Ba?o ol¨ªmpico

Sevilla amaneci¨® con el cielo abierto y soleado y la Selecci¨®n cerr¨® el d¨ªa logrando su sue?o ol¨ªmpico. Las campeonas del mundo volvieron a hacer historia. En las semifinales de la Nations League se llevaron por delante a Pa¨ªses Bajos. No hubo dudas. Adem¨¢s de dominar el mundo, dominan el continente. S¨®lo Francia puede evitar, el mi¨¦rcoles en la final, otro nuevo t¨ªtulo para esta Generaci¨®n de Oro. Jenni abri¨® el marcador, y Aitana y Ona completaron la fiesta de goles en La Cartuja.

En Sevilla no se jug¨® un partido m¨¢s, sino una cita in¨¦dita -semifinales de la Nations- y con unos Juegos Ol¨ªmpicos en el aire. El estadio ol¨ªmpico hasta ahora era un recinto talism¨¢n para la Selecci¨®n: cuatro victorias de cuatro. A la quinta lleg¨® el ¨¦xtasis. Montse Tom¨¦ no dud¨® en sacar su once m¨¢s reconocible, ese que le ha llevado a la seleccionadora a meterse en una Final Four en solo unos meses en el cargo. Llegar y besar el santo. Eso s¨ª, tuvo que afrontar dos de las bajas m¨¢s sentidas: la de Alexia Putellas y Tere Abelleira. Por la primera retras¨® su puesto Jenni; por la segunda se adelant¨® a Aleixandri al pivote. A la del City le toc¨® ocupar una plaza que no le agrada demasiado, pero en citas de este nivel no hay lugar a la queja.

Espa?a fue un equipo m¨¢s que nunca. Sali¨® a sufrir, a disfrutar, a por todas. No se hab¨ªa cumplido ni un minuto y Laia ya hab¨ªa ganado dos duelos en el centro del campo a las neerlandesas. Declaraci¨®n de intenciones. Con contundencia, sin rodeos, corrigiendo algunos errores del pasado. A este nivel, un lapsus m¨ªnimo te condena. La intensidad de las espa?olas contrastaba con la calma de las de Jonker, que estuvieron bland¨ªsimas. Aun as¨ª, fue Brugts la que tuvo la primera ocasi¨®n para probar a Cata. Desde entonces, el partido fue para Espa?a y empez¨® el festival.

Mariona filtr¨® un pase al ¨¢rea que Salma mand¨® rozando el palo izquierdo de la porter¨ªa de Van Domsellar. Con la picard¨ªa de Athenea volvieron a plantarse delante de la portera, y de nuevo Salma la envi¨® fuera. Las ocasiones se suced¨ªan. El choque s¨®lo ten¨ªa un color, aunque faltaba punter¨ªa. Pa¨ªses Bajos esperaba su momento y en una de esas Beerensteyn oblig¨® a Cata a irse al suelo para sacar un disparo pegado al palo. Como ya pas¨® en la cita mundialista, la delantera de la Juventus fue la que m¨¢s guerra dio a Espa?a.

Sin duda, Salma era el pu?al de La Roja. La blaugrana, reconvertida a 9, estaba siempre con la marcha metida para coger a las defensoras neerlandesas. Hasta cuatro ocasiones tuvo que no logr¨® materializar. Olga e Irene tambi¨¦n se animaron a probar a Van Domselaar. Espa?a dominaba por completo y Jenni, qui¨¦n si no, se puso la capa de hero¨ªna para adelantar a La Roja en el mejor momento. La madrile?a recibi¨® un pase desde la derecha de Ona para adentrarse en el ¨¢rea y bailar a sus anchas antes las neerlandesas hasta enviar el esf¨¦rico al fondo de la red. En plena fiesta en La Cartuja, Aitana, tan s¨®lo tres minutos despu¨¦s, hizo el segundo rematando a placer el regalo de Mariona. Tres minutos de locura, un zarpazo hacia los Juegos de un equipo imparable.

El asunto no vari¨® ni con la ventana en el marcador. El equipo espa?ol sigui¨® con su superioridad sobre el c¨¦sped. Arriesgando, pero con m¨¢s seguridad si cabe. Fue un paseo, un ba?o, ante un rival totalmente entregado, desaparecido. Por si hubiera dudas, Ona logr¨® ampliar el marcador y dejar la eliminatoria sentenciada. La Selecci¨®n se planta en la primera final de la historia de la Nations League. El 20 de agosto comenz¨® una etapa dorada de este equipo que no se cansa de luchar, de ganar. De demostrar al mundo que s¨®lo hab¨ªa que confiar en ellas. De dejar su espacio a unas jugadoras con un talento innato. Por algo reciben Balones de Oro desde hace a?os con Alexia y Aitana. Y los que est¨¢n por llegar con las Salma o Vicky. El mi¨¦rcoles espera Francia y espera otro t¨ªtulo que alzar al cielo. Nada las detiene. Nada puede con esta Espa?a hist¨®rica y ol¨ªmpica.