Gavi nos mete en la Eurocopa

Espa?a es una selecci¨®n de palabra, est¨¢ visto. Una vez m¨¢s, La Roja estar¨¢ en un gran campeonato tras sellar el billete para la Eurocopa (ocho presencias consecutivas) con una victoria de oficio en Oslo. Bast¨® para ello el gol de Gavi tras una carambola que requiri¨® el visto bueno del VAR. Ni siquiera el ogro Haaland pudo apartarnos del camino. Alemania espera en 2024 a un equipo que, bajo la batuta de Luis de la Fuente, ha logrado en ocho meses ganar la Nations League y clasificarse para la Euro. Botines as¨ª no se consiguen todos los d¨ªas.

Cuando todos miraban a Haaland, De la Fuente sorprendi¨® con Ansu Fati. El jugador del Brighton fue la gran novedad en el once con el que Espa?a se plant¨® en el estadio Ullevaal. Era un aviso a navegantes y entre esos navegantes, quiz¨¢ el propio Xavi, que en el Bar?a administraba los minutos del canterano a cuentagotas. Pero no se me ocurre mejor forma de devolverle la confianza que darle la titularidad en un partido en el que Espa?a se jugaba el pase directo a la Eurocopa. Ni m¨¢s ni menos. Ansu se antojaba un buen punz¨®n con el que resquebrajar al equipo de Solbakken, pertrechado en un 4-4-2 casi inalterable. Noruega no ten¨ªa rubor alguno en esperar atr¨¢s pese a que la victoria era obligada para mantener sus aspiraciones de ocupar una de las dos plazas que proporcionan el acceso directo a la Euro. Entre esos cerrojos sobresal¨ªa Strandberg, el central del Valerenga. Era tal su ansia por cerrar todos los huecos defensivos que en un bal¨®n centrado al ¨¢rea por Carvajal a punto estuvo de firmar en propia puerta el 0-1.

Sin embargo, en esa acci¨®n, en la que el despeje errado enga?¨® a su guardameta, Morata jug¨® a favor de Noruega. El delantero del Atl¨¦tico estaba en fuera de juego cuando Carvajal centr¨® y, tras el despeje de Strandberg, en lugar de dejar que el bal¨®n llegara pl¨¢cidamente a la red, lo empuj¨® activando la llamada desde las alturas del VAR. Incluso sus compa?eros parecieron recriminarle el toquecito. El alem¨¢n Tobias Stieler, ¨¢rbitro de c¨¦sped, decidi¨® anular el gol tras revisi¨®n. Un jarro de agua fr¨ªa en una noche ya de por s¨ª fresca, cinco grados que supon¨ªan un aut¨¦ntico shock comparados con los 33 con los que dos d¨ªas antes los internacionales espa?oles dejaban Sevilla.

El papel de los laterales

El gol que pudo ser y no fue no alter¨® la partitura. Espa?a sigui¨® armada de paciencia, con Rodrigo, Gavi y Fabi¨¢n triangulando antes de abrir a banda. Era necesario hacer ancho el campo y en esa tarea Carvajal y Fran Garc¨ªa eran especialmente bienvenidos. ?Y Ansu Fati? Pues a punto de llegar al descanso, poco y nada; apenas encar¨® y ese es su ADN, lo primero que hay que esperar de ¨¦l. Luego, podr¨¢n salir o no los regates. ?Y Haaland? Pues en la misma l¨ªnea. Bastante ten¨ªa con pegarse con Le Normand, a quien le forz¨® la tarjeta amarilla, con amagar arrancadas de esas en las que parece que el c¨¦sped retumba como si pasara el metro bajo nuestros pies.

Pero una cosa es felicitarse por el buen marcaje a la estrella rival y otra jugar con fuego. As¨ª que, con la amarilla a Le Normand como alerta en el m¨®vil, De la Fuente decidi¨® cambiar en el descanso al central de la Real Sociedad. Entr¨® David Garc¨ªa, al igual que lo hizo Oyarzabal por un Ansu demasiado gris. Pero el protagonista, estaba visto, no era ninguno de los que entraban o sal¨ªan del campo sino el VAR, que vigila sin descanso.

A los cinco minutos de la reanudaci¨®n, un remate de Ferran Torres se envenen¨® con el rebote en un defensa y en Gavi, tambi¨¦n en Morata, el bal¨®n regres¨® de nuevo a Gavi, quien bati¨® a Nyland aunque con la duda de si el delantero del Atleti estaba en fuera de juego posicional. Al final, tras cuatro minutos de chequeo y suspense, puro Hitchcock, el gol subi¨® al marcador. Una jugada de pinball que en esos momentos nos situaba con pie y medio en la Eurocopa.

A Noruega, que se jugaba la vida, no le quedaba otra que arriesgar, as¨ª que Solbakken decidi¨® dar entrada a Nusa, el nuevo chico de oro del f¨²tbol noruego a sus 18 a?os, y Sorloth en sustituci¨®n de Berg y Bobb. El efecto gaseosa dur¨® diez minutos, pues la efervescencia de esos cambios se tradujo en un remate desviado de Odegaard, que fue a menos a medida que avanzaba el partido, y otro de Nusa que ataj¨® con seguridad Unai Sim¨®n. Y poco m¨¢s. El viento cambi¨® pronto de direcci¨®n y, con Rodrigo a los mandos, Fabi¨¢n durmiendo el juego en sus pies, Carvajal incombustible y Pedraza como un nuevo debutante en la era De la Fuente, Espa?a se adue?¨® del partido. Tom¨® el control y ya no lo solt¨®. El billete a la Eurocopa estaba en el bolsillo, dentro de un a?o sabremos c¨®mo acaba de verdad este viaje.

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