Par¨ªs celebra el ¡®calent¨®n¡¯ de Luis Enrique con Demb¨¦l¨¦

Una desconvocatoria antes de un envite contra el Arsenal esta temporada, el 1 de octubre, supuso el punto de inflexi¨®n de la carrera de Ousmane Demb¨¦l¨¦ en Par¨ªs. Y nadie lo sab¨ªa en aquel entonces, despu¨¦s de que Luis Enrique, reforzando su autoridad en el vestuario, acordara dejarle en tierra por motivos disciplinarios, tras una conversaci¨®n acalorada entre t¨¦cnico y futbolista que estuvo a palmo de romper definitivamente la relaci¨®n entre ambas partes.

Demb¨¦l¨¦ no viaj¨® a Londres con el resto de la expedici¨®n del PSG y en Francia se cuestion¨® a Luis Enrique, cuya autoridad nunca estuvo en tela de juicio a nivel interno, sustentando la decisi¨®n del asturiano. El PSG se inclin¨® por 2-0 en el Emirates y los titulares de los principales rotativos franceses, despu¨¦s de consumarse la derrota, enfocaron sus cr¨ªticas en Lucho, al desconvocar al mejor delantero de la plantilla, al jugador al que se le hab¨ªa conferido el rol de sustituto de Mbapp¨¦ y a uno de sus mejores activos.

¡°Si alguien de manera grave no cumple con las obligaciones ni expectativas del equipo y significa para m¨ª que no est¨¢ preparado, no hay ning¨²n problema. Ayer tuve que tomar una decisi¨®n dif¨ªcil, pero considero que es la mejor para el equipo. La volver¨ªa a hacer 100 veces m¨¢s, pero eso no significa que sea irreversible. No hay problema ni ha habido ninguna discusi¨®n entre Demb¨¦l¨¦ y yo, es totalmente falso. Hay un problema entre el jugador y sus obligaciones en el equipo¡± resumi¨® Luis Enrique, en la previa de la contienda de la liguilla de la Champions en el Emirates, a prop¨®sito de una pregunta de la desconvocatoria de Ousmane Demb¨¦l¨¦.

El delantero, d¨ªas despu¨¦s, se present¨® en el despacho de Luis Enrique para pedirle disculpas. El t¨¦cnico las acept¨® de inmediato, sin rodeos, devolvi¨¦ndole al once titular. El episodio se zanj¨®, pero, despu¨¦s de la expulsi¨®n del franc¨¦s el 26 de noviembre en el Allianz contra el Bayern, derrota 1-0, el gijon¨¦s, a modo de ¡®reprimenda¡¯, dej¨® en el banquillo en dos partidos seguidos al extremo, que explot¨® definitivamente en diciembre, imbuido por la exigencia de su entrenador, y su ascensi¨®n fue imparable.

Meses despu¨¦s, con un PSG incontestable, camino de un Triplete hist¨®rico, las tornas han cambiado. Demb¨¦l¨¦ es uno de los mejores jugadores del mundo, es el m¨¢ximo goleador del 2025, es el l¨ªder de uno de los m¨¢ximos favoritos a ganar la Champions. Los parisinos vuelven a Londres, al Emirates, cuna de la resurrecci¨®n de un jugador que, hasta este a?o, no hab¨ªa cumplido con las expectativas depositadas en su potencial, gigantescas. Aquel episodio refrend¨® el liderazgo de Luis Enrique, la gran estrella de los parisinos, el motor de un equipo cuya voracidad ofensiva la encarna a la perfecci¨®n el Mosquito.

A pesar de no haber engrosado sus cifras en los ¨²ltimos cinco encuentros, sin ver porter¨ªa desde el 1 de abril, en Dunkerque, en las semifinales de la Copa de Francia, el nivel de Demb¨¦l¨¦ no se delimita simplemente a sus cifras goleadoras. Su liderazgo en el vestuario es total, arengando a sus compa?eros, motiv¨¢ndoles y mostrando incluso su descontento despu¨¦s de varias derrotas, como la sufrida en Villa Park recientemente, a pesar de certificar el billete a las semifinales de la Champions League. Luis Enrique, que ha reiterado a lo largo de los ¨²ltimos dos a?os que Ous es uno de los mejores jugadores del mundo, de ese tipo de futbolistas por los que pagar¨ªa una entrada para ver un partido, le ha elevado a una nueva dimensi¨®n, en la que acumula 44 participaciones de gol, 32 goles y 12 asistencias, 25 dianas en 2025, el m¨¢s prol¨ªfico del mundo, n¨²meros que ponen en jaque al Arsenal el martes en el Emirates.

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