Modric apaga un incendio

Cuando Modric jug¨® su primer torneo internacional, a¨²n no exist¨ªa la Wii, Amy Winehouse ultimaba ¡®Back to Black¡¯ y todav¨ªa se daba soporte a Windows 98. Fue el Mundial de 2006 (Alemania, hace 17 a?os), con 20 primaveras y defendiendo los colores del Dinamo Zagreb. Ha llovido. Desde entonces sus botas han pasado por otros tres Mundiales (2014, 2018 y 2022; no hubo ¡®ajedrez¡¯ en Sud¨¢frica por 1 punto) y cuatro Eurocopas (2008, 2012, 2016 y 2020). ¡®Suficiente¡¯, pedir¨ªa cualquier cuerpo. ¡®No¡¯, responde el de Luka. Que hoy se jugaba medio billete a su quinta Eurocopa y, bingo, la victoria deja pie y medio dentro. No est¨¢ hecho, pero s¨ª encaminado. Asoma su manita particular. Y ¨²ltima bala para el gran sue?o: ganar un t¨ªtulo con su pa¨ªs.

Si se hace camino al andar, hasta hoy Croacia avanzaba por una caminata de fuego. Aparentemente controlada, pero inevitablemente tensa. Ese empate contra Gales en la primera jornada (1-1), sumado a una Armenia extraordinaria (gan¨® en Cardiff y pesc¨® en Turqu¨ªa), hab¨ªa puesto el grupo al rojo vivo. Tanto, que una derrota esta noche les habr¨ªa puesto l¨ªderes y con tres puntos de ventaja sobre Croacia. Era el d¨ªa de dar un golpe sobre la mesa. De tumbar a Goliat y hacer historia. Toda una final en Erev¨¢n, que reclut¨® a casi 15.000 almas para incendiar el Estadio Republicano Vazgen Sargsya. Recibimiento con bengalas, himno atronador y ambiente a la altura. Pero en esa tempestad... Modric fue calma.

Con 38 a?os reci¨¦n cumplidos (el pasado s¨¢bado), sigue siendo el metr¨®nomo de Dalic. Un capit¨¢n que, en las noches de verdad, ni descansa ni descansar¨¢. Jug¨® los 90 minutos y lider¨® a una selecci¨®n infinitamente superior a Armenia; no siempre el coraz¨®n puede con la cabeza. Y con los bloques claramente definidos, el de la mesura protagoniz¨® 26 disparos, tuvo tramos de casi el 70% de posesi¨®n e hizo a la inteligencia artificial pronosticar tres goles a favor. Ah¨ª estuvo el ¨²nico pero de un partido sobresaliente: Croacia perdon¨® tanto, que por momentos invoc¨® al dicho. Pero no lleg¨® la sangre al r¨ªo. Gan¨® un partido en el que avasall¨®. En el que mereci¨® y demostr¨® que sigue teniendo pulmones para coronar ochomiles. F¨²tbol de rival a evitar.

Pistolero Kramaric

El gol lleg¨® al cuarto de hora y con suspense. Modric puso un c¨®rner desde la izquierda, inyectando el veneno suficiente para que el bal¨®n, tras rozar la zurda de Gvardiol, rebotase en Mkrtchyan y se transformase en una asistencia de oro para Kramaric, que solo en el ¨¢rea peque?a empuj¨® con sutileza. Un toquecito leve para desatar el silencio. Predecesor del caos: bander¨ªn arriba y fuera de juego. Un reto al VAR, que trag¨® saliva ante la tesitura de analizar si el rebote del central habilitaba o no (al fin y al cabo, Kramaric recibi¨® de un armenio), pero hall¨® un milagro: directamente no era fuera de juego, se habilitaba por un defensa descolgado en la otra banda. Modric, dialogante con Turpin durante toda la revisi¨®n, apret¨® los pu?os y celebr¨® con rabia. Espejo de lo que era el partido: una final.

A partir de ah¨ª, Armenia asumi¨® que dominar con el bal¨®n era una utop¨ªa y activ¨® el Plan B: cazar alguna contra. Tuvo varias, pero cada vez que llegaba al balc¨®n del ¨¢rea, un inconmensurable Brozovic cortaba por lo sano. Resumen sencillo: los locales s¨®lo hicieron dos disparos a puerta en todo el partido. Llegaron vivos hasta el descuento, pero murieron con el pitido final. Gan¨® Croacia, con un sobresaliente Modric que, ahora, volver¨¢ a esos Juegos del Hambre en los que se ha convertido el centro del campo del Madrid. ?l, de hambre, sabe mucho. Le apetece una quinta Eurocopa. Y hoy la ha dejado encarrilada, apagando el incendio que habr¨ªa supuesto perder. La caminata de fuego... ya parecen m¨¢s unas Baldosas Amarillas.