Hecatombe de Xabi Alonso
Hist¨®rico palo al Leverkusen del tolosarra ante el Bielefeld de tercera divisi¨®n en las semifinales de la Pokal.
Lo dijo el propio Xabi Alonso: la Pokal es una competici¨®n loca. Y el martes vivi¨® uno de los episodios m¨¢s incre¨ªbles de su historia. El defensor del t¨ªtulo, el Leverkusen dirigido por el tolosarra, visitaba al modesto Arminia Bielefeld de tercera divisi¨®n en busca de su cuarta final en tan solo un a?o. Parec¨ªa una tarea asequible trat¨¢ndose de unas semifinales. Pero la Copa, sobre todo la versi¨®n alemana con eliminatorias a partido ¨²nico hasta el final, tiene sus propias leyes y Xabi termin¨® sufri¨¦ndolas en sus propias carnes. El cuadro westf¨¢lico, en lo que fue un ejercicio de pasi¨®n y entrega, le remont¨® un 0-1 al vigente campe¨®n del doblete en Alemania para terminar imponi¨¦ndose por 2-1 y sellar el billete a la primera final copera de su historia.
Ven¨ªa el Bielefeld de dejar a un total de tres equipos de la Bundesliga (Friburgo, Union y Bremen) por el camino en la Pokal y Xabi, que sigue lidiando con la dolorosa baja de Wirtz, no se fiaba un pelo. De ah¨ª que el m¨ªster optara por Palacios en vez de Tella por delante del doble pivote formado por Xhaka y Andrich, buscando hacerse con el dominio del centro del campo ante un Bielefeld al que llev¨® en volandas un Sch¨¹coArena hasta la bandera. Y todos juntos lograron los que solo unos pocos hubiesen podido imaginar antes del choque: anular al Leverkusen.
¡°Es dif¨ªcil decir lo que acaba de ocurrir. Tenemos que ser sinceros y admitir que el Bielefeld es justo vencedor. Nosotros, por nuestra parte, hemos cometido muchos errores. Echamos en falta todo lo que nos hace fuertes. El Bielfeld gan¨® pr¨¢cticamente todos los segundos balones, de esta manera no le ganas a ning¨²n equipo del mundo. Es, con diferencia, el peor partido de la temporada. La hemos cagado¡±.
Los de Kniat, a base de disciplina y esfuerzo, consiguieron entorpecer la circulaci¨®n de un Leverkusen que tuvo que tirar de pizarra para ponerse por delante. Grimaldo dirigi¨® un saque de esquina al primer palo, donde esperaba Adli para prolongar el cuero al segundo palo y permitirle a Tah marcar a placer. Enmudeci¨® el estadio, pero tard¨® dos minutos en volver a despertar. Un bal¨®n en largo de Schneider a la espalda de Frimpong sorprendi¨® a la zaga visitante, Oppie cruz¨® el cuero y W?rl desat¨® la locura tras un despeje fallido de Hincapi¨¦. La cosa no qued¨® ah¨ª: en el a?adido del primer tiempo, Grosser se escap¨® del desafortunado Hincapi¨¦ en un libre directo y adelant¨® al Bielefeld.
La cara de Xabi era un poema. Tocaba mover piezas. Y as¨ª fue. Introdujo Boniface por Palacios para que apoyara a Schick arriba, pero el nigeriano tambi¨¦n se choc¨® contra unos guerreros blanquiazules que comenzaron a sentir que este pod¨ªa ser el partido de sus vidas. Corrieron m¨¢s que el Leverkusen. Lucharon m¨¢s. Pero lo m¨¢s sorprendente fue que lo hicieron sin descoserse, impidi¨¦ndole a un espeso y lento Leverkusen por momentos incluso cruzar la divisoria. Un cabezazo al palo de Schick fue lo ¨²nico que permiti¨® en un segundo tiempo en el que incluso pudo anotar el tercero en un disparo de Grodowski que se march¨® fuera. No import¨® cuando el colegiado se?al¨® el final e hizo realidad un sue?o. Y una pesadilla, la de Xabi.
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