Haaland y Kvaratskhelia amenazan a Espa?a para la Euro 2024

El sorteo de Frankfurt dej¨® sensaciones encontradas para la Selecci¨®n. No hay duda de la amabilidad del rival que le cay¨® en suerte del segundo bombo. Escocia, pese a su ascenso reciente en la Liga de las Naciones, comparec¨ªa como uno de los adversarios m¨¢s abordables, salvado el peligro de Francia e Inglaterra. Sin embargo, la amenaza latente de la Noruega de Haaland se abrir¨¢ paso en el camino de Espa?a. Otro viejo conocido como Georgia, con uno de los hombres del momento como es Kvaratskhelia (N¨¢poles), y Chipre cerrar¨¢n el grupo.

Escocia

La pretensi¨®n de Escocia de reinstaurar su viejo lugar en el f¨²tbol parece m¨¢s viva que nunca. El ¨¦xito en la pasada Liga de las Naciones, donde confirm¨® su ascenso a la primera categor¨ªa en un grupo con Armenia, Irlanda y Ucrania, reivindica su progresi¨®n reciente con Steve Clarke en el banquillo, que ocupa desde 2019. Hay un nuevo esp¨ªritu competitivo, con el f¨²tbol directo de siempre como se?a de identidad. Sin embargo, no termina de romper en lo que promete. Ya jug¨® la ¨²ltima Eurocopa donde cay¨® ante Rep¨²blica Checa y Croacia y se llev¨® un empate de orgullo ante Inglaterra. En el pr¨®ximo Mundial no estar¨¢ despu¨¦s de ser eliminada en el playoff ante Ucrania.

Clarke puede jugar con 1-4-2-3-1 o tres centrales, pero su propuesta no var¨ªa en esencia. Es un equipo en¨¦rgico, intenso y vertical, que protagoniza pasajes en los partidos de alto ritmo que pueden complicar a cualquiera. En su bloque, con presencia mayoritaria en la Premier, destacan jugadores de peso como Robertson (Liverpool), Tierney (Arsenal)¡ªl¨¢stima que compartan posici¨®n¡ª, McGinn (Aston Villa), McTominay (M. United), Ch¨¦ Adams (Southampton), Patterson (Everton), McGregor (Celtic)... Son nombres reconocibles bajo la batuta de un entrenador que ha devuelto a Escocia a la aristocracia europea. Otra cosa es c¨®mo se mueva en ella. Es una selecci¨®n a contraestilo de Espa?a y eso puede conllevar alguna dificultad.

Noruega

Solo por estar Haaland, tambi¨¦n Odegaard, Noruega es un rival a tener cuenta. Del tercer bombo aparec¨ªa como el equipo a evitar por la calidad individual de algunos de sus futbolistas, pese a no ser todav¨ªa un equipo ciertamente consolidado. Stale Solbakken, aquel t¨¦cnico que sac¨® de quicio a Guardiola, es el seleccionador de una Noruega que cambia la percepci¨®n de lo que se podr¨ªa pensar anta?o sobre ella. Es mejor ofensiva que defensivamente, no solo por Haaland, sino por las distintas variantes de nivel que posee. Aunque so?¨® con el ascenso en la Liga de las Naciones, Serbia se lo neg¨®.

Solbakken apuesta por un 1-4-3-3 como esquema base y su equipo mezcla posesiones m¨¢s pausadas con transiciones de v¨¦rtigo. Adem¨¢s, siempre tiene el recurso del juego a¨¦reo y del bal¨®n parado para dinamitar cualquier partido. Haaland, c¨®mo no, es su estrella. Con su selecci¨®n suma 21 goles en 23 partidos. Ser¨¢ una amenaza para la defensa espa?ola, como tambi¨¦n lo ser¨¢n, de distinto nivel, Sorloth (Real Sociedad) y Larsen (Celta). Atenci¨®n al jugador del equipo vigu¨¦s, que est¨¢ dejando buenas maneras en la Liga. Del resto del equipo despunta Odegaard, capit¨¢n del Arsenal, y su jerarqu¨ªa creativa, acompa?ado en la medular por Berge (Sheffield United). Ajer (Brentford), aunque no est¨¢ siendo titular sorpresivamente, es el mejor central de una selecci¨®n que a?ora laterales de entidad y que atraviesa ciertas dudas defensivas.

Georgia

Va camino de ser recurrente el enfrentamiento con Georgia en las fases de clasificaci¨®n. Espa?a ya se la quit¨® de encima en la ¨²ltima del ¨²ltimo Mundial con goleada en Badajoz (4-0) y sufrimiento extremo en Tiflis (1-2) que solo un golazo de Dani Olmo evit¨® que derivara en tropiezo. Fue un aviso de una selecci¨®n m¨¢s competitiva de lo que dicta su nombre e incluso la n¨®mina de jugadores que posee. Acaba de subir al Grupo B de la Liga de las Naciones, que tampoco es que tenga un m¨¦rito may¨²sculo por los rivales que ten¨ªa enfrente (Gibraltar, Bulgaria y Macedonia del Norte), pero que demuestra su peque?a escalada.

Esta evoluci¨®n no ser¨ªa posible de no ser por la presencia de Kvaratskhelia. Es un de los nombres de moda en el panorama europeo. El extremo del N¨¢poles presume de descaro, regate, ¨²ltimo pase y disparo. No se lo piensa dos veces. A pierna cambiada, resulta un peligro constante. A Espa?a ya le inquiet¨® en exceso en los duelos previos y a ¨¦l se agarrar¨¢ Georgia para so?ar. Tambi¨¦n a Mamardhashvili, el portero del Valencia que, pese a alguna nota disonante, tiene un futuro prometedor. El seleccionador es el m¨ªtico exjugador del Bayern Willy Sagnol, que ha dado orden y rigor a un equipo de l¨ªneas juntas y bien armado que se desempe?a con tres centrales. El central Khocholava (Copenhague) y el carrilero-extremo Lobjanidze (Hatayspor) son otros jugadores interesantes.

Chipre

La simb¨®lica victoria contra Grecia (1-0), que acab¨® con la racha de Poyet en el combinado hel¨¦nico, se vivi¨® como una de las grandes noches del f¨²tbol chipriota. Quiz¨¢ no estuvo al alcance de aquel triunfo ante Espa?a que despidi¨® a Clemente tras el Mundial de 1998, pero al menos constata que hay algo en el f¨²tbol chipriota a lo que aferrarse. En realidad, no deber¨ªa ser rival para la Selecci¨®n ni tampoco para el resto de los equipos del grupo, aunque seguro que alg¨²n punto rasca a alguno.

El georgiano Temur Ketsbaia se hizo cargo de Chipe el pasado mes de junio y su inicio contraria por los resultados. A la victoria ante Grecia, le precedi¨® un empate ante Irlanda del Norte (2-2) y le sigui¨® una derrota contra Kosovo (5-1) que escoci¨® por la forma. En esos tres partidos utiliz¨® sistemas diferentes (1-3-4-2-1, 1-4-2-3-1 y 1-4-3-3). Sus goles a favor llegaron en acciones de estrategia o en contraataques r¨¢pidos tras robo. A eso tendr¨¢ que atender Espa?a para no verse comprometida. Respecto a sus jugadores, pocos emergen de la l¨ªnea de mediocridad de Chipre. Si acaso el delantero Sotiriou, que juega en Jap¨®n, el centrocampista Kastanos (Salernitana, cedido por la Juventus) y el joven extremo Loizou (Omonia Nicosia) deben tener una consideraci¨®n distinta.