Batacazo para Marcelino

El Olympique de Marsella de Marcelino Garc¨ªa Toral se despidi¨® de la Champions League despu¨¦s de caer eliminado contra el Panathinaikos en una tanda de penaltis dram¨¢tica que consum¨® una hecatombe may¨²scula en el sur de Francia. El conjunto marsell¨¦s fue ganando 2-0, pudo sentenciar, pero en el 98, una mano de Guendouzi forz¨® la pr¨®rroga. En el tiempo extra, volvi¨® a darle vida a su rival al perdonarle varias oportunidades flagrantes y, en los penaltis, con un Marcelino que meti¨® a Rub¨¦n Blanco por Pau L¨®pez, se consum¨® la tragedia. El OM jugar¨¢ la pr¨®xima Europa League, pero el primer batacazo de la temporada se ha producido pr¨¢cticamente sin comenzarla.

El Marsella sali¨® al partido como si de una final se tratara. No hubo contemplaciones, no hubo especulaci¨®n, no hubo ni siquiera tiempo para esperar a los que todav¨ªa no hab¨ªan entrado al V¨¦lodrome para darle a la afici¨®n su primera alegr¨ªa. En el primer minuto del encuentro, Isma?la Sarr encontr¨® a Aubameyang, que es un magn¨ªfico delantero, y el gabon¨¦s defini¨® a las mil maravillas. Los deberes todav¨ªa no estaban hechos, pero era un preludio de lo que iba a convertirse la primera parte para el Panathinaikos.

Los griegos, totalmente desconcertados, no supieron digerir el primer gol. Pudieron incluso salir de la eliminatoria en el minuto 20 si no fuera por su portero, Alberto Brignonli, que se visti¨® de h¨¦roe y de espantap¨¢jaros para repeler un bombardeo incesante de ocasiones del Marsella. Los de Marcelino, con una presi¨®n muy trabajada en 4-4-2, obligaron a recular a su rival, a tal punto de que se jugaron todos los primeros 45 minutos en el ¨¢rea del Panathinaikos.

El Marsella sab¨ªa que no pod¨ªa darle ni un poco de cuerda a los helenos. Fue tal la superioridad que en el minuto 35 la cuenta estaba en 15 disparos para el OM y ninguno para el Panathinaikos, que se fue al t¨²nel de vestuarios sin ni siquiera probar a Pau L¨®pez. Cuando ya estaba mirando el colegiado su reloj para pitar el descanso, volvi¨® a aparecer Pierre-Emerick Aubameyang, plet¨®rico, para rematar un gran centro de Jonathan Clauss. Los de Marcelino hab¨ªan descosido a un equipo que hab¨ªa sido muy superior en el partido de ida.

Como era de esperar, el Marsella aminor¨® el ritmo infernal con el que hab¨ªa avasallado al Panathinaikos en el primer tiempo. Los de Jovanovic mejoraron con los cambios, ya que Bernard y el argentino Palacios empezaron a sembrar, poco a poco, el miedo en la defensa marsellesa. Marcelino tuvo que poblar m¨¢s su centro del campo con Guendouzi, perdiendo amenazas en ataque e intentando contener las acometidas de los griegos.

El Marsella sobrevivi¨® a trav¨¦s del espa?ol Pau L¨®pez, que realiz¨® dos intervenciones de mucho nivel y aguant¨® el resultado de 2-0. El conjunto marsell¨¦s, inmerso en un mar de dudas, imploraba el pitido final del ¨¢rbitro como el que pide ox¨ªgeno en una humareda.

El f¨²tbol franc¨¦s no tiene cura en Europa. Por mucho que los equipos franceses sean dominadores, lleven los partidos a su terreno y se impongan, siempre pasa algo inexplicable que les lleva a un terreno totalmente infernal, del que nadie sale, ni siquiera el PSG. El Marsella, por supuesto, no se libr¨® de ello. En el minuto 95, cuando ya el ¨¢rbitro estaba dispuesto a se?alar el final del partido, Guendouzi toc¨® el bal¨®n con la mano en el ¨¢rea y Oliver fue al VAR a rectificar su decisi¨®n en primera instancia. Ioannidis no perdon¨® y el partido se fue a la pr¨®rroga.

El tiempo extra volvi¨® a ser cruel para el Marsella, que se dej¨® el alma para doblegar al Panathinaikos, pero la suerte no le acompa?¨®. En la primera mitad, a Vitinha le sacaron un remate a bocajarro en la l¨ªnea y, en la segunda, el portugu¨¦s aprovech¨® un centro de Guendouzi para hacer el 3-1, pero un milim¨¦trico -y dudoso- fuera de juego de Isma?la Sarr oblig¨® a Michael Oliver a rectificar otra vez su decisi¨®n inicial. El drama era total en el V¨¦lodrome.

En la tanda de penaltis, tan cruel para muchos y apetitosa para unos pocos, el Olympique de Marsella se despidi¨® de la Champions. Marcelino, para m¨¢s inri, meti¨® a Rub¨¦n Blanco en el 123 sin ser un especialista desde los once metros y el ex del Celta no par¨® ni una sola pena m¨¢xima. El Panathinaikos no fall¨® ni un solo lanzamiento y sell¨® la tumba de un equipo que no levanta cabeza en la Copa de Europa.