Aqu¨ª manda Haaland

Era el partido m¨¢s importante de la temporada. El m¨¢s esperado. Hab¨ªa muchas esperanzas depositadas en el enfrentamiento entre Gunners y Skyblues en el Emirates Stadium, y este no defraud¨®. Quien m¨¢s ilusi¨®n mostraron antes y durante el encuentro fue el lado local, pero la historia volvi¨® a repetirse. Los tres puntos volar¨ªan directos a Manchester y el cuadro mancuniano ampliar¨ªa a 11 los encuentros consecutivos de Premier League derrotando al Arsenal. Sin Thomas Partey y tras un grave error de Takekirou Tomiyasu antes de la media hora de encuentro, la efectividad de los pupilos de Pep Guardiola pas¨® por encima del cuadro local. Aunque Bukayo Saka logr¨® empatar el encuentro antes del descanso, Erling Haaland volvi¨® a hacer acto de presencia. A los de Mikel Arteta a¨²n les resta un partido aplazado, pero el Manchester City ya est¨¢ aqu¨ª: londinenses y mancunianos empatan a 51 puntos en lo m¨¢s alto de la tabla.

Dos errores: uno de Tomiyasu, otro del VAR

Tanto en los alrededores del Emirates Stadium como, sobre todo, en el interior del mismo se respiraba un ambiente de partido importante. Hab¨ªa, por m¨¢s que se opusieran ambos t¨¦cnicos a ello en la previa del encuentro, m¨¢s que tres puntos en juego. Con el templo Gunner en forma de olla a presi¨®n, a los pupilos de Mikel Arteta no les quedaba otra que salir con el cuchillo entre los dientes. Hubo intensidad durante los primeros compases de partido, pero no tanto f¨²tbol. Ni locales ni visitantes eran capaces de imponerse, de hacerse con el dominio del bal¨®n. A Mikel Arteta no parecieron gustarle ni la falta pitada a Eddie Nketiah, cuando Nathan Ak¨¦ despej¨® el bal¨®n en el interior del ¨¢rea casi a la altura del tobillo de su jugador, como la clara ocasi¨®n errada por el propio delantero ingl¨¦s. Oleksandr Zinchenko puso un bal¨®n medido a la referencia ofensiva de los Gunners, pero su cabezazo se march¨® desviado.

Eso s¨ª, a¨²n menos tuvo que gustar al t¨¦cnico espa?ol del Arsenal el clamoroso fallo cometido por Takehiro Tomiyasu a los 24 minutos. La mala y corta cesi¨®n del hoy lateral diestro local hacia Aaron Ramsdale pill¨® fuera de sitio al arquero ingl¨¦s. Kevin de Bruyne intercept¨® el bal¨®n en la frontal del ¨¢rea y lo elev¨® por encima del guardameta con un disparo con rosca para hacer el 0-1. ¡°Campeones, campeones¡±, coreaban los aficionados del Manchester City desplazados hasta el Emirates Stadium. El nerviosismo se apoder¨® tanto de los seguidores Gunners como de los propios jugadores del Arsenal. A punto estuvo el propio internacional japon¨¦s de redimirse de su error, pero su disparo desde el punto de penalti tras un centro rebotado, as¨ª como una gran ocasi¨®n posterior de Bukayo Saka desde el interior del ¨¢rea, se fueron al limbo.

Tanto hab¨ªan protestado las gradas del Emirates Stadium las continuas p¨¦rdidas de tiempo de Ederson, como Mikel Arteta el error arbitral en el ¨²ltimo partido ante el Brentford, que afici¨®n y entrenador locales se salieron con la suya en el minuto 42. Mientras Eddie Nketiah todav¨ªa miraba desde el suelo c¨®mo Nathan Ak¨¦ despejaba sobre la l¨ªnea su disparo, Anthony Taylor no dud¨® en pitar penalti. Los jugadores Skyblues no daban cr¨¦dito. El portero brasile?o se llev¨® por delante al ariete Gunner, pero cuando este ya hab¨ªa rematado. El VAR no contradijo la decisi¨®n del colegiado brit¨¢nico y Bukayo Saka fue el encargado de ejecutar la pena m¨¢xima. No fall¨® la estrella del Arsenal. Aunque el canterano Gunner firmaba el empate desde el punto de penalti al filo del descanso, los de Pep Guardiola a¨²n tuvieron tiempo de dar un ¨²ltimo susto a los locales antes de que concluyeran los primeros 45 minutos. El larguero impidi¨® que el remate forzado de Rodri Hern¨¢ndez en un saque de esquina se tradujera en el 1-2.

El despertar de Grealish

Por mucho que los jugadores de ambos equipos se hubiesen marchado durante 15 minutos a vestuarios, el partido no perdi¨® ni un ¨¢pice de intensidad. El encontronazo entre Kevin de Bruyne y Mikel Arteta en la banda, quienes una vez compartieron equipo en el cuadro Citizen, el m¨¢s claro ejemplo de ello. Ni la intensidad ni la emoci¨®n. Ni 10 minutos de segunda mitad y Anthony Taylor pit¨® el segundo penalti de la noche. La potencia de Erling Haaland pas¨® por encima de Gabriel Magalh?es, que termin¨® frenando con falta al noruego en el interior del ¨¢rea. Entonces, otra vez el VAR, salv¨® a los Gunners. El delantero del Manchester City parti¨® desde posici¨®n antirreglamentaria en el arranque de la carrera y la decisi¨®n tomada por el ¨¢rbitro ingl¨¦s qued¨® anulada. Pep Guardiola se lamentaba en el banquillo.

Entonces, el partido enloqueci¨®. Sin control alguno por parte de Gunners o Citizens, las ocasiones se suced¨ªan de uno a otro equipo. El bal¨®n iba de una porter¨ªa a otro. Del pase de la muerte dque no acert¨® a cazar Eddie Nketiah en boca de gol al fallo en la salida de bal¨®n de los locales que a punto estuvo de aprovechar Erling Haaland. El que no desperdici¨® su ocasi¨®n fue Jack Grealish. Quien parec¨ªa ser una causa perdida para los intereses del cuadro mancuniano est¨¢ convirti¨¦ndose esta temporada en uno de los grandes pilares del ataque de Pep Guardiola. Tanto, que el extremo ingl¨¦s se apunt¨® el 1-2 a su cuenta particular en el 72¡ä. Erling Haaland cedi¨® en la frontal para Ilkay G¨¹ndogan, este hizo lo propio para el ¡®10¡ä de los Skyblues, y el disparo centrado pero potente se col¨® entre las manos de Aaron Ramsdale. Los visitantes volv¨ªan a estar por delante.

Una ventaja que, a falta de siete minutos para el final del encuentro, el Manchester City se asegur¨® de ampliar. Tres partidos llevaba Erling Haaland sin ver porter¨ªa con los mancunianos. Pues, ?qu¨¦ mejor ocasi¨®n que ante el l¨ªder de la Premier League para reencontrarse con el gol? Combinaci¨®n de los Citizens en la frontal del ¨¢rea, pase al interior de la misma de Kevin de Bruyne y la bestia noruega lo mand¨® al fondo de la porter¨ªa. Ahora s¨ª, los tres puntos parec¨ªan ser ya propiedad del conjunto mancuniano. No cesaron en su empe?o los de Mikel Arteta, pero el encuentro estaba visto para sentencia. Otra vez, mientras los jugadores Citizens celebraban el triunfo con los suyos, volvi¨® a sonar en la grada visitante eso de: ¡°Campeones, campeones...¡±.