Nadim: la refugiada afgana que hace historia en Dinamarca
La historia de Nadia Nadim es un ejemplo de resiliencia y lucha. Su padre fue asesinado por los talibanes, se inici¨® en el f¨²tbol en un campo de refugiados y triunfa con Dinamarca
Nadia Nadim (Herat, 1988) es un ejemplo de vida. Una vida complicada desde que era una ni?a y viv¨ªa en su Afganistan natal. Porque Nadia ha salido adelante gracias a sus ganas de vivir y su pasi¨®n por el f¨²tbol. Hu¨¦rfana desde los 12 a?os huy¨® de su casa, vivi¨® en un campo de refugiados, se entreg¨® al f¨²tbol y tuvo que pelear el poder representar al pa¨ªs que le hab¨ªa acogido con la FIFA. El bal¨®n le dio esperanzas y le proporcion¨® poder integrarse en una naci¨®n nueva a la que le empuj¨® una guerra y el r¨¦gimen del terror. Hoy lucha por los derechos de esas personas que tienen que dejar todo atr¨¢s por la guerra mientras juega al f¨²tbol, acaba de terminar la carrera de medicina y habla ocho idiomas. Casi nada.
Nadim es la peque?a de cinco hermanos. Viv¨ªa en Kabul con su familia. Su padre, militar, era una persona influyente en el pa¨ªs cuando, en el 2000 estall¨® la guerra en Afganist¨¢n y los talibanes tomaron el pa¨ªs. Su padre ten¨ªa una reuni¨®n con un alto mando y nunca volvi¨® a casa. Su madre, con sus cinco hijos, sali¨® adelante, consigui¨® unos traficantes y lleg¨® a Pakist¨¢n. All¨ª, con pasaportes falsos del pa¨ªs. ¡°Hasta el d¨ªa de hoy, mis hermanas y yo todav¨ªa no sabemos realmente c¨®mo lo hizo, pero mi madre arregl¨® que los traficantes nos ayudaran a escapar a trav¨¦s de la frontera con Pakist¨¢n¡±, reconoci¨® la jugadora en Fourfourtwo. Su madre nunca dej¨® que la familia se separes y acab¨® mont¨¢ndose en un cami¨®n que deb¨ªa llevarles a Londres, pero acab¨® en Dinamarca. All¨ª encontr¨® la paz y la seguridad en un campo de refugiados. ¡°El campo de refugiados al que nos llevaron fue uno de los per¨ªodos m¨¢s felices de mi vida¡±, reconoce.
La normalidad, entre comillas, volv¨ªa a su vida. Iba a la escuela, ten¨ªa amigos de diferentes nacionalidades, aprend¨ªa el idioma y encontraba una estabilidad que le hab¨ªan robado cuando tuvo que huir de su pa¨ªs. ¡°Hab¨ªamos pasado de vivir con miedo, escuchando el sonido de balas y bombas, a un lugar donde nos sent¨ªamos muy seguros¡±, explicaba. All¨ª empez¨® a jugar al f¨²tbol y se enamor¨® de este deporte. Encontr¨® un equipo femenino y logr¨® que le aceptasen. Empez¨® su carrera como futbolista. Ah¨ª cambi¨® su vida: ¡°Me ayud¨® a mejorar mi dan¨¦s, hacer amigos y sentirme aceptado por mis compa?eros¡±. Aunque siempre hab¨ªa alguna persona racista, Nadia ten¨ªa claro que el f¨²tbol iba a ser su vida. Su car¨¢cter le llev¨® a tener peleas y tuvo que aprender a templar sus nervios y canalizar esa rabia sobre el campo. Eso le hizo a¨²n mejor futbolista.
Selecci¨®n danesa
Era s¨®lo una adolescente cuando el fich¨® el Skovbakken. Su progresi¨®n era muy buena y los goles iban llegando. Pero, hasta los 20 a?os, no consigui¨® la nacionalidad danesa y la Selecci¨®n no tard¨® en llamarla. Pero apareci¨® una nueva piedra en el camino: FIFA no le dejaba jugar. La normativa obligaba a que, despu¨¦s de obtener la nacionalidad, ten¨ªa que vivir cinco a?os en el pa¨ªs para poder jugar. Los abogados daneses convencieron al organismo de que era un caso especial. Debut¨® en 2009 para convertirse en el primer jugador o jugadora que vest¨ªa la camiseta de Dinamarca como nacionalizado. ¡°Pens¨¦ en todos los ni?os refugiados que crec¨ªan en pa¨ªses extra?os de todo el mundo y so?aban con sentirse aceptados. Este fue mi mensaje: si yo puedo hacerlo, ellos tambi¨¦n pueden. Me enorgulleci¨® abrir la puerta¡±. Con casi un centenar de partidos internacionales y casi 13 a?os vistiendo la camiseta de Dinamarca, Nadia fue una de las jugadoras que en la ¨²ltima Eurocopa llev¨® a Dinamarca a la gran final, que acab¨® perdiendo ante Pa¨ªses Bajos.
La rotura de ligamentos
Tras jugar en varios pa¨ªses, triunfar en Estados Unidos, probar, sin ¨¦xito, en el Manchester City, ser estrella en el PSG y regresar a Estados Unidos, Nadia ten¨ªa este 2022 marcado en rojo. Con 34 a?os era su gran cita pero el destino siempre le tiene preparada una piedra m¨¢s en el camino. A unos meses del campeonato, la rodilla dijo basta. ¡°Recuerdo recibir la pelota en el medio del campo e intentar girar. Todo mi peso estaba sobre mi pierna derecha cuando me gir¨¦ y luego sent¨ª que alguien me atravesaba la espalda. Mi cuerpo se fue hacia un lado, mi rodilla se fue hacia el otro y escuch¨¦ un espantoso sonido de estallido. El dolor era tan extremo que pens¨¦ que me iba a desmayar. Mi mente instant¨¢neamente record¨® la Eurocopa en Inglaterra este verano y lo devastado que estar¨ªa si me lo perdiera. Mientras me sacaban del campo en una camilla, era todo en lo que pod¨ªa pensar¡±, relat¨®. Pero ha conseguido recuperarse a tiempo, muy justa, pero Sondergaard le esper¨® para esta gran cita. Al fin y al cabo es una de las l¨ªderes del equipo.
Su otra vida y el futuro
Nadia Nadim no s¨®lo es futbolista, tambi¨¦n es m¨¦dico, de hecho, termin¨® la carrera no hace mucho. A esto hay que sumarle que habla ocho idiomas: dan¨¦s, ingl¨¦s, alem¨¢n, franc¨¦s, hindi, urdu, persa y pashto. ¡°Trabaj¨¦ en un hospital, ayudando a los cirujanos en el quir¨®fano. Jugaba al f¨²tbol durante el d¨ªa, luego me encontraba ayudando a los m¨¦dicos a realizar cirug¨ªas por la noche¡±. Y ya piensa en lo que har¨¢ en el futuro. Su idea es ayudar a la gente y ve la oportunidad de hacerlo con M¨¦dicos sin fronteras, all¨¢ donde haga falta. ¡°Mi vida no ha sido simple, pero he tenido mucha suerte de hacer lo que amo. Hay millones de personas en todo el mundo, especialmente mujeres, que no tienen la oportunidad de hacer deporte. S¨¦ por experiencia personal c¨®mo puede ser un poder para el bien. Adem¨¢s de convertirme en m¨¦dico, quiero ayudar a nivelar el campo de juego y dar a m¨¢s personas las mismas oportunidades que disfrut¨¦¡±, termina diciendo. Nadia es un ejemplo de vida, un ejemplo de resiliencia. Afgana y danesa por partes iguales pero, sobre todo, una luchadora.