De Laurentiis avisa sobre Kvaratskhelia
El m¨¢ximo mandatario del N¨¢poles fue tajante sobre el futuro del georgiano: ¡°?Renovaci¨®n? Tiene cinco a?os de contrato, no uno¡¡±.


Aurelio De Laurentiis lo tiene claro: la renovaci¨®n de Kvaratskhelia puede esperar. El N¨¢poles, como adelant¨® AS, tiene claro que el georgiano representa su futuro. Haber firmado hasta 2027 sin cl¨¢usulas de rescisi¨®n deja muy tranquilo al presidente azzurro, que esta ma?ana, en un evento organizado por la Lega Serie A en el Sal¨®n de Honor del Comit¨¦ Ol¨ªmpico, fue muy tajante sobre el asunto: ¡°?Qu¨¦ renovaci¨®n? ?Van a dejar de tocar los huevos? Los contratos los hacen dos partes, y hemos firmado para cinco a?os, no uno solo¡±.
La aportaci¨®n del georgiano, en su primer curso italiano, est¨¢ siendo extraordinaria: 14 goles y 16 asistencias en 31 partidos. Su talento est¨¢ acercando al N¨¢poles a un tercer scudetto que la ciudad esper¨® durante 33 a?os y del que De Laurentiis, tras la derrota con el Milan, no quiere hablar: ¡°Igual nos estamos gafando hablando tanto de scudetto. Hay que ver cu¨¢ndo llega, los napolitanos ya han comenzado a celebrar y yo estoy muy preocupado, porque soy supersticioso. Me parece una locura, pero es parte del calor napolitano al que estoy acostumbrado desde ni?o¡±. El italiano, sobre los altercados entre hinchas en el Maradona, volvi¨® a pedir leyes m¨¢s duras: ¡°Llevamos 50 a?os con este problema, hasta que no se introduzcan leyes como las de Thatcher seguiremos igual. Hay delincuentes a los que se les permite entrar en el estadio¡±.
El presidente sure?o, por ¨²ltimo, atac¨® (sin nombrarlos) a los exazzurri que dejaron la entidad en el pasado mercado, como Mertens e Insigne: ¡°No tuvimos dificultad en quitar a las ovejas negras. Se puede llegar al final del contrato y decir, ya que nunca te sentiste napolitano ni azzurro, es mejor que te marches. Berlusconi confes¨® que intent¨® fichar a Maradona y ambos se miraron a la cara pensando que no pod¨ªa ser. Aquellos son hombres de verdad, pero de esos quedan pocos. Ahora somos un cuerpo ¨²nico, 11 o 22, no tres, cuatro, cinco o uno. Todos juegan para todos¡±.