El Vaticano levanta su mayor telescopio en la otra punta del planeta para vigilar el sue?o de Galileo
La Iglesia Cat¨®lica casi siempre ha estado a la vanguardia de la investigaci¨®n astron¨®mica y sus instalaciones en Arizona est¨¢n entre las m¨¢s modernas del mundo.


En Arizona existe un monte, 250 kil¨®metros al nordeste de Tucson, en el que se alza una instalaci¨®n cuyo propietario es sorprendente. All¨ª, a 3.000 metros de altura sobre el nivel del mar, y a casi 10.000 kil¨®metros de Roma, se encuentra el Telescopio de Tecnolog¨ªa Avanzada del Vaticano (VATT), que es parte del Observatorio Internacional del Monte Graham.
De inmediato surgen las preguntas: ?Para qu¨¦ quiere el Vaticano un telescopio? ?Y por qu¨¦ est¨¢ en Arizona?
La preocupaci¨®n de la Iglesia por la observaci¨®n de las estrellas qued¨® plasmada desde muy pronto. En la Edad Media las estudiaban en los monasterios para determinar con exactitud las fechas de las fiestas religiosas. En 1578 el Papa Gregorio XIII hizo construir la ¡¯Torre de los Vientos¡¯ en el Vaticano para que los jesuitas hicieran los trabajos astron¨®micos necesarios para la reforma del calendario.
En 1633, la Iglesia Cat¨®lica cometi¨® su mayor error astron¨®mico. Galileo fue acusado de hereje por defender que la Tierra gira alrededor del sol. Poco antes, en 1600, Giordano Bruno hab¨ªa sido condenado a muerte por defender que el universo era infinito y hab¨ªa vida en otros planetas. En el otro lado de la moneda, la teor¨ªa del ¡®Big Bang¡¯ fue propuesta en 1931 por un sacerdote cat¨®lico belga, Georges Lemaitre.

El primer gran telescopio Vaticano
La idea de construir un telescopio moderno se remonta a 1891, cuando el Papa Le¨®n XIII quiso que se pusiera en funcionamiento uno de los observatorios astron¨®micos m¨¢s antiguos. La Iglesia era consciente de los avances cient¨ªficos e hizo un esfuerzo para intentar que fe y ciencia fueran de la mano en los campos de la astronom¨ªa y la astrof¨ªsica. Tambi¨¦n se buscaba crear debate y fomentar el di¨¢logo ente los estudiosos de la Iglesia y el estamento cient¨ªfico.
El problema fue que la contaminaci¨®n lum¨ªnica de la Ciudad Eterna hizo muy pronto imposible tener una observaci¨®n clara de las estrellas. El conocido como OAV (Observatorio Astron¨®mico Vaticano) fue trasladado por orden del Papa P¨ªo XI a la residencia de veraneo de los Papas, el Palacio de Castel Gandolfo, en 1935.
En los a?os ochenta, el Vaticano y la Universidad de Arizona llegaron a un acuerdo para construir un observatorio en el monte Graham, uno de los lugares del mundo con mejores condiciones para estudiar las estrellas.

Un telescopio en Arizona
Las obras comenzaron en 1989 y las instalaciones comenzaron a funcionar en 1993 tras una inversi¨®n de 4 millones de d¨®lares. Estuvieron envueltas en pol¨¦micas desde el primer d¨ªa. Los terrenos sobre los que se construyeron las instalaciones eran sagrados para la tribu Apache de San Carlos. Adem¨¢s, grupos ecologistas advirtieron que la ardilla roja del Monte Graham, en peligro de extinci¨®n, iba a sufrir graves alteraciones en su h¨¢bitat.
En sus instalaciones trabajan una docena de jesuitas, que tambi¨¦n dan clase en la Universidad de Arizona. Desde 2024 est¨¢ completamente robotizado con el objetivo de que se pueda controlar de forma remota. Ahora los astr¨®logos del Vaticano tambi¨¦n pueden controlarlo desde el Centro de Estudios de la Santa Sede en Castel Gandolfo.
A lo largo de sus 134 a?os de historia, el OAV ha participado en diversos proyectos internacionales, el estudio de la expansi¨®n del universo, la b¨²squeda de vida extraterrestre, la formaci¨®n de estrellas y ha colaborado con proyectos espaciales y de exploraci¨®n del espacio.
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