David Peace | Autor de 'Munichs'
¡°Los ¡®Busby Babes¡¯ fueron los Beatles antes de los Beatles¡±
El escritor David Peace, que retrat¨® a Clough en ¡®Maldito United¡¯ y a Shankly en ¡®Red or dead¡¯, recrea en ¡®Munichs¡¯, una novela llena de grandeza y detalles, la cat¨¢strofe a¨¦rea que casi acaba con el Manchester United en 1958.
El 6 de febrero de 1958, el vuelo 609 de British European Airways se estrell¨® tras dos intentos de despegue frustrado bajo la nieve en el aeropuerto de M¨²nich. En el avi¨®n viajaba la expedici¨®n del Manchester United, que hab¨ªa parado para repostar tras eliminar al Estrella Roja en Belgrado. Murieron 21 pasajeros entre jugadores, tripulaci¨®n y prensa que les acompa?aba. Ese accidente fue el suceso de la d¨¦cada en Inglaterra que rompi¨® a los Busby Babes, un equipo destinado a ganar la Copa de Europa.
David Peace (1967) considerado uno de los mejores escritores ingleses de su generaci¨®n, que ya retrat¨® a Brian Clough en su novela, luego adaptada al cine, Maldito United y a Bill Shankly en Red or Dead explica en una novela polif¨®nica el suceso que marc¨® la vida de una generaci¨®n. La de su padre. David atiende a AS desde Tokio donde vive mediante una videoconferencia que ambos celebramos poder realizar dadas nuestras limitaciones tecnol¨®gicas.
Usted ha escrito un libro sobre el Leeds United de Brian Clough, sobre Shankly y el Liverpool y ahora uno, Munichs, sobre la tragedia del Manchester United en el accidente de Munich. Todos los ha hecho con tanta pasi¨®n, qu¨¦ cuesta creer (que ya lo s¨¦) que no es fan de esos equipos.
Si escrib¨ª sobre Leeds, Manchester o Shankly era precisamente porque no soy seguidor de esos equipos, ser¨ªa imposible.
Por tanto, ?no cabe esperar un libro sobre el Huddesfield (su equipo)?
No, es imposible. Aunque en Damned United el Huddersfield tiene cierto protagonismo. Quiero que estos libros sean le¨ªdos por gente que no es fan de de esos equipos. No son libros para supporters.
Pues cuando acab¨¦ el libro, aparte de llorar, casi me hago seguidor del United.
Me alegra que me digas eso, porque mi madre, que se lee todos mis libros apareci¨® en un Skype de los que solemos hacer (Peace vive en Tokio) despu¨¦s de leerse el libro con una bufanda del Manchester United. En casa, por decirlo suave, el Manchester United no ca¨ªa demasiado bien. Yo crec¨ª en los 70 en Yorkshire, donde todo el mundo odiaba al United. Es una reacci¨®n normal, porque cuando pas¨® el accidente de avi¨®n, evidentemente mucha gente tuvo un sentimiento de simpat¨ªa por el Manchester United.
Mire, pues de eso le quer¨ªa hablar, porque su libro empieza con una tragedia terrible que provoca una gran solidaridad y compasi¨®n y acaba con el odio, con la gente insultando en los campos a los jugadores del United dici¨¦ndoles que deber¨ªan haber muerto todos. ?Somos lo peor como especie?
Cuando estuve recopilando la documentaci¨®n sobre el libro me sorprendi¨® c¨®mo de r¨¢pido el sentimiento de sorpresa ante la tragedia y luego el de pena y solidaridad se volvi¨® en odio. Fue cosa de un par de meses despu¨¦s de llorar a los muertos y empez¨® el odio y de ah¨ª sale que les griten ¡®Munichs¡¯ en los estadios. Por suerte esta es una cosa que tras los 80 o los 90 qued¨® olvidada.
Y los del United odiaron tambi¨¦n.
S¨ª, fue muy triste lo que hicieron con el piloto del avi¨®n, su mujer, sus hijos su familia. Les culparon del accidente. Quiz¨¢s ahora pase tambi¨¦n, pero es una minor¨ªa.
?C¨®mo explicar¨ªa a la gente quien fue Duncan Edwards?
Fue uno de los Beatles antes de que existieran los Beatles- Los Busby Babes ya eran un fen¨®meno social antes del accidente. Inglaterra era un pa¨ªs deprimido por la guerra, sal¨ªa del racionamiento, de sufrir mucho. Era un pa¨ªs que hab¨ªa perdido a una generaci¨®n de j¨®venes. La gente era mayor. Y aparecieron estos jugadores j¨®venes, alegres, con vestidos llamativos, que gustaban a las mujeres. Fueron un fen¨®meno social y el m¨¢s destacado de todos era Duncan Edwards, que representaba lo mejor de Inglaterra. Un tipo familiar, educado, grande, fuerte, comprometido con la comunidad, que se preocupaba por los ni?os, que pod¨ªa jugar en cualquier posici¨®n y que era admirado en todo el pa¨ªs. Le pon¨ªan sobrenombres como Kid Dinamita o el Gigante Gentil.
?Usted no le vio jugar?
No, claro, nac¨ª en el 67 y hay adem¨¢s pocas filmaciones de calidad de esa ¨¦poca. Mi padre me explicaba cuentos sobre ¨¦l -y tampoco era del United- y yo siempre le preguntaba a que jugador se pod¨ªa parecer. Y por lo que me explicaba un d¨ªa le dije que quiz¨¢s hab¨ªa encontrado uno que se pareciera a Dunc.
?Y quien era?
Llev¨¦ a mi padre a Leeds porque jugaba el Liverpool con la esperanza que reconociera a Steven Gerrard como el nuevo Duncan Edwards. Un jugador comprometido, sacrificado, goleador, recuperador, l¨ªder.
?Y el resultado fue?
Pues que mi padre me dijo que Gerrard era un muy buen jugador, pero que no se pod¨ªa comparar a Duncan Edwards, que no era ni la mitad. No era lo mismo.
De Duncan Edwards se hab¨ªa o¨ªdo hablar y era un mito, pero del que jam¨¢s hab¨ªa o¨ªdo hablar y es de uno de los hombres clave del libro: Jimmy Murphy ?es mi culpa?
Para nada, piensa que en Manchester s¨®lo hace dos a?os que le erigieron una estatua en Old Trafford y que pusieron su nombre a los campos de entrenamiento de los j¨®venes. Fue el hombre clave en ese triste periodo. El que aguant¨® el club y el que resisti¨®. Si llega a ir en ese avi¨®n, hubiera muerto y el United, desaparecido. Y luego cuando Busby se retir¨® no fue muy bienvenido en Old Trafford. No le trataron demasiado bien.
Cuente...
Busby decidi¨® que Murphy, que era su segundo no viajara a Belgrado porque le quer¨ªa viendo un partido en Gales para hacer el informe de un jugador. En su lugar fue otro miembro del staff, que a ¨²ltima hora ocup¨® su asiento. Y muri¨® en el accidente.
Ah¨ª llegamos al tema de la culpa. ?Busby se sinti¨® culpable?
Toda la vida. Nunca se perdon¨® el accidente. Era un hombre muy religioso que incluso lleg¨® a pensar en el suicidio por el sentimiento de culpa que tuvo. Primero porque se llev¨® a jugadores que sab¨ªa que no iban a jugar ni un minuto ante el Estrella Roja y murieron en el accidente. Luego por sobrevivir ¨¦l, aunque fue de los ¨²ltimos que sali¨® del hospital y le dieron la extremaunci¨®n dos veces. Tambi¨¦n porque el United fue el ¨²nico equipo Inglaterra que quer¨ªa jugar la Copa de Europa. Ni Chelsea ni los Wolves quisieron jugarla cuando pod¨ªan. Y luego porque ¨¦l era el jefe, el l¨ªder del grupo y el avi¨®n se estrell¨® al tercer intento de despegue. Era el ¨²nico con autoridad para decir que despu¨¦s de dos despegues abortados y con los pasajeros muertos de miedo en el avi¨®n no se despegaba hasta que dejase de nevar, pero ¨¦l quer¨ªa volver cuanto antes, pero no para ir a casa, sino para poder preparar el partido con los Wolves para poder ganar tres ligas seguidas. Nunca se lo perdon¨®.
?Por qu¨¦ escribi¨® este libro, usted que gana premios haciendo cosas m¨¢s serias?
Adoro escribir de f¨²tbol. Mi padre acab¨® con demencia y al final de la pandemia muri¨®. Yo ten¨ªa previsto escribir otro libro en Tokyo, pero tras la muerte de mi padre no pude. Lo que quer¨ªa era continuar la conversaci¨®n con mi padre, era incapaz de escribir sobre otra cosa, porque el 50/60 por ciento de las conversaciones que tuve con mi padre eran sobre f¨²tbol.
Por eso le dedica el libro¡
Claro, podr¨ªa dedic¨¢rselo a mi hijo, con el que tambi¨¦n hablo principalmente de f¨²tbol.
Hablando de padres, en el libro destaca la figura de una madre: Cissie Charlton. ?Menudo personaje!
Cissie es un regalo para un novelista. Bobby Charlton era una persona complicada, pero su madre es un regalo. Un personaje de ¨¦poca, fant¨¢stica.
?Es la Reina Madre del equipo?
La Reina Madre de la novela. Todo gira en torno a ella. Existen otros personajes femeninos importantes, como la mujer de Busby, pero ella es la m¨¢s interesante.
Si ella es la parte buena de la historia, la prensa que retrata es odiosa ?Somos tan buitres los periodistas?
Los buitres no eran periodistas deportivos, eran paparazis. Se sobrepasaron entrando en las habitaciones del hospital y acosando a los familiares. Pero los periodistas deportivos que murieron eran muy respetados, el funeral que congreg¨® m¨¢s gente en Manchester tras la tragedia fue el de Henry Rose, que era una estrella. Piense que la gente ve¨ªa los partidos por sus ojos. Mi padre s¨®lo le¨ªa a Don Davies, otro de los que falleci¨® en el accidente.
?Inglaterra y Alemania dejaron de desconfiar el uno del otro tras el accidente?
Absolutamente, las relaciones cambiaron. Ven¨ªan de la Guerra y c¨®mo se portaron los alemanes con el Manchester United fue el punto de inflexi¨®n en la relaci¨®n entre ambos pa¨ªses. Los doctores, los voluntarios, la gente que don¨® sangre y las enfermeras alemanas fueron h¨¦roes en Inglaterra.
Uno de los momentos que casi me hace llorar es cuando reciben la ovaci¨®n de Old Trafford.
Pero es que tambi¨¦n les invitaron a la cena de celebraci¨®n de la Copa de Europa diez a?os despu¨¦s. Ahora es gracioso ver c¨®mo los ingleses critican a un seleccionador por ser alem¨¢n, cosas est¨²pidas que pasan en estos d¨ªas.
Ha escrito de Busby, Charlton Clough, Sankly¡?ya no quedan personajes de este tipo; Pep quiz¨¢s?
Quiz¨¢s el periodo de Mourinho y Pep en el que coincidieron en Espa?a sea objeto de novela, pero eso lo tendr¨ªa que hacer alguien como David Trueba, un escritor espa?ol que pudiera encontrar el verdadero lado real de los personajes. Quiz¨¢s me interesar¨ªan m¨¢s otros personajes menos conocidos.