CHAMPIONS LEAGUE
As¨ª fue ¡®La Batalla de Glasgow¡¯
El Atl¨¦tico de Madrid usar¨¢ una equipaci¨®n roja y azul en el partido de Champions ante el Celtic que rememora la semifinal de la Copa de Europa de 1974.

El Atl¨¦tico de Madrid jug¨® el 10 abril de 1974 el partido de ida de la semifinal de la Copa de Europa en el Celtic Park de Glasgow.

"Esa semifinal fue muy especial, ven¨ªamos de ganar la Liga la temporada anterior y eliminamos a todo un campe¨®n de Europa en un momento muy bueno de nuestras carreras¡±, afirma Adelardo, quien port¨® el brazalete de capit¨¢n.

El equipo rojiblanco utilizar¨¢ en Celtic Park una camiseta especial (roja) que evoca a la semifinal de Copa de Europa, con Adelardo, Heredia, Ayala, Reina, G¨¢rate... El Atl¨¦tico de Madrid estaba viviendo una de las mejores ¨¦pocas de su historia.

Algunas leyendas del Celtic a¨²n recuerdan la semifinal de la Copa de Europa del 74 contra el Atl¨¦tico. Y es que el hecho de que el equipo colchonero haya decidido homenajear a los jugadores que lograron el pase a la final del 74 no ha sentado nada bien en Escocia. De hecho, lo perciben como una provocaci¨®n.
All¨ª, en Celtic Park, se empez¨® a encarrilar el pase a la final de la Copa de Europa 1974. ?La Batalla de Glasgow?, as¨ª ha quedado en la memoria, en la que el equipo rojiblanco termin¨® con ocho futbolistas (expulsados: Ayala en el 63', Panadero en el 64' y Quique en el 78') y aun as¨ª sali¨® con un 0-0 que se hizo bueno en el Calder¨®n, llegando a la final de la Copa de Europa. En la foto, Babaca saca tarjeta amarilla a Melo.
En la primera parte del encuentro el jugador del Celtic, Hood, centr¨® y su compa?ero Dalglish marc¨® superando a Reina. Ambos estaban en fuera de juego y el tanto fue invalidado.

El partido fue dur¨ªsimo por parte de los dos equipos (aunque con diferente vara de medir), con patadas constantes e impactantes, amonestaciones y tres expulsiones, pero la bronca ni siquiera acab¨® con el pitido final del ¨¢rbitro turco Babacan, absoluto villano en el imaginario rojiblanco.
La pelea continu¨® con la aparici¨®n en el campo de aficionados, directivos e incluso polic¨ªas. 'En serio, la batalla no termin¨® hasta que nos subimos al avi¨®n y llegamos a Barajas' comenta Adelardo.