?Haaland-Sorloth, vaya show!

Noruega mete miedo goleando 0-5 a Moldavia en su primer partido en la fase de clasificaci¨®n de UEFA al Mundial 2026. Una selecci¨®n que transmiti¨® sensaci¨®n de mucha superioridad y que, cuando meti¨® una marcha m¨¢s, dejaba huella en el marcador. Al descanso ya mandaba 0-4 en el electr¨®nico con goles de Haaland y Sorloth en la primera mitad, que fueron sustituidos en la segunda parte. Odegaard manej¨® el centro del campo a su gusto.

No hubo misterio alguno. Ni siquiera Moldavia dio motivos o argumentos para pensar que pod¨ªa darse la sorpresa. Noruega, desde el primer minuto, se adue?¨® del bal¨®n, mientras que Moldavia opt¨® por defenderse atr¨¢s, cerca de su propio ¨¢rea. Un escudo que apenas le protegi¨®. A los cinco minutos, en un bal¨®n que buscaba a Haaland, el bal¨®n se qued¨® paseando por el ¨¢rea y Ryerson lo mand¨® al fondo de la red. Era el primero y ya daba la sensaci¨®n de lo que finalmente acab¨® sucediendo.

Haaland, al cuarto de hora, perdon¨® el segundo. El bal¨®n le llovi¨® perfecto desde el sector diestro, pero su remate de volea con la diestra se march¨® por encima del larguero. Era un aviso. Porque inmediatamente despu¨¦s ya dejaba su firma. No perdona dos seguidas. Conexi¨®n entre Sorloth y Odegaard y el bal¨®n que le termin¨® llegando al ¡®9¡ä. En el ¨¢rea no perdona y ya se estrena con gol en este periodo clasificatorio. Aasgard ampli¨® esa ventaja en el 38¡ä, mientras que Sorloth marcaba su gol antes del descanso. Era el cuarto y todo estaba visto para sentencia.

Tras el descanso, los vikingos se relajaron. Moldavia intent¨® adornar el resultado, aunque sin ¨¦xito. Pero ocasiones tuvo y m¨¦ritos hizo para al menos marcar un gol. Noruega era demasiado superior y en cuanto aumentaba la velocidad y el ritmo volv¨ªa a dar v¨¦rtigo. Y en esas, con Haaland y Sorloth m¨¢s desapercibidos, lleg¨® el quinto. Una herida m¨¢s a los intentos locales. Odegaard, que ejerci¨® de director de orquesta en el centro del campo, pudo condenar a Nyland, pero respondi¨® con excelencia bajo palos.

Precisamente el guardameta del Sevilla fue quien err¨® en la siguiente jugada. Y solo una acci¨®n surrealista, cuando ya le hab¨ªa superado el esf¨¦rico, impidi¨® el gol moldavo. El centrocampista del Arsenal durmi¨® y anim¨® lo que quedaba de partido cuando consideraba oportuno dar un incentivo m¨¢s o menos en el juego. Era su m¨¦todo para proteger la goleada con Sorloth y Haaland ya en el banquillo. Finalmente, Noruega hizo los deberes, que gole¨® y se divirti¨® en Chisin¨¢u. Mete miedo y demuestra que con esta buena generaci¨®n, si no se deja ir, tiene papeletas y condiciones para volver a un Mundial casi tres d¨¦cadas despu¨¦s.

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