Brescia, descenso e infierno: batalla campal y jugadores amenazados con cuchillos
El equipo que fue de Baggio y Guardiola regresa a la Serie C tras 38 a?os y la rabia de sus ultras provoca una noche de infierno en el Rigamonti tras el 1-1 con el Cosenza.


El Brescia est¨¢ viviendo los d¨ªas m¨¢s tristes de su historia. Tras 38 a?os, el conjunto que fue de Roberto Baggio y Pep Guardiola descendi¨® a la Serie C debido al empate a uno con el Cosenza en el playout decisivo del pasado viernes. El resultado deportivo, sin embargo, solo se convierte en un detalle respecto a todo lo que ha ocurrido en el estadio Rigamonti. A falta de dos minutos para el pitido final, y con el equipo local atacando en busca del gol, empezaron a llover bengalas y petardos desde la Curva Nord, mientras los ultras locales invad¨ªan el campo. El ¨¢rbitro llev¨® a los jugadores a los vestuarios y, poco despu¨¦s, decret¨® el final del partido: regresar al verde, en aquellas condiciones, era imposible. Los ultras del Brescia empezaron una batalla campal con la polic¨ªa dentro y fuera del estadio, buscando tambi¨¦n el contacto con la hinchada rival, mientras periodistas, fot¨®grafos y jugadores quedaron encerrados dentro del estadio, rehenes de la violencia. Seg¨²n ¡®La Gazzetta dello Sport¡¯, uno de los jugadores del Brescia fue amenazado con un cuchillo y el coche del defensa franc¨¦s Matthieu Huard fue destruido y quemado.
Solo despu¨¦s de la una de la madrugada el campo se pudo desalojar, con las fuerzas del orden que tambi¨¦n tuvieron que lidiar con un grupo de ultras que intent¨® forzar las puertas que llevaban a los vestuarios. El triste balance fue de cinco polic¨ªas heridos y varios coches destrozados. Luca Capaldo, secretario del sindicato de Polic¨ªa de Padua, denunci¨® con rabia lo ocurrido: ¡°M¨¢s que un comunicado, es un balance de guerra. Un agente fue herido de manera seria, los estadios italianos son cada vez m¨¢s teatros de guerrillas. Todo lo bueno que se hab¨ªa hecho en la gesti¨®n de los eventos deportivos est¨¢ desapareciendo: pedimos nuevas medidas¡±.