?Que siga la fiesta, Espa?a!

Espa?a sigue de fiesta. La Selecci¨®n puso el broche de oro ante Suiza en el segundo partido de la Nations League. Hubo de todo en C¨®rdoba. Y todo fue bueno, de sobresaliente. Desde el inicio con Irene y Alexia levantando la Copa del Mundo al cielo de C¨®rdoba hasta el fest¨ªn de goles. Y, para rematar, el r¨¦cord de asistencia de un partido de La Roja como local con los 14.194 espectadores que no se perdieron la juerga vivida en el Nuevo Arc¨¢ngel.

Las Campeonas del Mundo pisaron tierra espa?ola y se desat¨® la fiesta. C¨®rdoba se visti¨® de gala para recibir a las mejores futbolistas del planeta. Era hora de celebrar, de que las internacionales se dieran un ba?o de masas. Y tambi¨¦n era el momento para volver a jugar al f¨²tbol, eso que tan bien hacen estas jugadoras.

Lo primero, antes de comenzar a brillar sobre el c¨¦sped del Nuevo Arc¨¢ngel, fue exhibir a la afici¨®n la brillante Copa del Mundo lograda. De manos de Irene y Alexia, la volvieron a levantar al cielo. Las gradas que luc¨ªan pr¨¢cticamente llenas de color rojo se volcaron con el equipo desde antes de comenzar el esf¨¦rico a rodar. ¡°Campeonas, campeonas¡±, se o¨ªa al mismo tiempo que una ola daba la vuelta al estadio.

La Selecci¨®n sali¨® a por todas ante Suiza. Igual pr¨¢cticamente que ante Suecia, Montse Tom¨¦ opt¨® por poner a las mejores sobre el c¨¦sped. Esta vez se llevaron los premios de la titularidad Oihane y Eva Navarro. Fue precisamente esta ¨²ltima la que gener¨® la primera ocasi¨®n de La Roja, que finaliz¨® con un tiro de Luc¨ªa en manos de la guardameta suiza. Espa?a vio facilidades y adelant¨® l¨ªneas, con Alexia muy volcada en el ¨¢rea rival. Las dos laterales pr¨¢cticamente actuaban de extremos.

Las 10 jugadoras de campo espa?olas estaban constantemente metidas en mediocampo. Y as¨ª, con tantas piernas en el ¨¢rea, pronto lleg¨® el gol. En un robo de Mariona fue Luc¨ªa la que aprovech¨® un rechace para mandarla, esta vez s¨ª, al fondo de la red. Locura en las gradas. Y la fiesta no hab¨ªa hecho nada m¨¢s que empezar. El escenario y el nivel de La Roja promet¨ªan mucho m¨¢s.

Alexia, esta vez luciendo el brazalete de capitana bajo la calurosa noche cordobesa, volvi¨® a ponerse el traje de hero¨ªna. Volvi¨® a dirigir a las suyas, con o sin bal¨®n. No hab¨ªa detalle que se le escapara. Repart¨ªa juego y lo intentaba. Estaba en todas. Tambi¨¦n para achicar balones del ¨¢rea espa?ola, eso s¨ª, en las ocasiones espor¨¢dicas de las de Grings. A pesar de que las de Tom¨¦ bajaron un poco la intensidad, los aplausos y los c¨¢nticos hacia jugadoras como Olga o Aitana no dejaron que la fiesta se viniera abajo.

Cada triangulaci¨®n se celebraba. Y cada despeje. Aunque los goles tardaron en llegar, La Roja segu¨ªa maravillando con su f¨²tbol. Todas quer¨ªan sumar, tanto que hasta Irene se lanz¨® a probar a Herzog con un disparo lejano que se fue por poco. Cuando todo iba encaminado a irse al vestuario por la m¨ªnima, lleg¨® Olga por la banda izquierda para poner un centro perfecto a Aitana, que de primeras remat¨® a gol.

Como acab¨® la primera, empez¨® la segunda parte. Espa?a no dio tiempo a Suiza ni a respirar y ya estaba el tercer gol en el fondo de la red. Doblete de Aitana, que remat¨® a placer tras una jugada iniciada por Athenea -salt¨® al c¨¦sped e hizo magia- y que continu¨® Alexia con un toque de bal¨®n exquisito en el ¨¢rea. Conexi¨®n blaugrana 100%.

Athenea segu¨ªa con ganas de dar m¨¢s guerra y del rechace de un tiro suyo lleg¨® el cuarto. Fue la sevillana Gabarro aprovech¨® su oportunidad para dejar su sello de goleadora. Incluso Cata tuvo su momento con una gran intervenci¨®n sobre Terchoun. Las de Montse quer¨ªan m¨¢s, y fue casi al final Oroz la que complet¨® el marcador. Regalo para la madridista.

Espa?a volvi¨® a brillar y lucir su mejor f¨²tbol en C¨®rdoba. Lo hizo ante un p¨²blico entregado que pudo ver in-situ a las mejores jugadoras del planeta. Cierre perfecto para una convocatoria que empez¨® con tormenta y se despide con un cielo abierto y despejado, el de las campeonas que son capaces de maravillar al mundo con su f¨²tbol ¨²nico.