algo, pero luego nada. El talento que tiene me vuelve loco, pero al mismo tiempo lleva seis o siete a?os en los que deber¨ªa estar jugando al m¨¢s alto nivel, y, sin embargo, no lo hace¡±.

Al portugu¨¦s le quedan nueve jornadas de la Serie A y una semifinal a doble partido con el Inter en la Copa italiana para demostrar que puede ser decisivo. A¨²n tiene opciones para cambiar la historia de otro curso gris.

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