SELECCI?N | SALMA
El talismán de Salma
La jugadora del Barcelona Salma Paralluelo reconoce que su único referente es su madre. Con una pulsera de ella viaja a por todas al Mundial.
Salma Paralluelo (Zaragoza, 2003) llega al Mundial de Australia y Nueva Zelanda a por todas y con las aspiraciones en estar, por qué no, en la gran final del 20 de agosto en Sidney. Nadie que se cruce con ella podría decir que tan sólo tiene 19 a?os. No lo aparenta. Es un portento físicamente y mentalmente. No hay nada que frene a la internacional espa?ola. Sobre todo desde hace un a?o.
Ha sido en los últimos meses cuando su vida ha dado un giro de 180? con la llamada de Jorge Vilda para la absoluta y su fichaje por el Barcelona. Todo ha ido sobre ruedas. Lleva desde peque?a centrándose en el deporte, inclusó llegó a compaginar el atletismo y el fútbol de élite. No le importaba tener que levantarse a las 4 de la madrugada para llegar a todo.
Para todo ello, Salma tiene un secreto, una fuerza extra con la que lleva fluyendo desde ni?a desde que en noviembre de 2003 llegó al mundo. Se trata del apoyo incondicional de su madre. También del resto de su familia, pero lo que le ha transmitido Diosdada Ayingono, que así se llama y es de origen ecuatoguineano, la sitúa por encima de cualquier ídolo.
“No tenía referentes ni en el fútbol ni en el atletismo, la verdad. Te podías fijar en jugadoras, pero siempre he estado centrada en mí. Cada día pensaba en lo que tenía por delante, en cada entrenamiento para hacerlo mejor. Si hay alguien que me ha servido de luz y de guía… esa es mi madre”.
La palabra madre en Salma suena de manera diferente. Suena de manera emocional. De padre espa?ol, ha sido su progenitora la que le ha transmitido la fuerza física y los valores deportivos que tanto la han marcado: “Es una persona súper luchadora, siempre me ha inspirado. Siempre me ha transmitido esa fuerza con frases como ‘Salma, tú puedes’. ‘Trabaja que lo vas a conseguir’. Eso es en lo que me he apoyado. He tenido ese apoyo y esa confianza ciega qen mí. Al final te contagia. Siempre he tenido esa ambición por muy difícil que fuera el reto”, asegura.
Amuleto de protección
Es más, la delantera espa?ola ha viajado a Oceanía con una pulsera que le recuerda especialmente a su progenitora. La propia Diosdada la hizo con sus propias manos y con todo el cari?o del mundo. Una especie de amuleto con el que quiere tener protegida a los suyos.
“Es una cinta roja, una pulserita roja que mi madre siempre nos pone a todos en la familia. Es un símbolo de suerte, protección, y lo que tú quieres sentir. Se viene al Mundial conmigo, hasta el final siempre. No se rompe, y la puedo llevar mientras juego. La hace ella con todo su amor, incluso mi padre también la lleva. Una tradición”, explica.