Panenka reivindica al Rayo Femenino en sus premios

Ellas han sido las grandes olvidadas en el centenario del Rayo. Curiosamente, ellas, las que han dado los t¨ªtulos al club: una Copa de la Reina (2007-08) y tres Superligas consecutivas (2008-11). Cuando el f¨²tbol femenino ten¨ªa m¨¢s proyecci¨®n que arraigo y sonaba m¨¢s a utop¨ªa que a realidad, el Rayo se convirti¨® en uno de sus referentes, nutriendo mayoritariamente la Selecci¨®n. Casi todas las grandes pasaron por Vallecas ¡ªincluidas dos de las campeonas del Mundo en 2023, como Jenni Hermoso y Claudia Zornoza¡ª y las ni?as del barrio tuvieron antes que nadie sus referentes. Esas figuras a las que emular, por encima de los prejuicios e incluso de los insultos. Algunas, como Anita Blanco, so?aban con emular a Keka y ese fue el primer gol del equipo.

La revista Panenka ha rescatado a aquellas generaciones que empoderaron la Franja, otorg¨¢ndoles el premio Anton¨ªn Especial por su aportaci¨®n a la ADRV. Esa que naci¨® al abrigo de una mujer, Do?a Prudencia Priego, madre de varios de los fundadores y parte activa en sus primeros a?os de vida, y que se convirti¨® en pionera con Teresa Rivero como primera presidenta de un club de Primera y origen tambi¨¦n de la secci¨®n femenina. De su bolsillo, no del de su marido Jos¨¦ Mar¨ªa Ruiz-Mateos, salieron los 37.000 euros con los que todo arranc¨®. Ah¨ª, por fin, el rol de la mujer pas¨® de ser secundario a protagonista. De testigo de la historia a motor para cambiarla.

A Teresa Rivero le rondaba la cabeza la idea de tener su propio equipo femenino, como reconoci¨® en el programa con T de Tarde, presentado por Terelu, y la llamada de Juan Medina, en verano del 2000, le dio el impulso definitivo para enrolarse en dicha aventura. El Rayo absorbi¨® el CD Buen Retiro, aunque no pudo usar su nombre, por un tema legal, hasta un a?o despu¨¦s. Carmen Mart¨ªn ejerci¨® como delantera y entrenadora cuatro temporadas (2001-05) y, con ella en el banquillo, vivieron su primer ascenso a la Superliga (2002-03). Precisamente ella ha sido la gran impulsora de este reencuentro en los Teatros Luchana, por donde desfilaron las defensas Bego?a Casalengua Goro y Nuria Baeza Nuri, la centrocampista vallecana Patricia Pacheco Pache y la guardameta Irene Ferreras, canterana que d¨¦cadas despu¨¦s dirigi¨® una temporada al filial (2017-18) y otra, al primer equipo (2018-19). Todas ellas pupilas de Carmen, que sembr¨® la semilla de aquellos t¨ªtulos. Es m¨¢s, cuando hizo las maletas dej¨® hasta el nombre de su sucesor: Pedro Mart¨ªnez Losa.

Sus abrazos fueron el aperitivo de la gala, donde tambi¨¦n se premi¨® a la Selecci¨®n espa?ola ¡ªacompa?ando a De la Fuente estuvo otro ex del Rayo, Miguel ?ngel Espa?a¡ª, Jes¨²s Navas, Superdeporte, la afici¨®n del Athletic, el documental de los Williams... y en el recuerdo siempre estaba ¨¦l, Juan Pedro Navarro. El fallecido director del f¨²tbol base y creador de esas plantillas de ¨¦xito, entre las que destacan leyendas como Natalia Pablos (su m¨¢xima artillera con 350 goles) y Alicia G¨®mez (con el r¨¦cord de partidos jugados 390) y otras figuras como Sonia Berm¨²dez, Adriana Mart¨ªn, Jade, Keka... Esas que llegaron a jugar la Champions e incluso consiguieron meter a m¨¢s de 8.000 espectadores en el estadio de Vallecas para esa hist¨®rica victoria frente al Arsenal Ladies (2-0) del 4 de noviembre de 2010. Ah¨ª ejercieron de recogepelotas Anita Blanco y Marta Perarnau, quienes a?os despu¨¦s continuaron ese legado.

Ellas se convirtieron en el m¨¢ximo exponente de la valent¨ªa, el coraje y la nobleza, que propugna el himno. En las buenas y, sobre todo, en las malas. Esas que no tardaron en llegar. Los impagos, el cambio de propiedad y la Ley Concursal amenazaron la supervivencia de la secci¨®n m¨¢s laureada y fueron las mismas futbolistas quienes tiraron de ingenio y de amor propio para sobrevivir con un presupuesto m¨ªnimo. El ocaso deportivo, con dos descensos de categor¨ªa (de Liga F a Segunda RFEF), no doli¨® tanto como el de los valores, con la llegada de Santiso al banquillo en la 2021-22. El motivo definitivo de la ruptura con la afici¨®n, que sigue a?orando aquel femenino, motivo de orgullo. El de un barrio combativo que vio en sus chicas a unas guerreras, capaces de ganar las duras batallas planteadas dentro del campo y fuera, en la sociedad.

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