EURO 2024 | ALEMANIA
Alemania, suspenso y desastre
Espont¨¢neos, bengalas, altercados, atascos y retrasos est¨¢n a la orden del d¨ªa en la Eurocopa. El pa¨ªs anfitri¨®n deja mucho que desear.
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Nadie dudaba de la fiabilidad alemana a la hora de organizar un gran torneo, pero la realidad est¨¢ siendo bien distinta en la Eurocopa. Una vez concluida la primera fase, la nota del pa¨ªs anfitri¨®n no puede ser otra que un suspenso. Aficionados, equipos y trabajadores han acusado los problemas del pa¨ªs germano. Incre¨ªble, pero cierto.
Hay muchos casos, innumerables. Portugal se quej¨® de los ?siete! espont¨¢neos que saltaron al c¨¦sped durante su partido ante Turqu¨ªa. Un miembro de seguridad que persegu¨ªa a uno de ellos arroll¨® a Gon?alo Ramos y estuvo a punto de lesionarlo. Ante Georgia vol¨® otro espont¨¢neo desde la grada buscando a Cristiano.
El clima en la grada tampoco es mejor. En muchos partidos se han encendido bengalas, por ejemplo. En los tres de Croacia, en los de Serbia, en los de Albania, la humareda se hizo notar pese a que se supone que no est¨¢ permitido acceder con bengalas al campo.
Los chequeos son molestos y selectivos. Al t¨¦cnico turco, Vincenzo Montella, le llevaron al l¨ªmite cuando le pidieron su acreditaci¨®n para entrar al estadio de Dortmund. Contrariado, se lo puso en la cara al miembro de seguridad.
Sin duda los desplazamientos son otro punto en el que Alemania ha hecho aguas. Casi todas las autopistas del pa¨ªs est¨¢n en obras y hay retenciones kil¨®metricas y atascos insalvables. Trayectos de una hora se pueden llegar a completar hasta en tres. Los trenes tampoco son la soluci¨®n, pues hay retrasos y cancelaciones imprevistas habitualmente. En la retina queda la imagen de los aficionados de Inglaterra atascados y tirados en Gelsenkirchen despu¨¦s de uno de sus partidos.
Por si fuera poco, los voluntarios o gente relacionada con la Euro y las sedes s¨®lo hablan en alem¨¢n y no en ingl¨¦s. Hasta en muchos restaurantes y comercios no se admiten las tarjetas de cr¨¦dito y es obligatorio pagar con efectivo. Un problema tras otro que no casa con la fama de eficiencia que acompa?a a los alemanes.
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