NATIONS LEAGUE | PORTUGAL 0 - ESPA?A 1
Cristiano no levanta cabeza en su annus horribilis
El partido de Braga le hace encadenar otro sinsabor en los meses m¨¢s delicados que se le recuerdan. Se repiti¨® la imagen de aquel pol¨¦mico partido contra Serbia. Esta vez por frustraci¨®n.
Negaba con la cabeza, contrariado y desesperado. Cristiano recibi¨® el gol de Morata en Braga como martillazo directo al ment¨®n en un momento an¨ªmico de los m¨¢s delicados que se le recuerdan. Otro sinsabor para encadenar unos meses de baj¨®n continuo. La debacle del United de Rangnick termin¨® con el equipo fuera de la Champions. A la intentona fallida de fuga del equipo en un verano donde, salvo el Al Hilal, ninguno quiso apostar por ¨¦l, le ha seguido una presencia continuada junto a Ten Hag en el banquillo. La selecci¨®n era su tabla de salvaci¨®n, al menos un escape, una distracci¨®n alentadora para una carrera en crep¨²sculo.
La ocasi¨®n era ¨²nica. Portugal llegaba al partido decisivo para meterse en la Final Four de la Liga de Naciones con la ventaja que le hab¨ªa regalado Suiza batiendo a Espa?a contra pron¨®stico. Bastaba con empatar. Pero a Cristiano y a Portugal se le aparecieron dos gigantes para negarles la sonrisa, al menos una. Entre Unai Sim¨®n y Morata, con permiso de Nico Williams, liquidaron cualquier atisbo celebraci¨®n a un Cristiano que ya viene golpeado incluso en casa, con muchos que cuestionan su presencia en el once de Fernando Santos.
Su versi¨®n estuvo en la l¨ªnea de lo que viene siendo. Con el United ha disputado esta temporada 378 minutos y ha marcado un gol. Frente a Espa?a tuvo al menos dos ocasiones para hacerlo. Sim¨®n fue un muro infranqueable. Santos confes¨® que no sabe por qu¨¦ su selecci¨®n cortocircuit¨® a partir del minuto 60 de partido, sea como fuere el desenlace se ve¨ªa venir conforme Portugal se encog¨ªa. La pelota le duraba un suspiro y ni siquiera buscar a Cristiano era una manera de respirar frente a la oleada final espa?ola. En su descargo hay que decir que los afamados j¨®venes que salieron en la recta final, como Vitinha o Le?o, no le dieron tampoco ni una soluci¨®n a su equipo. Le buscan recambio a Cristiano, pero todav¨ªa no hay uno en ese combinado que soporte, como hace y ha hecho ¨¦l, el descomunal peso de la responsabilidad.
Pero el foco estaba en Cristiano. Despu¨¦s del gol de Morata y tras el pitido de Orsato. Las c¨¢maras no se despegaron de ¨¦l en otra ocasi¨®n que se le esfumaba. Tanto que la frustraci¨®n le hizo repetir una imagen dolorosa para los portugueses. Se quit¨® y lanzo el brazalete al piso como ya hiciera en aquel partido contra Serbia donde se le anul¨® un gol legal en Belgrado. Aqu¨ª no medi¨® injusticia, fue un acto de desesperaci¨®n, poco elegante y menos respetuoso. Otra vez. Los datos de Olocip destaparon que la de Braga fue una noche aciaga para el delantero. Fue el futbolista que m¨¢s penaliz¨® a su equipo de todos los que jugaron. Termin¨® con un valor de -0,18 en 90 minutos. No hay que perder de vista el -0,15 de Le?o en menos de 20 minutos disputados tampoco.