Fin a la burbuja china

En la vida hay situaciones en las que una ambici¨®n desmedida puede ser motivo de la m¨¢s profunda de las decepciones. Que el dinero no todo lo puede conseguir y que, como recit¨® Calder¨®n de la Barca, ¡°que toda la vida es sue?o y los sue?os, sue?os son¡±. Y si no, que pregunten por China y su peculiar relaci¨®n con el mundo del f¨²tbol. Una historia que comenz¨® con la llegada al gigante asi¨¢tico de fichajes que acapararon portadas en todo el planeta y cuyo desenlace fue una crisis galopante y un futuro incierto.

Pero no adelantemos acontecimientos y retrocedamos en el tiempo hasta 2011. Xi Jinping, el actual presidente del gobierno chino, todav¨ªa era vicepresidente por aquel entonces. Pero ten¨ªa un sue?o: conseguir que China fuera una potencia mundial en f¨²tbol. En un pa¨ªs en el que el tenis de mesa es el deporte rey, el balompi¨¦ siempre ha quedado en un segundo plano y el nivel y los resultados de sus equipos y de su selecci¨®n nacional han sido en consonancia con esa visibilidad.

Jinping, harto de decepciones e incapaz de comprender c¨®mo el nivel era tan pobre en un pa¨ªs donde residen m¨¢s de 1.400 millones de personas, decidi¨® tomar cartas en el asunto una vez hubo alcanzado la presidencia en el a?o 2013. Y lo hizo presentando un paquete con 50 medidas entre las que destacaban, por ejemplo, la construcci¨®n masiva de campos de f¨²tbol (se propuso el objetivo de que hubiera uno por cada 10.000 habitantes) y la imposici¨®n del f¨²tbol como asignatura obligatoria en las escuelas del pa¨ªs. Jinping iba con todo y se fij¨® tres metas: clasificarse a una Copa del Mundo, organizarla y ganarla. Todo ello, antes del a?o 2050.

El mandam¨¢s chino sab¨ªa que no pod¨ªa hacerlo solo, por lo que quiso ayudarse de los mejores. Y, por aquel entonces, la Selecci¨®n Espa?ola era la vigente campeona del mundo. Es por ello por lo que buscaba importar entrenadores espa?oles, ansiaba empaparse de la metodolog¨ªa que llev¨® a ¡®La Roja¡¯ a practicar el f¨²tbol m¨¢s vistoso y el que le llev¨® a consagrarse como la mejor selecci¨®n del planeta aquel 11 de julio en Johannesburgo. Pero el plan de Jinping no se basaba s¨®lo en ¡®espa?olizar¡¯ su f¨²tbol. Y fue ah¨ª cuando se desat¨® la lluvia de estrellas.

Radiograf¨ªa de un desastre

El gobierno chino apremi¨® e incentiv¨® a sus grandes constructoras (Evergrande, la m¨¢s destacada de todas y otros grandes conglomerados como Wanda Group) para que invirtiesen enormes cantidades de dinero en los equipos que eran de su propiedad. Y as¨ª fue como llegaron a la Superliga China una retah¨ªla de futbolistas con gran cartel, sobre todo brasile?os. Oscar, Hulk, Alex Teixeira, Jackson Mart¨ªnez, Carlos T¨¦vez, Yannick Carrasco, Axel Witsel¡­ El gigante asi¨¢tico se hab¨ªa transformado, en tiempo r¨¦cord, en el nuevo dorado del f¨²tbol mundial y en una clara amenaza para las ligas punteras de Europa.

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A golpe de talonario, brindando unos salarios mareantes, China ten¨ªa en jaque a la aristocracia del viejo continente y tentaba constantemente a sus estrellas. No obstante, el desembarco de grandes jugadores no elev¨® el techo competitivo de los equipos de la Superliga. Para muestra, el hecho de que s¨®lo ha habido dos veces en las que un equipo chino haya sido campe¨®n de la Champions de Asia: en 2013 y en 2015, ambas conquistadas por el Guangzhou Evergrande. Los dispendios econ¨®micos no se traduc¨ªan en ¨¦xitos sobre el verde y la corrupci¨®n de algunos de sus dirigentes termin¨® de configurar el caldo de cultivo perfecto para el desastre. La burbuja acab¨® explotando, de forma irremediable, en 2020.

La irrupci¨®n de la covid-19 fue el golpe de gracia que acab¨® con la ef¨ªmera ¨¦poca dorada del f¨²tbol chino. En el pa¨ªs donde surgi¨® el paciente cero, las competiciones se detuvieron durante un a?o entero. Despu¨¦s, cuando se reanud¨® la Superliga China, se hizo con las gradas vac¨ªas. Un varapalo tremendo para la econom¨ªa de los clubes por la p¨¦rdida de ingresos en taquilla y por la destrucci¨®n de la liturgia de acudir a los estadios que ten¨ªan los hinchas chinos. Por ¨²ltimo, y sin duda el factor m¨¢s importante de esta ca¨ªda, la crisis del ladrillo. El estancamiento del sector de la construcci¨®n posterior a la pandemia hizo que las empresas propietarias de la gran mayor¨ªa de los clubes se quedaran sin fondos para seguir financi¨¢ndolos. Los equipos de la Superliga China se endeudaron y sus mejores jugadores se marcharon pero, sin duda, la prueba m¨¢s fehaciente de la crisis fue la desaparici¨®n del Jiangsu Football Club en febrero de 2021. El vigente campe¨®n de Liga, que lleg¨® a pujar fuerte por el fichaje de Gareth Bale, se ve¨ªa obligado a bajar la persiana.

Los diez fichajes m¨¢s caros de la historia de la Superliga China

Un nuevo comienzo¡­ con Seti¨¦n

Con todo lo anteriormente expuesto, parece de perogrullo pensar que ese modelo era insostenible en China. Y en ese punto est¨¢n en la actualidad, en el de tratar de restablecer el orden de una manera mucho m¨¢s sostenible. Los salarios mareantes, los traspasos multimillonarios¡­ todo eso ya es historia en la gran potencia oriental. Para muestra, la salida de Oscar. El mediapunta brasile?o fue, en su d¨ªa, el ni?o maravilla de la ¡®Canarinha¡¯, lo que le llev¨® a que le fichase en 2012 el Chelsea, vigente campe¨®n de Europa por aquel entonces. Oscar, despu¨¦s de cinco temporadas con altibajos en Stamford Bridge, fich¨® por el Shanghai Port a raz¨®n de 60 millones de euros. Tras ocho a?os en China, en los que ha cobrado unos 24 ¡®kilos¡¯ por temporada, regresa al S?o Paulo, su casa.

La salida de Oscar fue sonada y simb¨®lica debido a que supuso el adi¨®s del ¨²ltimo reducto de ¡®estrellas¡¯ que quedaba en la Superliga China. Ahora, en el gigante asi¨¢tico tratan de resurgir de sus cenizas apostando por el crecimiento desde la base. Aun as¨ª, no han renunciado a buscar los servicios de profesionales con cierto curr¨ªculum en la ¨¦lite para que ayuden en la reconstrucci¨®n. Un renacimiento que, por cierto, tendr¨¢ cierto regusto espa?ol con Jordi Vinyals y con la ¨²ltima llegada al Lejano Oriente: Quique Seti¨¦n.

Vinyals, ex de las categor¨ªas inferiores del Bar?a, lleva ya casi cuatro a?os dirigiendo al Zhejiang. Seti¨¦n, cuya ¨²ltima experiencia en un banquillo fue en el Villarreal, vuelve al ruedo para asumir el mando del Beijing Guoan. El club capitalino busca, en el c¨¢ntabro, al impulsor de un nuevo juego m¨¢s t¨¦cnico y al catalizador de un proyecto que busca apostar por el talento local. La s¨ªntesis perfecta del camino hacia el que se dirige el f¨²tbol chino: m¨¢s cantera y menos cartera. Buscando recuperar el brillo de anta?o sin incurrir en los errores del pasado.

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