El l¨ªder que no quiere serlo
El peculiar Uni¨®n Berl¨ªn encabeza la Bundesliga plantando cara a los gigantes alemanes.
La Bundesliga cobra esta temporada un sabor m¨¢s a?ejo de lo habitual y lo hace gracias al Uni¨®n Berl¨ªn y su particular milagro que le mantiene en lo m¨¢s alto de la m¨¢xima competici¨®n alemana pasada la duod¨¦cima fecha del calendario. El liderato para el hist¨®rico berlin¨¦s que puso su granito de arena para combatir el r¨¦gimen de la Rep¨²blica Democrata Alemana sigue pareciendo tener fecha de caducidad, tambi¨¦n en esta ¨²ltima jornada pasada en la que un cabezazo de Doekhi en el ¨²ltimo suspiro ayud¨® a remontarle al Gladbach para terminar imponi¨¦ndose por 2-1. Pero ah¨ª sigue. En lo m¨¢s alto de la tabla. Plant¨¢ndole cara a gigantes como Bayern y Dortmund o al imperio de la gaseosa construida por la Red Bull en Leipzig. David apuntando con su tirachinas a Goliat.
El hecho de que al n¨²cleo m¨¢s rancio de sus aficionados no les agrade esta nueva realidad puede que sea quiz¨¢ lo m¨¢s caracter¨ªstico de un club que nunca form¨® ni tampoco quiso formar parte de la ¨¦lite. ¡°Mierda, vamos a ascender¡±, se pudo leer en una pancarta antes de dar el salto a la Bundesliga hace ya m¨¢s de tres a?os. El Uni¨®n se entiende como forma de vida, como humilde expresi¨®n de rebeld¨ªa y resistencia, en su d¨ªa como voz cr¨ªtica hacia la RDA en la Alemania del Este (sus hinchas no paraban de cantar ¡°el muro puede caer¡±) y, en la actualidad, contra el f¨²tbol moderno sostenido por oligarcas, jeques o multinacionales. El club obrero fundado en la localidad berlinesa de Oberschoeneweide jam¨¢s vender¨¢ su alma, pero s¨ª su sangre para rescatar al club de sus amores. Al punk del f¨²tbol alem¨¢n.
Ocurri¨® en el a?o 2005, momento en la que la entidad descendi¨® a cuarta divisi¨®n y pasaba por una crisis econ¨®mica que amenazaba con hacer desaparecer el club. Su hinchada no se lo pens¨® y respondi¨® masivamente a la campa?a ¡°Bluten f¨¹r Union¡± (sangrar por el Union), ayudando a recaudar un total de 1,5 millones de euros gracias a donaciones de sangre que en el territorio alem¨¢n son remuneradas. El amor de los suyos no queda ah¨ª: alrededor de 2000 aficionados ¡°de hierro¡±, t¨¦rmino que hace alusi¨®n a los or¨ªgenes del club situados en el antiguo gremio de la herrer¨ªa, adquirieron parte del m¨ªtico Stadion An der Alten Foersterei para llevar a cabo la reforma del campo all¨¢ por 2011. El equipo del pueblo que, tras ascender en 2017, se col¨® en Europa en 2021 y 2022 y, ahora, ve al Bayern por el retrovisor.
El marcador manual, gradas de pie y la ya tradicional cita en navidad para acudir al estadio y cantar villancicos con velas y vino caliente son m¨¢s pruebas de que el f¨²tbol de siempre sigue vivo y coleando en un Uni¨®n que, tambi¨¦n, ha logrado convertir su manera de interpretar el juego en otro fiel reflejo de su idiosincrasia. Se define el conjunto dirigido por Urs Fischer, en el cargo desde 2018, por ser un equipo cuyo minimalismo es virtud. Se caracteriza por conceder poco atr¨¢s (lleva 9 goles encajados en la Bundesliga, uno menos que el todopoderoso Bayern) y convertir en oro todo lo que toca arriba (es el club m¨¢s eficaz de cara al marco contrario). En casa, tan solo perdi¨® 2 de sus ¨²ltimos 39 partidos ligueros. Cifras de campe¨®n. Aunque ellos no quieran serlo. O s¨ª.