Va por ti, Alexia

Espa?a sufri¨® pero cumpli¨® en el debut en la Eurocopa ante Finlandia. Supo sobreponerse a un golpe iniciar con f¨²tbol y goles. Tres de cabeza de Paredes, Aitana y Luc¨ªa, y otro de penalti de Mariona. El equipo super¨® las adversidades.

El partido de La Roja comenz¨® antes de que el ¨¢rbitro lo iniciara. Alexia salt¨® al c¨¦sped con el resto de sus compa?eras en forma de homenaje. Un plus para las 23, que sab¨ªan que ten¨ªan que ir a por todas. La Bal¨®n de Oro y muchas otras merec¨ªan esa victoria en forma de regalo. Pero el jarro de agua fr¨ªa que le cay¨® a la Selecci¨®n en el primer minuto del partido fue de los que empapa.

Esther pudo marcar antes de los 20¡ä y sin embargo en la siguiente jugada, tambi¨¦n antes del minuto, Sallstrom se plant¨® sola ante Pa?os y col¨® el bal¨®n con la derecha. Mal asunto, muy mal asunto, en un debut. Y m¨¢s a¨²n para un equipo no acostumbrado a ir a remolque. Pero si hay un escenario que lo merece es esta Euro. Es este equipo, es esta Espa?a.

Vilda hab¨ªa apostado por su once de gala m¨¢s Irene Guerrero. La sevillana se gan¨® ser la reemplazante de Alexia. Lo hizo fenomenal ante Australia y adem¨¢s su inclusi¨®n permit¨ªa no mover demasiado el resto de equipo. Era la primera prueba de fuego y conven¨ªa no jug¨¢rsela demasiado. Adem¨¢s, tres puntos vitales estaban en juego y el resultado no pod¨ªa ser peor.

Mariona fue una de las que tom¨® la iniciativa. La Selecci¨®n comenz¨® a ordenarse, a tocar y a llegar. Los gritos de ¡®Espa?a, Espa?a¡¯ desde una parte de la grada del MK, mayor¨ªa finlandesa, ayudaron. La que m¨¢s amenazaba era la finlandesa Engman, que cada vez que cog¨ªa el bal¨®n por la banda derecha hac¨ªa temblar a las defensoras espa?olas. Ya lo hab¨ªa avisado Vilda y no le falt¨® raz¨®n. Esto es una Eurocopa, s¨ª, no hay rival f¨¢cil.

Leila se atrevi¨® desde muy lejos y el esf¨¦rico se choc¨® con el larguero. Ante la incapacidad de La Roja de entrar en el ¨¢rea peque?a, se opt¨® por chutar desde fuera. Hubo c¨®rners y m¨¢s c¨®rners. Espa?a apretaba. Y as¨ª lleg¨® un gol anulado (el bal¨®n hab¨ªa salido previamente) de Guijarro. Ese era el camino.

Fue en una jugada similar como lleg¨® el empate de Espa?a. Paredes, con rotundidad, cabece¨® a lo Puyol para mandar el bal¨®n a la red y poner las cosas en su sitio. A la capitana hay que hacerle un monumento, qu¨¦ manera de liderar a un equipo ofensiva y defensivamente.

El empate liber¨® a Espa?a, que no se conform¨® con enderezar el rumbo. Curiosamente, fue de cabeza tambi¨¦n el segundo gol de La Roja. Un centro maravilloso de Mapi lleg¨® medido a la cabeza de Aitana, la m¨¢s peque?a entre las torres finlandesas. Hay que tener mucha calidad para rematar a la escuadra como ella. La de San Pedro de Ribas la tiene.

Tambi¨¦n Ona, que tras un pase al espacio de la blaugrana, se plant¨® en el ¨¢rea finlandesa haciendo bailar a varias jugadoras. Espa?a disfrutaba por fin. Las 10 jugadoras se animaban a tirar del carro hacia la porter¨ªa de Korpela. Laia nada m¨¢s pisar el c¨¦sped estuvo a punto de ampliar el marcador. Sali¨® con energ¨ªa la nueva jugadora del City. Fueron minutos intensos de La Roja. Se sucedieron varias ocasiones: Mapi, Ona, Esther, Mariona, Patri¡­ Y si hab¨ªa alguna p¨¦rdida, ah¨ª estaba Paredes. Siempre, sin un despiste.

Las sensaciones eran muy buenas, pero el resultado peligroso. Con el choque en ese punto y dos cambios preparados en la banda, Luc¨ªa quiso dar el golpe sobre la mesa. Su insistencia en cada minuto trajo resultado. Otro gol, el tercero de cabeza, para la tranquilidad del equipo espa?ol. Espa?a comenz¨® a lucirse. A no dudar. Con el tiempo ya cumplido lleg¨® el cuarto, lo transform¨® Mariona de penalti. Con templanza lo envi¨® al fondo de la red. Poder¨ªo de la mallorquina.

Y con ese poder¨ªo se logr¨® la primera victoria en el torneo continental. Espa?a se va con los deberes hechos de esta primera cita. El camino hacia la historia ha comenzado. Y este equipo promete ir a m¨¢s. Se puede no poner l¨ªmites, se puede so?ar a lo grande. Hoy lo han demostrado. Una traba m¨¢s en el camino que han apartado. A por todas.